La investigación arrancará el 27 de junio, sin límite de tiempo El Vaticano ordena una visita apostólica a la archidiócesis de Estrasburgo
El cargo de Visitador Apostólico ha sido confiado al Obispo de Pontoise, Mons. Stanislas Lalanne, que será asistido por Mons. Joël Mercier, Secretario Emérito del Dicasterio para el Clero
Tras "haber escuchado al dicasterio para los obispos", el papa Francisco ordenó esta visita a raíz de "las informaciones que han llegado a la Santa Sede sobre el gobierno pastoral de la archidiócesis de Estrasburgo"
| Famille Chrétienne/RD
La Iglesia francesa, en la picota. Después del drama del informe sobre los abusos sexuales, y tras la suspensión de las ordenaciones en la diócesis de Fréjus-Toulon, el Vaticano acaba de ordenar una visita apostólica a la archidiócesis de Estrasburgo, dirigida por Mons. Luc Ravel desde 2017. La información se comunicó el jueves 23 de junio en la página web de la diócesis, transmitiendo una carta oficial de la Nunciatura en París, tal y como informa Famille Chrétienne.
Tras "haber escuchado al dicasterio para los obispos", el papa Francisco ordenó esta visita a raíz de "las informaciones que han llegado a la Santa Sede sobre el gobierno pastoral de la archidiócesis de Estrasburgo", dice el breve comunicado. El cargo de Visitador Apostólico ha sido confiado al Obispo de Pontoise, Mons. Stanislas Lalanne, que será asistido por Mons. Joël Mercier, Secretario Emérito del Dicasterio para el Clero.
Según el comunicado de la Nunciatura, la visita comenzará el 27 de junio y tendrá una duración indeterminada. "Esta decisión papal es una expresión de la preocupación del Papa Francisco por la Iglesia particular de Estrasburgo y tiene como objetivo ayudarla a cumplir su misión como testigo del Señor Resucitado", dijo la Nunciatura.
Destitución del ecónomo, ¿problemas económicos?
Contactada por Famille Chrétienne, la diócesis de Estrasburgo no ha dado por el momento más explicaciones sobre los motivos por los que el Santo Padre ha ordenado esta visita apostólica. Según nuestras informaciones, el obispo Luc Ravel fue informado de esta visita unos días antes. El Papa Francisco había recibido en audiencia privada, el 18 de junio, al arzobispo Celestino Migliore, nuncio apostólico en Francia.
En mayo, la destitución del ecónomo diocesano, Jacques Bourrier, causó un gran revuelo en la diócesis. Aunque debía dejar su puesto el 1 de julio, este antiguo oficial de la marina fue despedido seis semanas antes. La razón aducida fue que las relaciones entre el obispo Ravel y su ecónomo se habían vuelto cada vez más complicadas. Jacques Bourrier habló de profundas disfunciones al frente de la diócesis alsaciana. "La curia no tiene DRH, ni representantes del personal, y por tanto no hay diálogo social", criticó con dureza, y dijo que "el Tribunal de Cuentas debería investigarlo".
En este artículo, fechado el 3 de junio, el ecónomo diocesano también denunciaba "una ausencia total de gestión" y "prácticas de gestión de república bananera". Jacques Bourrier ha anunciado su intención de impugnar su despido ante los tribunales por "fuertes sanciones disciplinarias sin motivación legítima ni respeto a los procedimientos legales". También entrevistado por el diario alsaciano, un sacerdote, que habló bajo condición de anonimato, lamentó la "falta de comunicación del arzobispo" y un consejo presbiteral que "se ha convertido en una mera cámara de grabación".
A diferencia de la visita canónica, que podría calificarse de ordinaria, la visita apostólica tiene lugar en un marco extraordinario, por problemas de gobierno, abusos u otras cuestiones. La misión del Visitador Apostólico consiste en adoptar una visión objetiva de un problema, reunirse con la comunidad afectada y redactar un informe final para el Papa, que puede tomar medidas disciplinarias.
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