"Para Heidegger, el tiempo es la estructura central de la existencia humana" ¿Qué es el tiempo?

Tiempo
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"Heidegger trata el problema de la temporalidad desde una experiencia existencial y no  como una medida objetiva"

"Nos encontramos arrojados en un mundo  que en forma obligada nos orienta en el sentido que nos proyectamos al futuro sin dejar de considerar el presente y el pasado"

"Heidegger, no se refiere a un Dios personal o  antropomórfico en el rigor observado de carácter teológico de la revelación,  sino a una exploración de la esencia misma del ser y su relación con la  temporalidad"

A la medianoche del día de hoy y en un abrir y cerrar de ojos, diremos  adiós al año 2024 para dar la bienvenida al año 2025. Pero, ¿qué es este tiempo  que se va para no volver nunca más? Figuras destacadas del pensamiento como  Platón, Aristóteles, San Agustín, entre otros, analizaron este fenómeno.

Sin  embargo, vamos a centrar la atención en Martín Heidegger en su obra  monumental, Ser y Tiempo. Aquí, el filósofo de Meßkirch trata el problema de  la temporalidad no el sentido de una serie sucesiva de horas que ordenan pasado,  presente y futuro, sino en una estructura unitaria entre pasado, presente y  futuro, que “está-siendo-sido”1.

‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

Cabaña de Heidegger

Es decir, desde una experiencia existencial y no  como una medida objetiva. Según él, nos encontramos arrojados en un mundo  que en forma obligada nos orienta en el sentido que nos proyectamos al futuro sin dejar de considerar el presente y el pasado. Estos tres elementos están  simultáneamente unidos, fusionados al mismo tiempo y su inteligibilidad, es decir el Dasein2, cohabita en nuestra historicidad, afectando lo que viene y se  le manifiesta de un acontecer por encima del dato físico objetivo. 

 Entonces, el acontecer o experiencia de la cosa ahí del tiempo no puede ser  conocido ni aprehendido por el método propio y exclusivo de las ciencias  empíricas, trátese de la Física, la Química, la Biología, etc, que indican un modo  limitado de entendimiento del tiempo. Se requiere por fuerza de razón, el  conocimiento ontológico3 idóneo para la captación de este tiempo4. 

 Ahora bien, siguiendo al pensador alemán y la relación entre Dios y el tiempo  y la posición de Él como ser-en-el-mundo, osea dentro del tiempo, nos indica  que forma parte de nosotros pero no en sentido cristiano5 sino como algo más6;  como una entidad de existencia espacial o temporal definida como la  entendemos comúnmente.

Heidegger, no se refiere a un Dios personal o  antropomórfico en el rigor observado de carácter teológico de la revelación,  sino a una exploración de la esencia misma del ser y su relación con la  temporalidad. Esa falta de atención a la revelación divina y una inclinación  hacia una filosofía que no capta la fe cristiana como bien sostiene K. Barth, no  puede ser reducida a conceptos abstractos o a la razón humana. 

 Sin perder el hilo de qué es el tiempo, pero sin que venga a menos lo antes  mencionado, el fenómeno del tiempo en M. Heidegger es crucial porque se aleja  de la concepción tradicional del tiempo como medida lineal para presentarlo  como estructura central de la existencia humana, es algo que nos constituye y  donde no podemos entender quiénes somos sin considerar la relación con el pasado, el presente y el futuro. El tiempo es condición de posibilidad para la  comprensión y necesaria para entender la experiencia humana. 

¡Feliz año! 

Libro de Heidegger

1 Pasado, presente y futuro fusionados. 

 2 El término Dasein que comprende el ser en su estructura ontológica, que tiene una  estructura existencial capaz de abrirse incluso a la tradición histórica al pasado. 

3 Según Heidegger, el horizonte en el que se muestra el ser del ente no es otro que el  tiempo. Walter Bruger. Diccionario de filosofía, p.405. 

 4 Véase M. Heidegger, Ser y tiempo, p.389-412. 

5 M. Heidegger tiene desinterés por la noción de Dios del mundo hebraico, sigue el  horizonte del pensamiento racional griego. 

 6 Véase Ser y Tiempo capítulo p.389-412.

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