Cásate, sé sumisa y hazte policía.
En los años venideros bien podría ser una salida a la crisis. Yo recomiendo a las mujeres en edad casadera que busquen un hombre, da igual si es bueno o malo, se casen y luego se hagan policías, pues al menos tendrán la porra a mano por si acaso al maromo se le va la olla y se toma en serio lo de la sumisión. En todo caso, la profesión policial es la única a la que se augura un futuro esplendoroso, tan necesitamos como estamos de reprimir las protestas y suministrar amplias dosis de jarabe de palo, zumo de pelota de goma y elixir de cañones de agua. El futuro, decididamente, es de los violentos y a las mujeres se les ha abierto la puerta a la institución de los custodios sociales de par en par. Es una profesión pública, que no tiene recortes, segura y bien remunerada. Qué más puede buscar alguien en esta vida. Así es que, si eres mujer, ya sabes, cásate, sé sumisa y hazte policía. Si no encuentras un buen marido, al menos, estarás bien equipada para defenderte como decía aquel sacerdote de los de antes: "si te da, dale, si las fuerzas son iguales".