El arzobispo maltés trabajó con él en Doctrina de la Fe al estallar el escándalo de los abusos Scicluna: "Vi al cardenal Ratzinger madurar en su comprensión del fenómeno" de la pederastia
“Vi al cardenal Ratzinger madurar en su comprensión del fenómeno [de los abusos]. Estábamos revisando cientos de casos cada año y las narrativas te enseñan mucho. Te enseñan no solo sobre la debilidad humana, sino también sobre la cara oscura del abuso, los efectos en las víctimas y también el hecho de que hay una narrativa que se repite"
El hombre que ayudó a Francisco a organizar en 2019 la histórica cumbre de presidentes de conferencias episcopales contra los abusos, considera que, tras la proclamación de Vos estis lux mundo, el Vaticano no se encuentra en lo que denominó "un punto óptimo" con respecto a cómo da seguimiento a las víctimas de abuso
Scicluna recalca que “la ley es un instrumento, pero no es magia”, y que "si no quieres implementarlo, no se implementará, lo que es un desafío". Y añade: "¿Vamos a aceptar los valores y la situación incómoda en la que nos mete una legislación como Vos estis lux mundi? Esa es la pregunta"
Preguntado sobre los críticos que dicen que Ratzinger podría haber hecho más contra los obispos que encubrían casos de abusos durante el pontificado de Juan Pablo II, el arzobispo maltés responde con un escueto "no era su papel como prefecto"
Scicluna recalca que “la ley es un instrumento, pero no es magia”, y que "si no quieres implementarlo, no se implementará, lo que es un desafío". Y añade: "¿Vamos a aceptar los valores y la situación incómoda en la que nos mete una legislación como Vos estis lux mundi? Esa es la pregunta"
Preguntado sobre los críticos que dicen que Ratzinger podría haber hecho más contra los obispos que encubrían casos de abusos durante el pontificado de Juan Pablo II, el arzobispo maltés responde con un escueto "no era su papel como prefecto"
"La mayor parte del sufrimiento que he visto, es cuando las víctimas quedan en la oscuridad, sin ningún seguimiento de la revelación que han hecho". Es la confesión dolorida de Charles Scicluna, el arzobispo maltés convertido desde hace dos décadas en el gran perseguidor de los abusos sexuales en la Iglesia, y que reflexiona sobre esta lacra y su trabajo con los dos papas que más han hecho por erradicarla, en una larga entrevista en el National Catholic Reporter (NCR).
Actual secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a cuyas oficinas llegó en 2022, guarda un agradecido recuerdo de quien primero fue allí su jefe, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien pronto le encomendó encargarse de los asuntos de abusos, y del que asegura que le compró, con su propio dinero, el ordenador que pidió a esa poderosa congregación para iniciar su trabajo, ante la respuesta de que no había fondos asignados.
El enviado de Francisco a Chile
El hombre que ayudó a Francisco a organizar en 2019 la histórica cumbre de presidentes de conferencias episcopales contra los abusos, y su enviado a Chile para investigar los casos de abusos, que acabó con la no menos histórica dimisión de todos los obispos del país, considera que, tras la proclamación de Vos estis lux mundo, el Vaticano no se encuentra en lo que denominó "un punto óptimo" con respecto a cómo da seguimiento a las víctimas de abuso, y calificó el asunto como "algo que debe desarrollarse".
“Tenemos una ley y tenemos un sistema que faculta a las personas a denunciar abusos o malas conductas, pero también tiene derecho a saber qué sucede con sus denuncias”, señaló el arzobispo sobre el motu proprio de Francisco de 2019 que decreta, entre otras cuestiones, que “todos los sacerdotes y miembros de órdenes religiosas del mundo están obligados a informar sobre sospechas de abuso o encubrimiento a su obispo o superior, y que creó un nuevo sistema global para la evaluación de informes de abuso o encubrimiento por parte de los obispos", y que aprobado inicialmente por un período de prueba ad experimentum de tres años, que venció el verano pasado.
Aunque recordó que este motu proprio entró en vigor de forma provisional, también subraya que “el hecho de que algo sea ad experimentum no significa que tenga una caducidad”. "Obviamente es una señal de que esto probablemente no sea perfecto, y vamos a modificarlo para que esté más a la luz de la realidad, porque a veces la realidad va más allá de lo que dice la ley".
"La ley es un instrumento, no magia"
En este sentido, también recalca que “la ley es un instrumento, pero no es magia”, y que "si no quieres implementarlo, no se implementará, lo que es un desafío". Y añade al NCR: "¿Vamos a aceptar los valores y la situación incómoda en la que nos mete una legislación como Vos estis lux mundi? Esa es la pregunta. ¿Y las personas están lo suficientemente empoderadas? ¿Conocen estas leyes? ¿Están al tanto de estas leyes? ¿Y también están dispuestas a hacer de la letra de la ley algo que esté vivo?".
Parte destacada de la entrevista se dedicó a hablar de la figura del papa Benedicto XVI, en ese momento en vísperas de ser enterrado tras su fallecimiento el pasado el 31 de diciembre, recordando cuando fue llamado para trabajar a sus órdenes en 2022, cuando estaba llegando al Vaticano una avalancha de casos de abusos sexuales, comenzado con el informe sobra la situación de la diócesis de Boston.
Codo con codo con Ratzinger
“Vi al cardenal Ratzinger madurar en su comprensión del fenómeno [de los abusos]. Estábamos revisando cientos de casos cada año y las narrativas te enseñan mucho. Te enseñan no solo sobre la debilidad humana, sino también sobre la cara oscura del abuso, los efectos en las víctimas y también el hecho de que hay una narrativa que se repite".
Trabajando codo con codo con Ratzinger cada viernes en estos asuntos, Sciclina elogia “la forma en que coordinó” el entonces prefecto de Doctrina de la Fe. "Tuvo la humildad de confiar en nosotros, los expertos". "Conocía sus límites en derecho canónico. Pero tenía una gran comprensión de la naturaleza humana, y también de la teología y la antropología detrás de la mala conducta, lo que obviamente trajo un discernimiento más profundo sobre el caso y qué hacer en circunstancias específicas".
Preguntado sobre los críticos que dicen que Ratzinger podría haber hecho más contra los obispos que encubrían casos de abusos durante el pontificado de Juan Pablo II, el arzobispo maltés responde con un escueto "no era su papel como prefecto".
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