"El Apóstol Pablo nos enseña también a nosotros a 'volar alto'" El Papa desea buen verano: "Espero que las próximas vacaciones de verano sean un tiempo de refresco y renovación espiritual"
"¿Cómo es posible que Dios se sirva de un pecador, de una persona frágil y débil, para realizar su voluntad?"
"Pablo no se detiene en la superficie de los problemas, como a menudo tenemos la tentación para encontrar en seguida una solución que ilusiona para poner a todos de acuerdo con un compromiso"
"¡Los caminos del Señor son inescrutables! Lo tocamos con la mano cada día, pero sobre todo si pensamos en los momentos en los que el Señor nos ha llamado"
"La gracia cambia el corazón y la vida y nos hace ver caminos nuevos. No lo olvidemos"
"¡Los caminos del Señor son inescrutables! Lo tocamos con la mano cada día, pero sobre todo si pensamos en los momentos en los que el Señor nos ha llamado"
"La gracia cambia el corazón y la vida y nos hace ver caminos nuevos. No lo olvidemos"
En el patio de San Dámaso, el Papa Francisco continúa con su catequesis sobre la carta de Pablo a los Gálatas y glosa, a través de ella, la forma en la que el Apóstol soluciona los conflictos en la comunidad: volando alto y yendo al fondo de los problemas. Francisco aprovechó la última audiencia del mes de junio para desear felices vacaciones a todos. “Espero que las próximas vacaciones de verano sean un tiempo de refresco y renovación espiritual”, deseó.
Lectura de la carta de Pablo a los Gálatas: “Dios, que me eligió desde el seno de mi madre, me llamó por medio de su gracia y se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los gentiles”.
Catequesis del Papa
Hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Nos adentramos poco a poco en la Carta a los Gálatas. Hemos visto que estos cristianos se encuentran en conflicto sobre cómo vivir la fe. El apóstol Pablo empieza a escribir su Carta recordándoles las relaciones pasadas, el malestar por la distancia y el amor inmutable que tiene por cada uno de ellos. Sin embargo, no deja de señalar su preocupación para que los gálatas sigan el camino correcto: es la preocupación de un padre, que generó las comunidades en la fe. Su intención es muy clara: es necesario reafirmar la novedad del Evangelio, que los gálatas han recibido de su predicación, para construir la verdadera identidad sobre la que fundar la propia existencia.
Descubrimos en seguida que Pablo es un profundo conocedor del misterio del Cristo. Desde el principio de su Carta no sigue los bajos argumentos de sus detractores. El apóstol “vuela alto” y nos indica también a nosotros cómo comportarnos cuando se crean conflictos dentro de la comunidad. De hecho, solo hacia el final de la Carta, se aclara que el núcleo de la controversia suscitada es el de la circuncisión, por tanto, de la principal tradición judía.
Pablo elige el camino de ir más en profundidad, porque lo que está en juego es la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos, que es parte integrante del mismo. No se detiene en la superficie de los problemas, como a menudo tenemos la tentación para encontrar en seguida una solución que ilusiona para poner a todos de acuerdo con un compromiso. Pablo sabe que Jesús no es un hombre de componendas. No funciona así con el Evangelio y el Apóstol ha elegido seguir el camino más arduo. Escribe así: «Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo» (Gal1,10).
En primer lugar, Pablo se siente en el deber de recordar a los gálatas que es un verdadero apóstol no por mérito propio, sino por la llamada de Dios. Él mismo cuenta la historia de su vocación y conversión, que coincide con la aparición de Cristo Resucitado durante el viaje hacia Damasco (cfr Hch 9,1-9). Es interesante observar lo que afirma de su vida precedente a ese suceso:«Encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis padres» (Gal1,13-14).
Pablo osa afirmar que él en el judaísmo superaba a todos, era un verdadero fariseo celante «en cuanto a la justicia de la Ley, intachable» (Fil3,6). En dos ocasiones destaca que había sido un defensor de las «tradiciones de los padres» y un«convencido defensor de la ley».
Por un lado, él insiste al subrayar que había perseguido ferozmente a la Iglesia que había sido un «blasfemo, un perseguidor y un insolente» (1 Tm1,13); por otro, evidencia la misericordia de Dios con él, que le lleva a vivir una transformación radical, bien conocida por todos. Escribe: «Pero personalmente no me conocían las Iglesias de Judea que están en Cristo. Solamente habían oído decir: “El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir» (Gal1,22-23). Se convirtió, cambió el corazón.
