En un comunicado conjunto, elaborado por el Gobierno de la Ciudad de México, la Alcaldía Gustavo A. Madero, la Arquidiócesis Primada, la Conferencia del Episcopado y la Insigne  nacional  Basílica de Guadalupe, que acaba de salir, se ha decidido que la Basílica permanecerá cerrada del 10 al 13  de diciembre, por las condiciones sanitarias que vive el país a causa de la COVID-19.

Cada año, millones de personas, el día 12 de diciembre, fiesta de la virgen y fiesta nacional de México, asisten a la Basílica a cantar “Las mañanitas” y a invocar el nombre de la virgen en el Tepeyac. Yo he tenido la dicha de asistir a estos encuentros de fe en la Basílica y me he quedado asombrado de cuánta fe alberga, celebra  y expresa en esos días el pueblo mexicano.

Largas caravanas de peregrinos van llegando, desde lugares muy lejanos a postrarse ante la imagen de la  Guadalupana. Las celebraciones están abarrotadas de gentes, muchas de ellas en la explanada, de rodillas, lo mismo en las Mañanitas, a primera hora de la mañana, que en la bendición de las rosas, al medio día. Las oraciones y las lágrimas de emoción y devoción brotan a un mismo tiempo.

 Pero no solo en México, esta misma experiencia la he vivido también en EEUU, donde la presencia de mexicanos es muy abundante, y muchos de ellos ya asentados allí desde hace muchos años y con pasaporte norteamericano. Cuando llega la fiesta de la virgen de Guadalupe las celebraciones festivas se suceden en las distintas parroquias de Texas, California o Arizona,  en un ambiente colorista y participativo de gran interés, mientras se consume la avena caliente en una bebida deliciosa llamada Champurrado. He podido participar en estos homenajes-celebraciones a la virgen de Guadalupe, dirigidas por laicos, entre la música de los Mariachis y las canciones populares mexicanas.

Sin duda, un drama para el pueblo mexicano que la Basílica de la Morenita del Tepeyac esté cerrada este año para esta fecha tan señalada. Pero la fiesta se celebrará de muchas formas, en el corazón y en las casas particulares de  nuestros hermanos mexicanos que llevan a la virgen en el más alto pedestal de sus corazones.