Josep Miquel Bausset Riqueza prehistórica de la comarca de Solsona
Cien años después del artículo del P. Vila, es interesante y justo recordar que la Iglesia siempre ha favorecido y preservado la cultura y por eso el actual Museo Diocesano y la diócesis de Solsona, nos son unos buenos ejemplos
Este era el título del artículo del P. Frederic Vila, publicado en el número 15 del “Boletín Oficial Eclesiástico de la Diócesis de Solsona”, en agosto de 1920. El P. Vila desmentía “la opinión, generalizada durante algún tiempo, de que escaseaban en Catalunya los recuerdos y huellas de la civilización magalítica” y hacía referencia a “algunos de nuestros monumentos megalíticos” dados a conocer por Sampere en la Revista de Ciencias Históricas. El P. Vila también recordaba en este artículo, que “D. Luis Mª Vidal” había publicado “el encuentro y descripción de un gran número de dólmenes y menhires de la provincia de Lleida”. Por tanto, como decía Frederic Vila, “la opinión de que no se encontraba en Catalunya ese tipo de monumentos era fruto solamente del desconocimiento y de la falta de investigación detenida”.
Ahora hace cien años el P. Frederic Vila invitaba a descubrir la riqueza prehistórica de la comarca del Solsonès, “visitando la riquísima colección de material prehistórico de esta comarca de Solsona, que se encuentra recogida dentro de una sala espaciosa del Museo Diocesano y que casi toda ella es inédita aún”.
El P. Vila hacía memoria de mossèn Joan Serra i Vilaró, “un buscador entusiasta”, que el año 1905 comenzó “a explorar la comarca en todas direcciones, desde La Seu d’Urgell hasta Berga, es decir, desde la cuenca alta del rio Segre hasta el Cardoner y Llobregat”. Como decía el P. Vila, fruto de sus trabajos, mossèn Serra aportó “a nuestra ciencia regional copiosos y apreciados trabajos de material científico”. Y por eso el P. Vila afirmaba que “el Museo Episcopal de Solsona es tenido como uno de los más importantes de toda Catalunya por la gran riqueza, buen orden y fiel constatación de los objetos prehistóricos que se ven reunidos”. Como decía el P. Vila en su artículo de ahora hace cien años, mossèn Serra i Vilaró “fue descubriendo una buena pila de megalitos o dólmenes”, que exploró “uno detrás de otro, apuntando los datos más importantes de cada uno”, recogiendo “huesos de hombres y de bestias, hachas y flechas de piedra y de metal, ollas y platos de cerámica, collares y agujas”. Por eso el P. Frederic Vila remarcaba “la importancia que para la ciencia prehistórica de Catalunya tiene ya hoy el Museo Diocesano de Solsona”, pasando “ya de diez las vitrinas espaciosas, todas llenas de los objetos prehistóricos recogidos en las excavaciones de cuevas y megalitos”.
El P. Vila hacía referencia a un “dolmen en al término municipal de Llanera, lugar distante a unos pocos kilómetros de Solsona” y pedía que la “riqueza de material prehistórico, tan cuidadosamente buscado y ordenado”, no quedara simplemente “guardado y mudo dentro de las vitrinas del Museo, sin poder ser consultado por los alejados de esta ciudad de montaña”.
Cien años después del artículo del P. Vila, es interesante y justo recordar que la Iglesia siempre ha favorecido y preservado la cultura y por eso el actual Museo Diocesano y la diócesis de Solsona, nos son unos buenos ejemplos.