La Economía de Francisco en 10 preguntas Yoselin Rodrigues: "El Papa quiere poner la economía al servicio de la humanidad, y no al revés"

Es muy joven, tan sólo tiene 28 años, pero su mirada desprende inteligencia y bondad en una preciosa y equilibrada mezcla de madurez e inocencia. Yoselin Rodrigues nació el 8 de octubre de 1993 en Caracas y tiene doble nacionalidad pues su padre es portugués, de ahí esa “s” en su apellido. Allí estudió en la Universidad Católica Andrés Bello “Administración de Empresas y Contaduría Pública”, lo que aquí sería Contabilidad. En 2019 llegó a España para estudiar en la Universidad Carlos III de Madrid el máster en "Iniciativa Emprendedora y Creación de Empresas”. Trabaja de manera doble: por un lado, en un despacho de abogados, en el área laboral. Y por otro lado, poniendo en marcha una asociación cultural que ha fundado con otras amigas (Ángela y Celia Denore y Natalia Botonaki) que se llama "No pinto nada", pero que justo pretende visibilizar a aquellos que son más importantes en la sociedad. Hablamos con ella a pocos días de viajar a Asís al evento que tendrá lugar entre el 22 y 24 de septiembre y en el que se darán cita más de mil jóvenes de todo el mundo, que tendrán, además, la ocasión de encontrarse con el papa Francisco.

¿A qué se dedica la asociación "No pinto nada"? 

Nuestra idea es generar espacios para repensar el sistema de valor y lo hacemos a través de talleres, publicaciones e investigación. Es un lugar donde queremos reconocer el valor de las personas que trabajan por el bien común, que son normalmente las personas que sostienen la vida, pero no se ven, que aparentemente no pintan nada. Desde una madre que cuida de sus hijos, la señora que va a bañar a mi abuela que está en cama desde hace diez años, personas fundamentales a las que nadie está viendo. Y también son las personas que tienen iniciativas en pueblos pequeños, que trabajan para que tengamos un parque, para que tengamos espacios comunes que disfrutar entre todos. Digamos que también podría ser un economista que repiensa una forma distinta de comercializar algunas cosas. Quien piensa en la naturaleza, quién piensa en cómo hacer el comercio sustentable. Todas esas personas trabajan por el bien común. Seguramente tú también con tu idea de la Comunicación para la Solidaridad... 

¿Cómo se mezcla eso de repensar el sistema de valor con el arte en vuestra asociación?

Para nosotras el arte es transformador. Es un espacio donde se rompen barreras y una herramienta que podemos usar y de la que podemos formar parte. Para nosotras, los rostros de las personas son los que constituyen los lugares. A través de los rostros que están en esos lugares es donde trabajamos y donde sentimos que se trabaja por el bien común. Entrevistamos a las personas, les hacemos retratos y luego juntos hacemos una obra de arte colectiva y ahí es donde puedes mirar que se reconoce el bien común. Suelen ser obras de arte sobre todo plásticas. Una de nuestras compañeras es música. Suele acompañar el resto de las cosas que hacemos, pero sobre nos dedicamos a las artes plásticas porque son aquellas en las que todos podemos hacer algo con nuestras manos. No importa que tengamos formación en pintura, ni mucho menos. 

¿Y cuándo escuchaste tú hablar de la Economía de Francisco (The Economy of Francesco) y qué pensaste al conocerla?

Pues fue en el año 2019. De hecho, me llegó a través de unos amigos que son un poco mayores que yo y que dijeron "si tuviera unos cuantos años menos me encantaría ir a este evento". Y yo de repente les dije "Ah, pues yo tengo unos cuantos años menos, voy a ver qué es esto".  Y luego, cuando lo busqué, me di cuenta de que era algo que respondía a un deseo que había en mi corazón desde hace mucho tiempo, por lo que estudié ADE y Contabilidad. 

¿Cómo defines tú The Economy of Francesco en pocas palabras?

Creo que es poner al servicio de la humanidad la economía y no al revés. Es decir, un espacio donde podamos estar todos, donde todos podamos desarrollarnos y donde no haya tantas desigualdades. 
Precisamente de desigualdades trata la "Aldea" en la que participas (Desigualdades y CO2/CO2 of Inequalities)

¿Cuándo te decidiste a formar parte de ese grupo de trabajo? 

