Durante una visita a una parroquia romana para preparar el Jubileo de 2025 Tiziano, el niño que le confesó al Papa que no creía en Dios: "Nadie debe ser condenado si no cree", le dijo Francisco
El papa Francisco volvió a salir este viernes del Vaticano para acudir a una parroquia romana y reunirse con 80 niños y chicos que le hicieron algunas preguntas, y a uno de ellos, que confesó que no creía en Dios,le dijo: "Nadie debe ser condenado si no cree"
Esta visita del Papa se enmarca en los eventos de la 'Escuela de Oración', una iniciativa para la preparación al Jubileo de 2025 y que han llevado a Francisco a visitar algunas parroquias romanas, en este caso, a la parroquia de Santa Bernadette Soubirous, en el barrio de Colli Aniene, y tras saludar a los vecinos que se habían congregado en el exterior, entró en la iglesia y respondió a las preguntas de los niños
| RD/EFE
Esta visita del Papa se enmarca en los eventos de la 'Escuela de Oración', una iniciativa para la preparación al Jubileo de 2025 y que han llevado a Francisco a visitar algunas parroquias romanas, en este caso, a la parroquia de Santa Bernadette Soubirous, en el barrio de Colli Aniene, y tras saludar a los vecinos que se habían congregado en el exterior, entró en la iglesia y respondió a las preguntas de los niños.
Tiziano preguntó al Papa cómo entender la propia vocación. “Cada uno de nosotros debemos plantearnos esta pregunta porque el Señor tiene un plan para cada uno de nosotros. Cada uno debe tratar de entender lo que el Señor quiere de nosotros y pedírselo", dijo Francisco, y contó su experiencia de niño y de joven trabajador que ingresó en al seminario.
El Papa luego destacó la necesidad de que los jóvenes nunca caminen solos y cultiven amistades. “A veces podemos perdernos en los laberintos de la vida. Lo principal para salir de un momento oscuro es no caminar solo, porque solo pierdes la orientación. Es importante hablar de tu situación", les aconsejó.
A un niño que confesó que no cree en Dios, Francisco le recordó la importancia de ponerse en camino. “Nadie debe ser condenado si no cree", observó.
A los jóvenes les indicó la importancia de que se muevan "por ideales" y luego, hablando con un matrimonio joven, subrayó la preocupación por la disminución de la tasa de natalidad en Italia.
Finalmente recordó que la Iglesia, para ser creíble, "debe despojarse de toda mundanidad".
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