Audiencia del Papa a los miembros de Charis, el Servicio Internacional para la Renovación Carismática ¿Qué tienen para Francisco las personas carismáticas?: "Saben sonreír"
El Papa se encuentra en el Aula Pablo VI con los miembros de Charis, el Servicio Internacional para la Renovación Carismática, para la conclusión del encuentro "Llamados, transformados y enviados": su tarea no es "controlar los carismas", sino anunciar a Cristo a todos, incluso en los lugares más pequeños y remotos, también entre los pobres
| Adriana Masotti
(Vatican News).- El papa Francisco se ha encontrado esta tarde con Charis, la organización internacional de servicio a todas las expresiones de la Renovación Carismática Católica, instituido por la Santa Sede, cinco años después del inicio de sus actividades. El evento "Llamados, transformados y enviados", organizado en el Aula Pablo VI y que ya va por su tercera y última jornada, es una ocasión para verificar lo que ya se ha vivido con la mirada puesta en el futuro y, por tanto, en los nuevos objetivos, teniendo en cuenta la tarea que hay que llevar a cabo al servicio de toda la Iglesia. Sin olvidar a la humanidad, que hoy vive el drama de nuevas guerras. Al final de su discurso, el Papa recordó que en su primer encuentro con Charis, el 8 de junio de 2019, hubo un momento de silencio y oración por la paz en Oriente Medio, y de nuevo invitó a todos a hacer lo mismo por la paz en el mundo. Cerca de cuatro mil las personas presentes.
En su discurso, precedido en el programa de la tarde por el del cardenal Raniero Cantalamessa, asistente eclesiástico de Charis, Francisco entró inmediatamente en el corazón de la reflexión promovida en estos días en Roma, haciendo muchas preguntas: “¿cómo marcha el trabajo de Chari?, ¿cómo se están desarrollando los servicios locales de comunión?, ¿qué mensajes nos dan?, ¿cuál es el estado de salud de la Renovación Carismática Católica en el mundo?, ¿se está creciendo en madurez eclesial?". El Papa subraya que el papel de Charis es mostrar a todas las comunidades de la Renovación, a la que llama "corriente de gracia", "un camino a recorrer en comunión" y observa:
"Charis es, por así decirlo, una 'ventana' en el vasto y variado mundo de la Renovación Carismática Católica. Las personas que trabajan allí, tienen la gran oportunidad de 'asomarse' por esta ventana, y mirar más allá. De superar la propia experiencia local, y reconocer la riqueza que el Espíritu Santo suscita en todas partes; en contextos culturales, sociales y eclesiales muy diferentes del propio".
Y sobre la estrechez de miras, el Papa añade de pasada que una monja le dijo una vez que "algunos católicos son como los caballos", llevan anteojeras, y por eso "son incapaces de mirar a un lado o a otro". Y concluye suscitando aplausos: "Esta estrechez de miras, gracias a Dios, la han vencido y luchan contra ella: y eso me gusta".
Multiplicar los "Seminarios de Vida Nueva"
El Papa cita uno de los objetivos que Charis se había fijado, y es el de extender los llamados "Seminarios de Vida Nueva", momentos de "primer anuncio" para ofrecer al mayor número posible de personas la oportunidad de encontrarse con Jesús y experimentar la Iglesia como lugar acogedor. Y continúa:
"Así pues, hoy les pregunto: ¿se están ofreciendo estos Seminarios de vida nueva en los distintos contextos eclesiales, aún en aquellos más remotos y pequeños, incluso entre los pobres y en las periferias? Que cada uno dé la respuesta dentro de su propio corazón. Un obstáculo podría ser pensar que estos Seminarios están destinados solo para las grandes estructuras y para los líderes más destacados, cuando en realidad también los pequeños grupos parroquiales y los responsables locales pueden organizarlos y ofrecerlos a las personas de su territorio".
Promover los carismas en la Iglesia
Tras observar que después de este "primer anuncio" es necesario acompañar a las personas para que el fuego encendido en ellas no se apague, recomendando así cursos de formación adecuados, el Papa Francisco recuerda dos aspectos presentes en los Estatutos de Charis. El primero es la promoción de la dimensión carismática en la Iglesia:
"El servicio que puede prestar Charis es precisamente el de promover los carismas, motivando a que se dispongan en favor de toda la Iglesia. Promover, no controlar los carismas. Y para ello, para promover el carisma, debemos seguir a Aquel que es un maestro en el promover el carisma: el Espíritu Santo. El Espíritu Santo, piensen en la mañana de Pentecostés, no se entendía nada, un gran desorden. Pero es Él, Él mismo, es quien hace la armonía en esa gran diversidad. Y éste es el Maestro que nos enseña a fomentar los carismas".
Ultima giornata dell'evento "Chiamati, trasformati e inviati" promosso da #Charis, il Servizio internazionale della Santa Sede per il Rinnovamento carismatico cattolico. Nel pomeriggio l’incontro con il #Papa. @charisoffice
— Vatican News (@vaticannews_it) November 4, 2023
El otro aspecto es el fomento del crecimiento espiritual de cada bautizado. Afirma el Papa: "No debe darse por supuesto que una vez que se ha recibido este bautismo en el Espíritu, ya se es plenamente cristiano. El camino de la santidad es siempre progresivo, en la conversión personal y en el don de sí mismo a Cristo y a los demás, y no solo en el “bienestar espiritual” individual".
Promover, no controlar
Francisco reitera el papel de servicio de Charis a las comunidades de la Renovación y a la Iglesia, y repite que no le corresponde juzgar "quién es auténticamente carismático", que ésta es "una tentación propia de la Iglesia". Y añade: "Si alguien me pregunta: 'Pero, deme una señal: ¿qué hace en una persona la verdadera vida de renovación? Lo que me viene a la mente [es que] las personas que viven plenamente la renovación, saben sonreír".
Y esta sonrisa, prosigue, les ayudará a estar vigilantes "para no entrar en la tentación de los juegos de poder e influencia, rechazando el deseo de sobresalir y de mandar", porque "la verdadera tarea es servir", dando cabida y formando a futuros líderes.
Oración por la paz mundial
A continuación, se detuvo en la tragedia que se está viviendo en Oriente Medio y recordó que el anterior encuentro con Charis coincidió con el quinto aniversario del histórico encuentro en los Jardines Vaticanos entre el entonces presidente de Israel, Shimon Peres, y el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, al que también asistió el Patriarca Ecuménico Bartolomé I. El Papa concluyó diciendo:
"En ocasión de nuestro primer encuentro, en junio del 2019 -han pasado años ya-, hicimos un momento de silencio rezando por la paz, recordando el encuentro en el Vaticano de los presidentes del Estado de Palestina y del Estado de Israel. Hermanos y hermanas, la guerra destruye también la memoria de los pasos dados en favor de la paz (…) la guerra destruye todo. Todo. Quita humanidad. El otro día, el 2 de noviembre, fui a celebrar Misa en el cementerio militar de la Commonwealth; al entrar, miraba en las tumbas la edad de los caídos: todos jóvenes, entre 20 y 30 años. Destruye la juventud, no sabe hacer otra cosa que destruir. Por favor, luchemos por la paz. ¡No dejemos que nos roben esta memoria! Ahora los invito a rezar".
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