Análisis de una crisis y de los malentendidos que la han agudizado El diálogo judío-católico a la sombra de la guerra de Gaza
"Con las palabras pronunciadas el día después del inicio de la guerra, en el Angelus del domingo 8 de octubre de 2023, el papa Francisco adoptó un tono al que se mantendría también en los meses siguientes: «Sigo con aprensión y dolor cuanto está sucediendo en Israel, donde la violencia ha estallado aún más ferozmente, provocando centenares de muertos y heridos. Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas, rezo por ellas y por cuantos están viviendo horas de terror y angustia. ¡Que los ataques y las armas se detengan, por favor! ¡Comprendan que el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución"
| David Neuhaus
(La Civiltá Cattolica).- El 30 de septiembre de 2023, el papa Francisco nombró cardenal al patriarca latino de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa, y junto con él a otros 20 prelados de todo el mundo. Por primera vez en la historia del patriarcado latino de Jerusalén, fundado en 1847, un titular del cargo se unió al consistorio. En julio de 2023, en una entrevista con Andrea Tornielli, director editorial de la prensa vaticana, el cardenal electo había declarado que interpretaba la decisión de nombrarlo cardenal como «un signo de atención de la Iglesia de Roma hacia la Iglesia madre, la Iglesia de Jerusalén»[1].
En su momento, la elección del franciscano italiano Pizzaballa a la cabeza de la diócesis de Jerusalén, primero como administrador apostólico en 2017 y luego como patriarca desde 2020, fue una sorpresa. Desde 1987, el patriarca de Jerusalén siempre había sido un árabe; en particular, desde 1987 hasta 2008, el cargo fue ocupado por Michel Sabbah, el primer palestino en ser nombrado para el cargo. Su compromiso en defensa de la justicia y la paz y su valiente crítica a las políticas israelíes a veces habían creado tensiones con las autoridades del Estado de Israel.
Pizzaballa habla hebreo y lleva mucho tiempo comprometido en el diálogo judeo-cristiano; además, ha desempeñado un papel activo en la Comisión para el diálogo con los judíos de la Santa Sede. Los israelíes vieron su nombramiento como un paso positivo[2]. Hablando con la prensa el día de su nombramiento como cardenal, hizo referencia a la situación de la Franja de Gaza, lugar que conocía bien gracias a las recurrentes visitas a la parroquia católica de la Sagrada Familia, en la ciudad de Gaza. Afirmó: «Gaza es una prisión, una prisión al aire libre en la que están encerradas dos millones de personas con una perspectiva económica y social muy difícil»[3]. Ese día no podía saber lo que le esperaba a su regreso de Roma, el 10 de octubre de 2023, tres días después de los terribles ataques en el sur de Israel y la consecuente guerra israelí contra Hamas.
Con las palabras pronunciadas el día después del inicio de la guerra, en el Angelus del domingo 8 de octubre de 2023, el papa Francisco adoptó un tono al que se mantendría también en los meses siguientes: «Sigo con aprensión y dolor cuanto está sucediendo en Israel, donde la violencia ha estallado aún más ferozmente, provocando centenares de muertos y heridos. Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas, rezo por ellas y por cuantos están viviendo horas de terror y angustia. ¡Que los ataques y las armas se detengan, por favor! ¡Comprendan que el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino sólo a la muerte y al sufrimiento de muchos inocentes! La guerra es una derrota: ¡toda guerra es una derrota! ¡Recemos por la paz en Israel y Palestina!»[4].
Los dos puntos más importantes que el papa Francisco repetiría en los meses venideros, como una oración pública renovada en cada ocasión, son: 1) la guerra es una derrota para todos; 2) la violencia, de la cual todas las partes son responsables, está provocando la muerte de civiles. De hecho, el Papa ha seguido preocupándose tanto por las víctimas israelíes, incluidos los rehenes tomados por los militantes de Hamas, como por las víctimas palestinas provocadas por los bombardeos israelíes y la invasión de la Franja de Gaza. Esta insistencia del Pontífice en ambos puntos provocó un contraste entre él y las autoridades israelíes, que se acentuó y se extendió a muchos judíos en todo el mundo.
En este artículo intentaremos documentar esta crisis y analizarla, poniendo en evidencia los malentendidos que se han agudizado y las disparidades de opiniones.
La guerra: una derrota para todos
El 11 de octubre de 2023, cuatro días después de los ataques de Hamas, durante la Audiencia general, el papa Francisco evocó el derecho israelí a la autodefensa. Dijo: «Defenderse es un derecho de quien es atacado, pero estoy muy preocupado por el asedio total en el que viven los palestinos en Gaza, donde también ha habido muchas víctimas inocentes»[5]. El lenguaje correspondía al utilizado tradicionalmente respecto a la legítima defensa y sus condiciones. Como subrayó nuevamente monseñor Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad de la ONU el 24 de enero de 2024, «cualquier acción emprendida en legítima defensa debe estar guiada por los principios de distinción y proporcionalidad y respetar las normas internacionales del derecho humanitario»[6].
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