Quasir Mahmood Malik, misionero en Barcelona de la comunidad musulmana Ahmadia de España "Queremos demostrar cómo las religiones pueden ser constructoras de paz"
La Comunidad Ahmadia fue fundada por Hadhrat Mirza Ghulam en la India en el año 1889 y actualmente tiene presencia en más de 206 países alrededor del mundo, entre ellos España, donde llegaron en 1946
Perseguida en países musulmanes, la comunidad se distingue por su papel conciliador. Su lema es “amor por todos, odio por nadie”, y lo materializan en su día a día y también mediante su onegé Humanity First
"Somos una comunidad musulmana muy dinámica, moderna y con valores morales y éticos sólidos", asegura Quasir Mahmood Malik, misionero de esta comunidad en la capital catalana
"Somos una comunidad musulmana muy dinámica, moderna y con valores morales y éticos sólidos", asegura Quasir Mahmood Malik, misionero de esta comunidad en la capital catalana
| Lucía Montobbio
Foc Nou- Representantes de las diferentes confesiones y comunidades religiosas presentes en España han condenado sin ambages el ataque que hirió al cura Antonio Rodríguez y acabó con la vida del sacristán David Valencia en la iglesia de La Palma, de Algeciras. Una de ellas ha sido la Comunidad Ahmadía del Islam en España, que en un comunicado publicado inmediatamente después de la brutal agresión ha expresado su consternación y conmoción por lo que han considerado “un ataque indignante y malvado, que no puede ser justificado en modo alguno ni circunstancia”.
Quasir Mahmood Malik es misionero en el Movimiento Musulmán de Ahmadia. En Barcelona, se ocupa de dinamizar a los grupos de jóvenes. Los ahmadías llegaron a Cataluña en 1986 y tienen también comunidades en Madrid, Murcia, y Valencia. Se distinguen por su papel conciliador. Su lema es “amor por todos, odio por nadie”, y lo materializan en su día a día y también mediante su onegé Humanity First. Sin embargo, son perseguidos por la mayoría de los países musulmanes. Son considerados “herejes” por creer que Jesús no murió en la cruz, y que el mesías esperado es su fundador: Hadhrat Mirza Ghulam.
Un restaurante indio
Quasir habla sentado en un restaurante indio de la Rambla del Raval de Barcelona. En castellano y mezclando palabras en inglés cuenta su historia. Nació en Pakistán, estudió Teología en Reino Unido, y en 2018 se desplazó a Barcelona. Está casado y tiene tres hijos pequeños. Pertenece a la comunidad ahmadía que se encuentra en Vía Júlia y se dedica sobre todo a los jóvenes. "Es importante implicarlos en la comunidad, que puedan pensar en iniciativas y proponerlas al resto".
“Este es uno de los mejores restaurantes hindúes de Barcelona”, continúa y pide pollo tandori, ensalada de legumbres, cordero macerado con yogur, pepino aderezado con varias especias, pero nada muy picante. En la comunidad de Barcelona se celebran reuniones locales y comidas comunitarias. Hay un grupo de mujeres, así como un grupo de diálogo interreligioso. "Trabajamos con el grupo de diálogo de Nou Barris, que a su vez está ligado con toda la actividad de diálogo interreligioso que se promueve desde el AUDIR". En el centro también se organizan clases de lectura del Corán y enseñanzas islámicas. "Los niños participan en concursos de oratoria y hacen presentaciones". También existen actividades más lúdicas como “competiciones deportivas o concursos de poemas”.
La primera comunidad del movimiento ahmadía en España nació en Madrid. Fue en 1946, cuando el representante D. Karam Illahi Zafar se estableció para pasar el mensaje del Islam a los ciudadanos. "Lo que hacíamos era publicar libros, organizar charlas y coloquios para transmitir nuestros valores religiosos, en concreto los relacionados con la paz y la espiritualidad". No sólo a un público amplio, sino que también a autoridades y personalidades públicas como la reina Sofía o el rey Felipe II. Hoy en día, cuenta con cientos de miembros en España, repartidos en las sedes de Madrid, Barcelona, Murcia y Valencia.
"He elegido un restaurante indio para hacer la entrevista porque precisamente está en la India que comienza la historia de la Comunidad Ahmadia". Fue fundada en 1889, por Hadhrat Mirza Ghulam, en Qadian, una población que se encuentra en el Punjab. Posteriormente, se han establecido en más de 206 países. "Somos una comunidad musulmana muy dinámica y moderna" y "queremos una comunidad de valores morales y éticos sólidos".
