Llega el Papa caminando, apoyándose con su bastón, haciendo el esfuerzo de saludar uno por uno a cada joven presente en esa sala. Llega bromeando, como él acostumbra, genuino para hacerles ver que es cercano, no le gustan las poses ni el protocolo. También se le ve un poco nervioso pues de antemano le han advertido que los chicos ahí presentes eran "la piel de judas" fueron elegidos perfiles dispuestos a confrontar al máximo representante de la iglesia por la cual muchos de ellos se han sentido excluidos, juzgados, invisibilizados en razón a sus creencias, sus causas o incluso sus actividades profesionales, a su parecer, por parte de la institución que este cura de blanco representa.
Eleanor Roosevelt decía: "nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento" y me da la impresión que a veces buscamos culpables para justificar nuestras acciones u omisiones, incluso nuestras circunstancias y muchas veces encontramos a esos culpables en instituciones como la iglesia que marcan el rumbo sin obligarte a seguirlo, no existe afiliación para ser católico, eso es algo muy personal y autodeterminante, no necesitas el visto bueno de nadie para empezar y cosechar una relación prospera con Dios o en su defecto contigo mismo.
La verdadera iglesia no forza, la verdadera iglesia atrae.
Me parece un espacio sumamente enriquecedor en el sentido de que podemos ver al Papa tal cual es, escuchar sus respuestas llenas de sabiduría, amor y conciliación.
Algunos de los jóvenes le esperaban con la espada desenvainada y el Papa ha llegado con flores, que ejemplo tan bonito de diálogo conciliador, de valentía al enfrentar platicas incómodas pero necesarias, de humildad para escuchar, guiar y consolar.
Por otra parte se tocan temas demasiado importantes para todos en todas partes del mundo, como el tema de la migración, del racismo, de la pobreza, la depresión, la soledad y muchas crisis generalizadas en una humanidad que en estas épocas a veces pareciera que vive un invierno permanente.
Me parece que es un documental muy bueno en el sentido de que nos muestra al Papa como el cura cercano a cualquier persona que lo necesite, escucha sin juzgar, reflexiona junto con ellos, les da respuestas pero también les deja preguntas que ellos solos se tendrán que responder. Habla sobre teología pero también sobre ciencia. Sale a la luz la palabra de la moralidad y el fin de nuestro trabajo y las acciones de nuestro día a día, ¿suman o restan? ¿Son legales o ilegales?¿Están dentro de tu escala de valores? Habla sobre las nuevas formas de colonización que esconden la esclavitud y el desprecio al ser cuando sólo se le usa.
Soy una persona que admira muchísimo al Papa Francisco, tuve oportunidad de escucharlo, abrazarlo y hablar con él. Soy católica e intento ser practicante aunque no podría decir que ortodoxa, intento no caer en fanatismo pues creo que como dice el mismo Papa todo es perfectible, mejorable e incluso cuestionable y es una realidad que todo se tiene que ir adaptando a las nuevas realidades sin perder su esencia, lo que se queda estático no evoluciona.
Las personas nos equivocamos pero siempre podemos volver a rectificar el camino, el mensaje del Papa es sobre generosidad, empezando por ser generosos con nosotros mismos, el mensaje es de inclusión, en la iglesia siempre hay espacio para todos, un mensaje de apertura, cercanía y sencillez.
Otro de los momentos que más me llegó fue cuando dice que todos hemos vivido tormentas que el le llama los momentos de invierno y que dice que en esos momentos nunca hay que cambiar el rumbo por que uno no está viendo con claridad y habla de resistir y saber que el invierno pasa, buscar acompañamiento de personas que nos quieren, evadir la soledad en el invierno o en su defecto abrazarla, aceptarla y saber que también va a pasar
AMÉN Y GRACIAS Francisco por este ratito de ti y tus pensamientos que nos regalaste a todos.