La iglesia española no puede callar ante esta situación. Libertad religiosa y política definitiva para Cuba
"Un sacerdote detenido y una manifestación para exigir su libertad. ¿Y aquí?"
"Lo cierto es que el pueblo sufre las consecuencias de una pandemia descontrolada, una crisis económica galopante y una falta de oportunidades para los jóvenes asfixiante. La inflación es descomunal y ya hay dificultad para conseguir los productos de primera necesidad"
"Y la iglesia debería pronunciarse de manera firme a favor de los derechos de la gente cubana, como algunos obispos hacen en España en temas ideológicos que no son de su agrado"
"La iglesia de Cuba está sufriendo una persecución deleznable y la iglesia española ha de salir en su defensa en todos los ámbitos posibles"
"Y la iglesia debería pronunciarse de manera firme a favor de los derechos de la gente cubana, como algunos obispos hacen en España en temas ideológicos que no son de su agrado"
"La iglesia de Cuba está sufriendo una persecución deleznable y la iglesia española ha de salir en su defensa en todos los ámbitos posibles"
Los acontecimientos que están sucediendo en Cuba, en estos momentos, no pueden dejarnos indiferentes. Una amenaza de guerra civil se cierne sobre el país hermano. Un sacerdote, el P. Castor Álvarez, ha sido detenido en Camagüëy, después de ser golpeado, cuando salía en defensa de los manifestantes. La acusación es la de todos los dictadores: "Crear desorden público y atentar contra la revolución."
Acabo de ver en directo, en la cadena 4, la detención de una joven Youtuber que comunicaba la situación de Cuba. Un representante del Ministerio del Interior se ha acercado a su casa para que la acompañara a la policía, mientras una amiga suya se quedaba llorando, preocupada por lo que pudiera sucederle.
La situación de estos países clama al cielo. Y el silencio condescendiente de los políticos de izquierda ante estos dictadores es, cuando menos, sospechoso. Sucede lo mismo con Maduro en Venezuela. Por cierto, éste ya se ha apresurado a apoyar al gobierno represor de Cuba, no sea que le ocurra a él lo mismo. Las declaraciones tibias y confusas de nuestro gobierno en España, hasta el momento, son otra cuestión lacerante.
Lo cierto es que el pueblo sufre las consecuencias de una pandemia descontrolada, una crisis económica galopante y una falta de oportunidades para los jóvenes asfixiante. La inflación es descomunal y ya hay dificultad para conseguir los productos de primera necesidad. Una situación insostenible a la que el presidente, franqueado por el hermano de Fidel - las dictaduras se heredan- ha echado gasolina pidiendo a los revolucionarios, afines al régimen, que salgan a la calle a defender la revolución, o sea a él. ¡Menudo cara dura!
Los laicos y sacerdotes están organizando una manifestación -otra más- para exigir la libertad del sacerdote detenido. Con lo cual puede ocurrir cualquier cosa. El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel podía coger del brazo a Raúl Castro y marcharse de vacaciones a algún lugar lejano, para evitar que la situación se crispe aún más. Vista la situación de manifestaciones generalizadas, pidiendo libertad en todo el país, es muy posible –ojalá sea así- que estemos asistiendo a un cambio de régimen en Cuba y a la llegada de la democracia a este país hermano.
El pueblo cubano no ha tenido mucha suerte con la política que le ha tocado sufrir. La dictadura que padece ya comenzó en el año 1959 y fue para echar abajo otra dictadura. Después de la muerte del eterno Fidel Castro, Raúl, su hermano, continuó la dictadura y en 2018 cedió el poder a Miguel Díaz Canel, que en lugar de abrirse al mundo, como pidió el papa Junan Pablo II, en su histórica visita a la isla, ha mantenido una férrea dictadura con el apoyo en la sombra del anciano Raúl Castro, éstos llevan la dictadura en la sangre con los privilegios que supone para ellos. Decía la Youtuber detenida que a los dirigentes no les falta nada y están bien "gordos."
Esto no es solo una cuestión política sino de derechos humanos que afecta muy directamente a la iglesia. Y la iglesia debería pronunciarse de manera firme a favor de los derechos de la gente cubana, como algunos obispos hacen en España en temas ideológicos que no son de su agrado.
La iglesia de Cuba está sufriendo una persecución deleznable y la iglesia española ha de salir en su defensa en todos los ámbitos posibles. Pero me temo que no va a ser así. Y por ello, entre otras muchas cosas, la gente está cada día más decepcionada y alejada de la iglesia. Si no defendemos a nuestros hermanos en la fe, ¿qué hermanos somos?
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