Carta abierta del Grupo Erasmo a la Conferencia Episcopal española en tiempos de coronavirus "No es la hora de la discreción, sino de la movilización"
"Lideren de forma decidida una respuesta masiva de la Iglesia a estos desafíos presentes y a los que se avecinan"
"Apoyen, sin matices, la propuesta de la renta básica o ingreso mínimo vital para tantas personas que no solo no llegan a final de mes sino que ni siquiera llegan al final del día"
"Sean una voz potente y unida en favor de los más débiles. No queremos que esta crisis se resuelva, como otras, con muchos más pobres por un lado y más millonarios por otro"
"Les pedimos que en esta situación de excepción, también su palabra de pastores de la Iglesia española sea excepcionalmente clara, fuerte y comprometida"
"Sean una voz potente y unida en favor de los más débiles. No queremos que esta crisis se resuelva, como otras, con muchos más pobres por un lado y más millonarios por otro"
"Les pedimos que en esta situación de excepción, también su palabra de pastores de la Iglesia española sea excepcionalmente clara, fuerte y comprometida"
| Grupo Erasmo
A monseñor Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española y a sus hermanos en el episcopado,
En estos momentos de pandemia queremos hacer llegar a nuestros pastores algunas consideraciones sobre el papel que la Iglesia española puede y opinamos que debería de jugar en esta crisis y en el inmediato futuro.
Lamentamos el perfil bajo y la escasa presencia pública de la Iglesia en estos días. Hemos echado en falta una llamada general a rebato a los católicos. Se han dicho muchas cosas, sin duda, pero la sociedad española no ha percibido la urgencia y decisión de esa convocatoria.
Y no es la hora de la discreción sino de la movilización. Necesitamos palabras que, como las del Papa, den luz y abran un horizonte de compromiso y esperanza. Les pedimos que en esta situación de excepción, también su palabra de pastores de la Iglesia española sea excepcionalmente clara, fuerte y comprometida.
Nos reconforta, sin embargo, saber que, a pesar de que los medios de comunicación apenas lo reflejen, la Iglesia española se ha puesto al servicio de la sociedad en estos momentos críticos, aportando recursos, locales, personal y dinero, para ayudar y aliviar allí donde se la necesitaba o se le ha solicitado. Desde una solidaridad básica, sin pretensión de protagonismo, la Iglesia se ha movilizado al servicio del bien común, desde los principios del Evangelio.
Pero la tarea es enorme y nos queda por delante un tiempo difícil en el que se pondrá a prueba nuestra capacidad para salir de la crisis como un país castigado pero mejor, más justo, más sensible y atento a las víctimas de la enfermedad y a las víctimas de sus consecuencias económicas.
Desde esa preocupación, queremos pedirles:
- Sean una voz potente y unida en favor de los más débiles. No queremos que esta crisis se resuelva, como otras, con muchos más pobres por un lado y más millonarios por otro.
- Que apoyen, sin matices, la propuesta de la renta básica o ingreso mínimo vital para tantas personas que no solo no llegan a final de mes sino que ni siquiera llegan al final del día.
- Que apoyen ustedes las políticas públicas necesarias para que, ante el horizonte que tenemos por delante, se permita un gasto presupuestario mayor para que, en España y en toda Europa, se dé una recuperación de la economía justa y solidaria.
- Junto a la acción política e institucional, sonimprescindibles el compromiso y la generosidad de todos. Pidan a las numerosas instituciones de la Iglesia que sean ejemplares en promover iniciativas solidarias y creativas. Ya las hay, como la renuncia de muchos sacerdotes a un salario. Pero tendrá que haber muchas más y por parte de todos.
- Que pongan todos los recursos personales y materiales de la Iglesia al servicio de esta causa. Ya hay locales cedidos, Iglesias abiertas, varios seminarios alojando a los sin techo o a los inmigrantes. Que esta crisis sea una oportunidad para revisar el uso que se hace de nuestro patrimonio y adecuarlo a las nuevas necesidades.
- - Que lideren de forma decidida una respuesta masiva de la Iglesia a estos desafíos presentes y a los que se avecinan. Así como una propuesta de vida basada en valores evangélicos, alternativos a los que están en el origen del desastre.
Grupo Erasmo