Pero las imágenes más impactantes del documental realizado cuatro años después de aquel acontecimiento son aquellas en las que la ventana del estudio papal se encuadra vacía y la voz del Pontífice se transmite por radio a los fieles en la Plaza. El Papa Wojtyla nunca faltó a una cita dominical y no lo hizo ni siquiera aquel 17 de mayo de 1981, para el primer Regina Coeli después del atentado, cuando con una voz débil grabada desde su cama de hospital, dijo: "Rezo por el hermano que me ha disparado, al que he perdonado sinceramente. Unido a Cristo, Sacerdote y Víctima, ofrezco mis sufrimientos por la Iglesia y por el mundo".
Cuarenta años del atentado contra Juan Pablo II en la plaza de San Pedro Los disparos, el miedo, la oración. Y el perdón... la ternura de Dios
Cuarenta años después del atentado contra el papa Wojtyla, las imágenes comentadas por André Frossard devuelven el dramatismo de aquellos momentos junto a la inerme fuerza de la misericordia y el perdón
Son imágenes impactantes y conmovedoras, que nos devuelven al corazón del cristianismo
Son la concreción visible de lo que el Papa Francisco dijo a los obispos mexicanos reunidos en la Catedral de la Ciudad de México en febrero de 2016: "La única fuerza capaz de conquistar el corazón de los hombres es la ternura de Dios"
Son la concreción visible de lo que el Papa Francisco dijo a los obispos mexicanos reunidos en la Catedral de la Ciudad de México en febrero de 2016: "La única fuerza capaz de conquistar el corazón de los hombres es la ternura de Dios"
| Andrea Tornielli
Las primeras palabras del Papa, herido casi de muerte, fueron de perdón para su agresor. Y este mensaje llegó al corazón del mundo entero con más fuerza aún el 27 de diciembre de 1983, cuando Juan Pablo II, el Papa autor de la encíclica Dives in Misericordia, cruzó el umbral de la cárcel de Rebibbia para entrar en la celda de Alí Agca, y abrazar al joven que quería asesinarle.
En este documental se encuentran todas las imágenes de ese momento. Sin audio, porque a nadie se le permitió acercarse y escuchar lo que el Pontífice y su agresor se dijeron. Son imágenes impactantes y conmovedoras, que nos devuelven al corazón del cristianismo y hacen concretamente visible lo que el segundo Sucesor de Karol Wojtyla, el Papa Francisco, dijo a los obispos mexicanos reunidos en la Catedral de la Ciudad de México el 23 de febrero de 2016:
"La única fuerza capaz de conquistar el corazón de los hombres es la ternura de Dios. Lo que encanta y atrae, lo que doblega y conquista, lo que abre y libera de las cadenas no es la fuerza de los instrumentos ni la dureza de la ley, sino la debilidad omnipotente del amor divino, que es la fuerza irresistible de su dulzura y la promesa irreversible de su misericordia".
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