Perseguidos en países musulmanes
Los ahmadías han tenido problemas en muchos países musulmanes por sus creencias. La Liga Mundial Islámica declaró, en 1974, que la Comunidad Ahmadia no pertenecía al Islam. Los consideran herejes porque difieren de lo que la mayoría de musulmanes cree. "La principal diferencia religiosa entre nosotros y el resto de los musulmanes es que creemos que Jesús fue un profeta y, por tanto, vivió como un profeta y murió como un profeta".
Para defender esto, hacen referencia a 30 versos del Corán. También creen que la tumba de Jesús está en Cachemira. “Muchos investigadores no islámicos comparten un punto de vista similar... creemos que el Mesías largamente esperado no descendió físicamente del cielo porque murió en la tierra, y uno no puede estar en el cielo de forma física porque el cielo es un estado espiritual.”
El Mesías que vendría nacería dentro de los musulmanes como musulmán, pero sería elegido por Dios para la noble labor de reformar la comunidad musulmana. Este mesías llegó con la persona de Mirza Ghulam Ahmad, de Qadian. "Él no ha reclamado una profecía separada o una ley separada, sino que es un mensajero que viene a reformar y guiar a los musulmanes en el Islam".
Además, existen también tensiones porque “somos conocidos por defender los derechos universales de todas las religiones, incluso de las minoritarias; del mismo modo trabajamos para empoderar a las mujeres dentro de las comunidades”.
Constructores de paz
La Comunidad Ahmadia es reconocida por su trayectoria como mediadora. "Queremos trabajar con todos los pueblos, sin importar la religión, la cultura, el origen". Rechazan todo acto violento o relacionado con el terrorismo, “elaboramos programas educativos para transmitir valores pacíficos, positivos y hacer revivir al Islam por todas partes; queremos alejarnos de cualquier acto de violencia”.
Con el transcurso de los años, se han ganado el nombre de comunidad pacífica, respetuosa con la ley, perseverante y caritativa. Y esto se ha traducido en proyectos sociales, instituciones educativas, publicaciones, servicios sanitarios y humanitarios. De hecho, el mensaje que dio Hazrat Mirza Ghulam Ahmad “era conciliador, y ponía en el centro la paz, la hermandad universal y el sometimiento a la voluntad de Dios”.
Tienen por objetivo potenciar valores humanos, morales y espirituales. “Estimulamos el diálogo interreligioso y trabajamos para romper prejuicios del Islam que hay a veces en Occidente, para nosotros es básico que podamos entendernos con todas las religiones, como dice el Corán: no debe existir ninguna coacción en la religión", dice, mientras muestra fotografías del último encuentro en el que ha participado, el Foro Internacional Multireligioso 'Cruïlla de Camins' en Manresa.
Los ahmadías organizan, de forma periódica, simposios para incentivar el diálogo y la paz. Por ejemplo, en la sede de Londres se celebra el Simposio Internacional por la Paz, donde cada año “vienen personalidades de todos los ámbitos, principalmente del académico, de lo religioso, y de lo político... ahora recuerdo la presencia de Boris Johnson en uno de los últimos encuentros”.
Del mismo modo, se convocan jornadas interreligiosas a las que asisten varios líderes. “Queremos mostrar cómo las religiones pueden ser constructoras de paz, cómo defienden valores morales universales”. Además, sus referentes de la comunidad también participan en otros organismos como en el Parlamento Europeo, o en la UNESCO, donde el actual líder, Hazrat Mirza Masur Ahmad ha denunciado el extremismo y ha hablado varias veces en público sobre las claves para fomentar la paz.
Servicios humanitarios
La Comunidad Ahmadia también tiene la ONG Humanity First. “Mediante esta organización podemos asistir, de forma no lucrativa, a personas que viven situaciones de pobreza en todo el mundo”. Encontramos su presencia en todos los continentes. Se realizan diversas acciones como "la construcción de hospitales, de escuelas, de pozos de agua, de banco de alimentos". Además, han participado en la asistencia a personas afectadas por desastres naturales o guerras en varios puntos del mundo.“Ahora mismo estamos por ejemplo en Pakistán y en Ucrania, donde se viven dos de las crisis actuales más urgentes”.
El objetivo de Humanity First es ofrecer apoyo sostenible a la sociedad, ya la vez, empoderar a la comunidad local para que pueda actuar de forma autónoma. "Lo que más priorizamos son los proyectos de salud y de seguridad para atender a aquellos que son más vulnerables".
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