Pablo evidencia así la verdad de su vocación a través del impresionante contraste que se había creado en su vida: de perseguidor de los cristianos porque no observaban las tradiciones y la ley, había sido llamado a convertirse en apóstol para anunciar el Evangelio de Jesucristo. Pablo es libre.
Pensando en su historia, Pablo está lleno de maravilla y de reconocimiento. Es como si quisiera decir a los gálatas que él podría ser de todo menos apóstol. Había sido educado desde niño para ser un irreprensible observador de la ley mosaica, y las circunstancias le habían llevado a combatir los discípulos de Cristo. Sin embargo, sucedió algo inesperado: Dios, con su gracia, le había revelado a su Hijo muerto y resucitado, para que él se convirtiera en anunciador en medio de los paganos (cfr Gal1,15-6).
¡Los caminos del Señor son inescrutables! Lo tocamos con la mano cada día, pero sobre todo si pensamos en los momentos en los que el Señor nos ha llamado. No debemos olvidar nunca el tiempo y la forma en la que Dios ha entrado en nuestra vida: tener fijo en el corazón y en la mente ese encuentro con la gracia, cuando Dios ha cambiado nuestra existencia. Cuántas veces, delante de las grandes obras del Señor, surge de forma espontánea la pregunta: ¿cómo es posible que Dios se sirva de un pecador, de una persona frágil y débil, para realizar su voluntad?
Sin embargo, no hay nada casual, porque todo ha sido preparado en el diseño de Dios. Él teje nuestra historia y, si nosotros correspondemos con confianza a su plan de salvación, nos damos cuenta. La llamada conlleva siempre una misión a la que estamos destinados; por esto se nos pide que nos preparemos con seriedad, sabiendo que es Dios mismo quien nos envía y nos sostiene con su gracia. Dejémonos conducir por esta conciencia: el primado de la gracia transforma la existencia y la hace digna de ser puesta al servicio del Evangelio. La gracia cambia el corazón y la vida y nos hace ver caminos nuevos. No lo olvidemos.
Saludo en español
Queridos hermanos y hermanas: Seguimos nuestras consideraciones sobre la Carta a los Gálatas. San Pablo escribe a los cristianos de Galacia con la preocupación de un padre, consciente de que están en conflicto sobre el modo de vivir la fe. Para ayudarlos, el Apóstol, profundo conocedor del misterio de Cristo, no se queda en la superficie sino que va a lo esencial: les recuerda sus orígenes, cuando recibieron el Evangelio por medio de su predicación y conocieron al Señor, el único da la vida verdadera.
Pablo también les comparte su propio testimonio, recordando la historia de su vocación y de su conversión. Quiere dejar en claro que Dios no lo llamó porque él lo mereciera, sino por pura gratuidad y misericordia. El Apóstol también describe con elocuencia el contraste de su vida, en la que pasó de ser perseguidor de los cristianos a convertirse en discípulo de Jesucristo.
Dios lo llamó por medio de su gracia y le reveló a su Hijo, dándole la misión de anunciarlo a todas las gentes. Al final de la Carta se explicita que el núcleo de la discusión entre los gálatas era la circuncisión, es decir, la principal tradición judía. Pero Pablo ahonda más en la cuestión, porque se da cuenta que lo que verdaderamente está en juego no es un asunto secundario, sino la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos. El Apóstol nos enseña también a nosotros a “volar alto” y nos indica cómo comportarnos cuando surgen problemas en la comunidad eclesial.
Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Pidamos al Señor que nos ayude a tener presente su paso en nuestra vida y a responder con disponibilidad y confianza a la vocación recibida, sabiendo que es Él mismo quien que nos llama, nos sostiene con su gracia y nos envía a los hermanos. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.
Saludo en inglés
Extiendo un cordial saludo a los fieles de habla inglesa. Espero que las próximas vacaciones de verano sean un tiempo de refresco y renovación espiritual para ustedes y sus familias. Sobre todos vosotros invoco la alegría y la paz del Señor. Que Dios te bendiga.
Saludo en italiano
Aquí, en Vatican, hay mucha gente y muy variada. Querría dar gracias a un laico que se jubila: Renzo. Comenzó a trabajar a los 14 años. Venía en bicicleta. Hoy es el chófer del Papa. Un aplauso a Renzo y a su fidelidad. Lleva adelante la Iglesia con su trabajo, benevolencia. Gracias a todos los laicos que trabajan en el Vaticano
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