La Obra calla y se limita a publicar el texto de Wojtyla con las modificaciones de Bergoglio De 'Ut Sit' a 'Ad charisma tuendum': el Opus Dei, entre Juan Pablo II y Francisco
De 'Para que sea' a 'Para tutelar el carisma', cuarenta años después, Francisco busca acabar con una estructura excesivamente jerárquica y 'rescatar' los valores carismáticos de una institución marcada por las luchas de poder y la singularidad, que la hace única (por el momento), en el mundo
Hoy, 4 de agosto de 2022, día en que entra en vigor el Motu Proprio 'Ad charisma tuendum' (Para tutelar el carisma), la Obra se ha limitado a publicar 'Ut Sit' con las nuevas modificaciones (artículos V y VI) y, al final, colocando los artículos originales en la obra compuesta y firmada por Juan Pablo II.
Es el texto más importante en la historia del Opus Dei. La carta apostólica 'Ut Sit', (Para que sea) de 28 de noviembre de 1982, erige a la Obra fundada por Escrivá de Balaguer como la única Prelatura personal de la Iglesia. Una 'diócesis sin territorio', cuyos curas están incardinados en otras diócesis pero que, en caso de duda, siempre estarán bajo el último criterio del prelado del Opus Dei.
Hoy, 4 de agosto de 2022, día en que entra en vigor el Motu Proprio 'Ad charisma tuendum' (Para tutelar el carisma), la Obra se ha limitado a publicar (convenientemente escondida por el momento) 'Ut Sit' con las nuevas modificaciones (artículos V y VI) y, al final, colocando los artículos originales en la obra compuesta y firmada por Juan Pablo II.
A saber: que la Prelatura "depende del dicasterio del Clero" y que cada año, el prelado "presentará al Dicasterio del Clero un informe acerca de la situación de la Prelatura y del desarrollo de su trabajo apostólico". Lo que no aparece en la nueva redacción (y sí en el Motu Proprio papal) es que el prelado de la Obra no será obispo, y el recuerdo del Papa a la Obra de que la forma de gobierno del Opus Dei esté “basada más en el carisma que en la autoridad jerárquica”.
¿"Aceptamos filialmente"?
Una muestra de que los miembros de la Obra, tal y como apuntó Fernando Ocáriz, el hoy sucesor de Escrivá y el primero que ya no será prelado (aunque, en puridad, hay que decir que el propio fundador no lo fue), "aceptamos filialmente" las órdenes del Papa. Como no podía ser de otra manera, por otra parte.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Seguramente nada. O muchas cosas, pero ninguna pública. Ya se sabe que la Obra es especialista en hacer del limón limonada.
De 'Para que sea' a 'Para tutelar el carisma', cuarenta años después, Francisco busca acabar con una estructura excesivamente jerárquica y 'rescatar' los valores carismáticos de una institución marcada por las luchas de poder y la singularidad, que la hace única (por el momento), en el mundo. Tal vez pronto veamos novedades, también, en ese sentido.
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