Sarah vuelve a disputar a Müller la jefatura de la oposición a Francisco ¿Puede un cardenal declarar herético, o blasfemo, un documento suscrito por el mismo Papa?

"No nos oponemos al Papa Francisco, pero nos oponemos firme y radicalmente a una herejía que socava gravemente a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, porque es contraria a la fe y la Tradición católicas". El cardenal Robert Sarah, antiguo prefecto de la Congregación para el Culto Divino, arremete con dureza contra Fiducia Supplicans, el texto publicado por Doctrina de la Fe, y avalado por el mismo Papa, y que abre la puerta a bendiciones pastorales a parejas en situación 'irregular'. 

Sarah, en un texto avanzado por Sandro Magister, vuelve a colocarse en la cúspide de los enemigos de Bergoglio, en dura competencia con otro antiguo líder de la Curia, el cardenal Müller, quien habló de "blasfemia" al referirse al documento que, insistimos, está avalado directamente por el Pontífice en ejercicio. Y es que, tal y como recordaba en conversación con RD el cardenal Cobo, todos los sacerdotes (y un cardenal, mientras no se demuestre lo contrario, lo es), hace un juramento de fidelidad al Papa. De ahí la pregunta del titular: ¿Puede un cardenal -o un obispo, o un sacerdote- declarar herético, o blasfemo, un texto que forma parte del magisterio ordinario de Francisco? ¿Qué hubieran dicho si dos cardenales de la Curia hubieran hecho lo mismo con Juan Pablo II, o con Benedicto XVI?

Sea como fuere, lo cierto es que Sarah (quien ya 'engañara' al difunto Benedicto XVI difundiendo falsamente un libro publicado 'a cuatro manos') critica "una declaración reciente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, publicada con la aprobación del Papa Francisco, (que) no logró corregir estos errores y crear la verdad". "Además, por su falta de claridad, no ha hecho más que amplificar la confusión que reina en los corazones y algunos incluso se han valido de ella para apoyar su intento de manipulación" recalca el cardenal guineano, quien contrapone al magisterio de Francisco "la magistral y definitiva enseñanza de san Juan Pablo II" y al del propio Ratzinger.

Por si acaso, añade, "la Palabra de Dios transmitida por la Sagrada Escritura y la Tradición es, por tanto, el único fundamento sólido, el único fundamento de verdad sobre el que cada Conferencia Episcopal debe poder construir una pastoral de misericordia y de verdad hacia las personas homosexuales", señala Sarah, quien agradece "a las conferencias episcopales que ya han realizado esta obra de verdad, en particular a las de Camerún, Chad, Nigeria, etc., cuyas decisiones y firme oposición a la declaración comparto y hago mías. Debemos alentar a otras conferencias episcopales nacionales o regionales y a todos los obispos a hacer lo mismo". Algunos obispos en España, como Sanz, Munilla o Martínez Camino, ya lo están haciendo. Contraviniendo expresamente lo indicado en Fiducia Supplicans.