Los "cardenales trepas" quieren ser alternativa contra Francisco Gerhard Lutwig Müller: el frustrado Papa
"Su arrogancia y altivez están a la vista. Se podía juntar con Sarah y Brandmüller y la oposición está servida contra el papa Francisco"
"A Müller le suena mal eso de reforzar las periferias y reducir el centralismo porque tiene una visión de la iglesia muy piramidal, centralizada y muy poco sinodal"
En uno de mis post anteriores, en este mismo blog, ya lo había anticipado. Estaba convencido de que las postura de algunos cardenales "trepas", a propósito de las reformas que quiere llevara cabo el papa Francisco, solo tenían como pretensión convertirse en alternativas o líderes de los grupos conservadores, opuestos a las reformas.
Ahora el cadenal Müller enseña las orejas y nos confirma que por ahí iban los tiros en su comentada "Declaración de la fe", que ha suscitado la queja firme pero fraterna del cardenal Kasper. Afirma que el papa es un obispo como todos los demás. ¡Pues claro que es un obispo más !pero el obispo de Roma! Lo que hubiera querido ser él, visto lo visto.
Y, por ser el obispo de Roma, se convierte en uno de los líderes más importantes del mundo, mucho más si le acompaña el carisma que tiene el papa Francisco. El obispo de Roma es el signo más indiscutible de unidad de todos los católicos del mundo. ¡Ahí es nada! Algo que nunca será el cardenal Müller por muy obispo y cardenal que sea.
Teología sin humildad
Para este ex prefecto de la Doctrina de la Fe los miembros del grupo C-9 tienen una "sorprendente ignorancia teológica". ¡Qué manera de descalificar a sus hermanos y decir, a la vez, que él sí tiene una profunda formación teológica! Y no digo yo que no la tenga pero, en lo que refiere a humildad, deja un poco que desear.
Su arrogancia y altivez están a la vista. Se podía juntar con Sarah y Brandmüller y la oposición está servida contra el papa Francisco. Las reformas que el papa quiere emprender, ha dicho, son un "error fatífico"y yo me pregunto qué son ellos en este momento de desbandada en la iglesia sino un error manifiesto, con esa actitud de restar y dividir en vez de sumar y multiplicar, que es lo que la iglesia está demandando hoy.
A Müller le suena mal eso de reforzar las periferias y reducir el centralismo porque tiene una visión de la iglesia muy piramidal, centralizada y muy poco sinodal, como desea el papa, según ocurría en los primeros momentos "El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido".
Insultos a Pablo VI
Esto le chirría al cardenal Müller y a sus amigos, ansiosos de ser oposición y escalar puestos en la carrera eclesial. Dice Müller que esto sería repetir los errores que cometió el papa Pablo VI. ¡Ya quisiera el cardenal Müller llegarle al tobillo al papa Pablo VI, de tan feliz memoria, al que la iglesia ha llegado a reconocer su santidad!
Lo que piense o deje de pensar este cardenal me trae sin cuidado pero sí me preocupa, en este tiempo de iglesias vacías, de falta de relevo vocacional, por falta de jóvenes comprometidos, el daño irreversible que hace esto en las comunidades cristianas, en un momento crítico donde el abominable crimen de la pederastia ha herido de mala manera la credibilidad de la iglesia.
Si, además, como parece, Müller ha estado en Madrid recientemente, pero no para verse con el cardenal Osoro o con el Nuncio, como seria lo normal, sino para encontrarse, imagino, con los representantes más conservadores de la iglesia madrileña, sean o no eméritos -todo se sabrá- se va confirmando el propósito de que su intención es meter el dedo en el ojo al papa Francisco en sus deseos de renovación y cambios que desea llevar a cabo. Un gesto de división de los que tanto ha criticado el mismo cardenal Müller. Nos tocará ver cosas peores.