El profeta Miqueas y la crisis económica

Me ha impresionado leer la primera lectura de la Eucaristia de hoy (sábado, 21 de julio). La reproduzco:

Lectura del profeta Miqueas (2, 1-5)

¡Ay de los que meditan maldades, traman iniquidades en sus camas; al amanecer las cumplen, porque tienen el poder! Codician los campos y los roban, las casas, y se apoderan de ellas; oprimen al hombre y a su casa, al varón y a sus posesiones.
Por eso, dice el Señor: "Mirad, yo medito una desgracia contra esa familia. No lograréis apartar el cuello de ella, no podréis caminar erguidos, porque será un tiempo calamitoso. Aquel día entonarán contra vosotros una sátira, cantarán una elegía: "Han acabado con nosotros, venden la heredad de mi pueblo; nadie lo impedía, reparten a extraños nuestra tierra." Nadie os sortea los lotes en la asamblea del Señor".


Miqueas dijo estas cosas hace... ¡¡unos 2750 años!! Según el libro Leer la Biblia, de J.P.Bagot,

"en el momento en que las tropas asirías saqueaban los campos de Judá, un campesino, Miqueas, viene con otros muchos a buscar refugio en la ciudad santa. Se siente indignado por la forma en que los habitantes de la capital explotan a los refugiados. Denuncia con violencia todas las formas de opresión de que son víctimas los humildes y los pobres. Anuncia la ruina inevitable de un pueblo corrompido, encerrado en sus falsas seguridades religiosas: los profetas oficiales y los sacerdotes son los verdaderos enemigos del pueblo y el culto no es más que una forma de tranquilizarse dispensándose de la justicia y del amor. Miqueas, sin embargo, conserva la esperanza en el porvenir, ya que algún día la gloria de Dios se manifestará sobre Belén" (p. 81)


Para Miqueas la crisis no llueve del cielo, viene de que alguien ha especulado y robado a los pobres. Y desde luego el profeta no propone recortar a los pobres lo que despilfarron ciertos ricos corruptos. Y anuncia el castigo de Yahvé por robar y oprimir a los pobres.

Con razón decía Karl Barth que la Biblia había que leerla teniendo al lado el periódico del día.

Y un par de preguntas abiertas para acabar:

* ¿Qué diría Miqueas hoy?
* ¿Quién se está pareciendo y quién no a Miqueas entre los creyentes?
* ¿Era un indignado y un radical Miqueas... o sólo decía la verdad?
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