El relator general invita a leer los signos de los tiempos para "la gramática sinodal" Hollerich: "El Sínodo no es una batalla entre posiciones A y B"

“No estamos sentados en orden jerárquico, sino alrededor de mesas redondas, para favorecer el verdadero compartir y el discernimiento. La sala no está dispuesta así por razones prácticas o por decisión de la Secretaría del Sínodo, sino para reflejar la experiencia del pueblo de Dios en el camino sinodal iniciado en 2021”. Fueron las palabras del relator general del Sínodo, el cardenal Jean-Claude Hollerich, sobre la disposición circular de las mesas durante la primera Congregación de la XXVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, iniciada en la tarde del 4 de octubre en el Aula Pablo VI del Vaticano, informa Vatican News.

“Las mesas redondas nos recuerdan también que ninguno de nosotros es el protagonista del Sínodo. El Espíritu Santo es el protagonista y sólo con un corazón plenamente dispuesto a dejarse guiar por el Espíritu podemos responder a la llamada que hemos recibido como miembros del Sínodo. Hablar del Espíritu Santo no es olvidar que nuestra mirada está puesta en Cristo. Al contrario, el Espíritu Santo hace presente a Cristo aquí entre nosotros”, indicó también el purpurado, subrayando que "el Pueblo de Dios camina con Cristo al centro, es decir, grupos que están a su izquierda o a su derecha, delante o detrás, pero cuando todos ellos miran hacia al Señor, no pueden evitar ver a quienes ocupan la posición contraria, aunque todos caminan con Cristo".

“En otras palabras -prosiguió-, los llamados progresistas no pueden mirar a Cristo sin ver junto a Él a los llamados conservadores, y viceversa. Sin embargo, lo importante no es el grupo al que parezcamos pertenecer, sino caminar con Cristo dentro de Su Iglesia".

La gramática de la sinodalidad

En su introducción, Hollerich se refirió también a la "gramática de la sinodalidad" que, afirmó, cambia debido a que "la lectura de los signos de nuestro tiempo debe ayudarnos a descubrir una gramática de la sinodalidad adecuada a nuestro tiempo", aunque quiso dejar también muy claro que  “hay algunas reglas básicas que nunca cambian", como "la catolicidad, como la dignidad que deriva del Bautismo; el papel de Pedro en la Iglesia; la colegialidad episcopal; el ministerio ordenado; el sacerdocio común de los fieles y el hecho de que están ordenados unos a otros”.

Como ya lo había manifestado Francisco en la misa de apertura de esta asamblea sinodal, Hollerich volvió insistir en que "debemos tener siempre presente que un Sínodo no es un Parlamento. En el Parlamento, los políticos debaten el texto A propuesto por la mayoría. La oposición propone el texto B. En el mejor de los casos, algunos puntos del B se introducen en el A (...) Pero, en cualquier caso, es una estrecha mayoría la que decide lo que toda la población debe aceptar”.

En este sentido, reiteró que la implicación de todo el Pueblo de Dios ya se había dado en las fases precedentes y que ahora, aquel fruto, el instrumentum laboris, está a la espera de un discernimiento. “No se trata de una batalla entre posiciones A y B”, enfatizó.

Fruto de este trabajo entre los sinodales, Hollerich mostró su deseo de que "durante este mes de trabajo podamos elaborar una hoja de ruta para el próximo año, que luego podamos confiar al Santo Padre. Idealmente, esta hoja de ruta debería indicar dónde sentimos que se ha alcanzado un consenso entre nosotros y especialmente dentro del Pueblo de Dios, identificando posibles pasos a dar como respuesta a la voz del Espíritu. Pero también debería indicar dónde es necesaria una reflexión más profunda y qué podría fomentarla”, concluyó Hollerich.

El cardenal Grech y la Iglesia de la escucha

Esa misma tarde intervino también el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, quien señaló que la Iglesia hoy está llamada a “ser signo e instrumento del amor de Dios para todo hombre”, así como la Madre Angelini, quien, dirigiendo a los padres y madres sinodales, les dijo que, “los pequeños, son la fuerza dinámica de la sinodalidad", informa Vatican News.

Grech, que presentó su informe sobre el camino sinodal iniciado en septiembre de 2021, recordó que Iglesia y sínodo son sinónimos y ser Iglesia sinodal, citando palabras del Papa, significa ser "una Iglesia de la escucha", "escuchar la Palabra de Dios, a la luz de la Tradición, para comprender la voluntad de Dios para hoy", destacando a su vez cómo por primera vez en la historia Sínodo los laicos, religiosas, religiosos, diáconos y sacerdotes son "miembros de pleno derecho de la Asamblea". 

Por su parte, la madre benedictina María Grazia Angelini, del monasterio de Viboldone, quien acompañó el retiro espiritual presinodal celebrado en Sacrofano estos últimos días, llamó la atención sobre la figura de san Francisco, en el sentido de que el Señor se revela a los pequeños como él y "los pequeños" son "la fuerza dinámica de la sinodalidad, que debe redescubrirse para nosotros, en nosotros, generación estresada y dispersa en conversaciones, a veces realmente agotadoras".