En el 2019 acababa de llegar a España. Ahora en el 2022 que ya estoy con "No pinto nada", y teniendo una perspectiva un poco más amplia de ciertos problemas sociales, es cuando me vuelve a llegar la invitación y  creo que ha llegado en el momento adecuado, cuando ha tenido que ser y entonces entro a formar parte de la Aldea de las "Desigualdades y CO2" que yo creo que es una aldea donde cabemos todos, precisamente porque podemos tratar muchas desigualdades y nos hemos dado cuenta de que muchas de ellas han sido generadas en la misma medida que generamos y que muchas empresas generan CO2. Alrededor de esa polución curiosamente también se genera desigualdad, maltrato con la naturaleza, etcétera. Estamos trabajando esto en tres ámbitos: el económico, en las capacidades y oportunidades de las personas y en el medio ambiente. Estas son las tres partes donde estamos centrando un poco el trabajo ya que desigualdades hay muchísimas. 

Y ahora, quienes formáis parte de esa Aldea os vais a encontrar por fin en Asís ¿verdad? ¿Qué expectativas te genera ese encuentro y que vais juntos allí? 

Pues llevamos trabajando desde hace un par de meses y lo que antes era solo una idea, ya se va haciendo realidad. Lo que deseo es llegar ahí, estar con estas personas, compartir el espacio y descubrir caminos juntos, que es parte de lo que ya venimos haciendo online, pero ahora con la riqueza de estar juntos y verificar que esa promesa que llevamos en el corazón es real. Y además queremos generar un "Decálogo" en el que podamos expresar diez posibilidades, diez compromisos que creemos que podrán reducir las desigualdades y que son una intuición que tenemos. Haremos un camino para llegar a este decálogo, pero lo más importante no es el decálogo en sí mismo, sino el proceso de verificación que vendrá después en el espacio que ocupa cada uno en su realidad.

O sea que vais a generar un "Decálogo" para luchar contra las desigualdades, pero con proceso de verificación, pero ¿cómo vais a verificarlo?

Bueno, eso será parte de la siguiente aventura o capítulo, que también nos hace mucha ilusión pues no pensamos que lo que generamos tiene un inicio y un fin, sino que es un camino que recorrer y que estamos iniciando y que no sabemos a dónde nos llevará. Por eso la importancia de verificar estas cosas que vamos descubriendo juntos. En mi aldea hay gente de muchos países, cada uno viene desde una realidad personal y colectiva muy distinta y creemos que estar juntos en un mismo espacio y pensar en este decálogo es importante. Pero también es importante regresar a nuestros espacios y estando ahí poder compartir con otras personas y desde nuestras propias iniciativas, verificar si ese decálogo es real o no y si es útil o no.

Parece claro que la contaminación del medio ambiente genera desigualdades, ¿pero crees que también sucede al revés, que a su vez son esas desigualdades las que han generado o ampliado la explotación de los recursos de la naturaleza?

Sí, totalmente. O sea, estoy convencida de que hay una interconexión en todo esto y parece claro que el Papa también lo cree y lo expresa así en Laudato si'. Y por eso nos llama a este evento y a formar parte de esta comunidad global de The Economy of Francesco y nos llama también a cuidar nuestra casa común. 

Precisamente hablando del papa Francisco, él estará allí en Asís, si Dios quiere, el sábado 24 de septiembre ¿Qué emociones te llegan al pensar en ese encuentro con el Papa?

Pues para mí será la segunda vez que puedo encontrarme con el Papa Francisco y la tercera con un Papa, pues estuve en la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud) de Madrid con Papa Benedicto XVI en 2011 y en la JMJ de Rio de Janeiro con Papa Francisco en 2013. Y creo que llevo la misma sensación, la sensación de querer estar, querer estar juntos, escucharnos y así estar más segura de este camino en que estoy desde hace unos años, repensando la economía y repensando el sistema de valor. 

Hay quien cree que si ya hay una JMJ no sería necesario un encuentro como este ¿Qué crees que aporta de diferente una comunidad global como la que acaba de nacer en comparación con una JMJ, con un encuentro de jóvenes de otro tipo?

Yo valoro mucho la JMJ, creo que ha sido muy importante para mí en particular, pero hay una cosa que estoy viviendo en La Economía de Francisco, que no he vivido en la JMJ y es justamente poder estar con personas de otras religiones, de otras perspectivas y que podamos compartir juntos algo tan esencial como es el cuidado de la vida y este deseo de vivir mejor, donde todos podamos ser parte de esta casa, de esta casa común, pero no necesariamente seamos de la misma Iglesia católica.

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