Una recién graduada de Comillas obtiene plaza en el concurso-oposición al Cuerpo de Maestros de la Comunidad de Madrid
Carmen Giménez Cerezo es la primera graduada en Educación Primaria por Comillas que ha obtenido plaza en el concurso-oposición convocado en mayo pasado por la Comunidad de Madrid para ingresar en el Cuerpo de Maestros, cuyo resultado se ha conocido a finales del mes de julio. Giménez, que acaba de terminar su carrera en este curso, ha encabezado la lista de aprobados reservada para personas con discapacidad, ya que necesita utilizar una silla de ruedas para desplazarse.
Otras seis compañeras de promoción de Giménez se presentaron al mismo concurso-oposición, y dos de ellas, Marta Martín Villarreal y María del Carmen Baldominos Casado, las han aprobado también pero no han conseguido plaza. Este concurso-oposición era el primero convocado en la Comunidad de Madrid desde 2011, y ha sido el primero al que se han podido presentar graduados en magisterio de Comillas, de la que han salido dos promociones hasta ahora. Las altas tasas de colocación de la primera promoción (la totalidad de los graduados en Educación Primaria y el 75 por ciento en Educación Infantil) pueden explicar que ningún titulado del curso pasado se haya presentado a esta convocatoria.
El próximo mes de septiembre, Giménez se incorporará a un centro escolar como funcionaria en prácticas. Un tutor y el Director del colegio evaluarán su labor durante los primeros seis meses y, si recibe el "apto", en septiembre del 2014 será oficialmente funcionaria.
En principio, no pensaba presentarse a oposiciones; pero uno de sus profesores le contó que se habían convocado justo antes de los exámenes finales de mayo, y le animó a presentarse. "Me pareció algo bastante precipitado, pero como salí contenta del último examen me puse a buscar información sobre la convocatoria. A la semana siguiente estaba apuntada y tenía el temario comprado".
El corto plazo de tiempo del que disponían las alumnas para presentarse a la convocatoria obligó a adelantar todo el proceso (entrega de notas, sesiones de evaluación, firma y entrega de actas...) para que la Secretaría General pudiera certificar la condición de graduadas de las candidatas y, finalmente, se consiguió que pudieran inscribirse en la misma semana en que acabaron sus estudios.
Once mil seiscientos candidatos concurrían a las 350 plazas convocadas para el Cuerpo de Maestros de la Comunidad de Madrid; es decir, 33 por plaza. De las 150 destinadas a Educación Primaria, diez estaban reservadas a personas con discapacidad, y a estas últimas se presentaban cerca de 60 aspirantes. "Tras la primera prueba, que era eliminatoria, quedamos 12", señala Giménez, que tuvo una nota final de 6 puntos después de haber obtenido una calificación de 8,1 puntos en la parte correspondiente a la oposición, que constituye los dos tercios del resultado final, y otros 2 puntos en el tercio restante, que corresponde al concurso de méritos (experiencia como docente en colegios públicos, idiomas, expediente académico, cursos de formación realizados, etc.). "En principio -añade- no hay ninguna diferencia entre las funciones que realiza un maestro con y sin discapacidad. Simplemente, la Comunidad de Madrid me ha hecho una valoración médica para comprobar lo que puedo y lo que no puedo hacer, para adaptar el puesto de trabajo a mis necesidades".
Giménez afirma que opositar ha sido una buena experiencia, y le ha parecido más fácil de lo que suponía. Cree que le ha ayudado bastante presentarse con la idea de "ir a probar", en lugar de "ir a aprobar", porque así no se agobió. Al hacer el examen utilizó todo lo que había aprendido en los cuatro años de universidad, en vez de preocuparse de poner todo lo que venía en el temario. "Cuando entré en la primera prueba -relata- estaba segura de que no iba a aprobar, pero después de casi ocho horas de examen, porque como escribo un poco más despacio pedí más tiempo, salí con muy buena impresión. A la segunda prueba ya fui un poco más nerviosa, porque después de haber pasado la primera quería terminar bien, y también salí contenta".
Eligió Comillas para hacer sus estudios por "su programa de prácticas desde el primer curso, la formación para la enseñanza del inglés, tan necesaria hoy en día, y la atención personalizada a los alumnos por parte de los profesores". "Los cuatro cursos en Comillas han sido buenos -continua-, ha habido momentos mejores y otros peores, pero en general me llevo aprendizajes y experiencias muy valiosas para mi futuro profesional".
Subraya que "la formación que he recibido en Comillas ha sido clave para tener éxito en la oposición, prueba de ello es que, a pesar de haber tenido poco tiempo para preparar las pruebas con su temario específico, las he pasado con muy buenos resultados. No solo ha sido importante aprender los contenidos propios de cada área, también ha sido fundamental haber desarrollado habilidades para expresarme por escrito y de forma oral, comunicar de forma clara la información sobre un tema o un proyecto, y defender convincentemente mis ideas o aportaciones".
Por último, Carmen Giménez expresa su agradecimiento a sus profesores, que personaliza en Juan Carlos Torre, por su apoyo durante todos los cursos y las facilidades que le procuró para conseguir el certificado académico para presentarse a tiempo a las oposiciones; a Vicente Hernández, por su insistencia durante casi tres años para que me presentara a las oposiciones al terminar; a Olga Martín, por su ayuda para preparar la programación y su defensa en la última prueba del examen, y, en general, "a todos los profesores, porque durante los cuatro años me han ayudado a crecer como maestra y como persona".
Cabe destacar que la segunda prueba del concurso-oposición, en la que se evalúa la aptitud pedagógica del candidato que debe presentar una programación didáctica y desarrollar una unidad didáctica, coincide exactamente con el trabajo de fin de grado, que deben hacer los alumnos de magisterio de Comillas, por lo que terminan sus estudios muy bien preparados en esta materia.