En Bérgamo han muerto seis sacerdotes por el coronavirus El Papa llama al obispo de la zona de Italia más afectada por la pandemia
En la Lombardía, a la que pertenece la diócesis, hay más de 17.700 infectados y casi 2.000 muertos
El obispo de Bérgamo, Mons. Francesco Beschi, informó al Pontífice de la situación detallada de los afectados
| RD/Agencias
El Papa Francisco llamó en la mañana de ayer, miércoles 18 de marzo, al Obispo de Bérgamo (en el norte de Italia), Mons. Francesco Beschi, para transmitirle su cercanía y afecto a los fieles de la diócesis, que es duramente golpeada por la epidemia de coronavirus COVID-19. En esta diócesis han fallecido desde el inicio de la crisis sanitaria seis sacerdotes.
En su llamada, transcrita por el mismo obispo en la página web de la diócesis, el Papa se interesó por la situación de los fieles de la diócesis y mostró su preocupación por la evolución de la epidemia. El Santo Padre pidió al Obispo que traslade su cercanía a los enfermos y a las familias confinadas.
Asimismo, mostró su satisfacción por la labor pastoral que siguen realizando tantos sacerdotes para mantener cercanía con las familias, los ancianos y los niños.
Las últimas cifras de contagios facilitadas por el gobierno italiano, del 18 de marzo a las 18,00 (hora local) señalan que los positivos en Italia desde el inicio de la epidemia son de 28.710 y las cifras de fallecidos alcanzan ya las 2.978 personas. En la región de Lombardía, a la que pertenece Bérgamo, se han producido un total de 17.713 contagiados desde el inicio y han fallecido 1.959 personas.
“El Papa Francisco ha prometido que nos llevará en su corazón y en sus oraciones diarias”, aseguró el obispo
“Esta mañana, el Papa Francisco me ha llamado por teléfono. El Santo Padre ha sido muy cariñoso al mostrar su cercanía paterna conmigo, con los sacerdotes, con los enfermos, con quienes los cuidan y con toda nuestra comunidad”, escribió el obispo. “Quería conocer detalles sobre la situación que vive Bérgamo, sobre la cual estaba muy informado”, afirmó, y agregó: "Estaba muy impresionado por el sufrimiento de los muchos fallecidos y el desapego que las familias se ven obligadas a vivir de una manera tan dolorosa”.
“Me ha pedido que le lleve consuelo y bendición de gracia, luz y fuerza a todos y cada uno”, subrayó. “En particular me pidió que enviara su cercanía con los enfermos y con todos aquellos que, de diferentes maneras, lo están haciendo heroicamente por el bien de los demás: médicos, enfermeras, autoridades civiles y de salud, agentes de la ley”.
Por otra parte, Francisco expresó un “sentimiento de profunda satisfacción hacia nuestros sacerdotes, impresionado por la cantidad de muertos y hospitalizados, pero también impresionado positivamente por la fantasía pastoral con la que se han puesto en marcha todas las formas posibles de cercanía con las familias, los ancianos y los niños”. Esto es, para el Papa, “un signo la cercanía de Dios”. “El Papa Francisco ha prometido que nos llevará en su corazón y en sus oraciones diarias”, aseguró el obispo.