(re)-Tomamos La Palabra y os invitamos a participar, acudir y acompañarnos Foro KRISARE 2023: "¿Por qué ahora? ¿por qué un foro?"
"Este año hará 6 años de la última edición del Foro Religioso Popular, que se celebró entre finales de marzo y principios de abril de 2017, 'Cuerpos vulnerables habitados de infinito'"
"Asociación Sociocultural KRISARE, somos un grupo heterogéneo de personas que vivimos y hemos crecido en Vitoria-Gasteiz y queremos dar respuesta a las urgencias que se nos plantean como iglesia hoy, aquí y ahora desde la igualdad en derechos y la dignidad humana"
"Foro KRISARE 2023 lleva por título (re)-Tomamos La Palabra, como guiño a esa vuelta al Foro, y en alusión a La Palabra"
"Las personas cristianas entendemos por La Palabra fundamentalmente el evangelio, la palabra que tuvo él, Jesús, y que traemos para esta edición con las distintas aportaciones desde el mundo teológico, pero no sólo"
"Foro KRISARE 2023 lleva por título (re)-Tomamos La Palabra, como guiño a esa vuelta al Foro, y en alusión a La Palabra"
"Las personas cristianas entendemos por La Palabra fundamentalmente el evangelio, la palabra que tuvo él, Jesús, y que traemos para esta edición con las distintas aportaciones desde el mundo teológico, pero no sólo"
(Foro KRISARE).- Este año hará 6 años de la última edición del Foro Religioso Popular, que se celebró entre finales de marzo y principios de abril de 2017, “Cuerpos vulnerables habitados de infinito”. Entonces no supimos que finalizaría su andadura, hasta que a finales de aquel año recibimos una carta de despedida y cierre. Agradecimiento y nada más que decir a quienes durante tantos años habían soñado, sacado adelante y sostenido este espacio tan valorado como, hemos descubierto en su ausencia, necesario. Fueron XXV ediciones, 25 largos años de acompañar el crecimiento y desarrollo de la inquietud cristiana y social en la ciudad y alrededores.
Hemos de enmarcar así el surgimiento de la Asociación KRISARE, y de explicar que desde 2019 comenzamos a inquietarnos por no disponer de un espacio imprescindible, libre, organizado por personas cristianas que, aunque a su vez bebamos de la oferta diocesana, necesitamos poder ir más allá, poder ensanchar nuestra tienda para seguir creciendo y desarrollarnos sin el hermetismo que -durante tanto tiempo- nuestra madre Iglesia ha condicionado sobre las ansias de ampliar miradas y perspectivas, plantear y trabajar en red con distintos agentes sociales y comprometidos en nuestra sociedad, provengamos de donde provengamos, y aunque no sea desde perspectivas católicas.
La convivencia particular cristiana es necesaria, claro, para crecer y mantener la propuesta, pero no sólo. Experimentamos que necesitamos caminar de la mano, en la vida y como pueblo, de otras personas, agentes, asociaciones, colectivos e instituciones, para salir de nuestras comodidades, para entender que sabemos y queremos lo que nos sustenta a nosotras -personas seguidoras de Jesús-, pero que no nos importa lo que a otras, cada una, les mueva, cuando todo sume y podamos caminar en la sociedad y no paralelamente o al margen de ella.
El afán es de poder avanzar como proponía el Concilio Vaticano II, pero -ya a los nuevos tiempos- incluso aquello que no ha logrado implementarse aún se nos queda corto. La mirada renovada, ilusionante y llena de esperanza del Papa Francisco y el proceso sinodal iniciado, y la de tantas que despiertan y se oyen ahora con más altavoz que nunca, y todavía insuficiente. Pues los retos son inmensos para construir una sociedad y un mundo mejor, más respetuoso con los derechos humanos y con la dignidad de las personas, que no nos aleje de nuestro pozo interior y de los lazos que nos interrelacionan y conectan a todas las personas, que no siembre el odio ni se sustente en los recursos materiales ni en la acumulación de bienes como el fin último del ser humano, sino en la confianza, el cuidado de unos sobre otras y sobre lo que nos rodea, la convivencia, el bien común y los derechos sociales.
Porque creemos que nada se pierde y todo está por alcanzarse cuando en la metodología nos unimos entre nosotras para crecer, creer y proponer, para ir de la mano con todo tipo de personas y avanzar, para poner en el centro la creación y el resplandor de la madre naturaleza, de sus hijas e hijos, que aunque con sus sombras, en pie de igualdad, con ganas de conectarnos y de forma colectiva, podemos facilitarnos la vida para todas las personas. Especialmente atentas y con mirada de cuidado, respeto y cercanía a quienes nos encontremos en cualquier condición, más cuando observemos que se cuestionan la dignidad o los derechos, que se sufren las consecuencias de ello, y que nos cuesta poner la mirada en los privilegios y a su uso.
Humildemente nos dejamos llevar por estas intuiciones para proponer, con ilusión y cariño, la propuesta renovada que ahora traemos y que viene cargada de trabajo voluntario, empeño y convicción por recuperar el espacio perdido.
Somos un grupo heterogéneo de personas que vivimos y hemos crecido en Vitoria-Gasteiz, que como decíamos anteriormente, en 2019 vimos la conveniencia de retomar un espacio como el perdido, por lo que ya en el otoño de aquel año contactamos con quienes (hace ahora más de 30 años) pusieron en macha el Foro Religioso Popular, para interesarnos por la iniciativa, para conocerla mejor y tratar de ver si era posible y éramos capaces de rearmar la propuesta. Y así lo hicimos.
Con el parón de la pandemia de por medio, pero en el 2021 vimos imprescindible lo que al inicio era un parecer. Al calor de esos tiempos, tanto en la sociedad en general mundial, como en el ámbito más local, tanto social como de iglesia, percibimos que era muy necesario seguir haciendo una propuesta de esta índole: desde la reflexión, de la mano de la inquietud social, favoreciendo el encuentro para establecer redes y vínculos que generen sinergias que nos hagan caminar en colectivo y aunar esfuerzos para quienes sentimos un espíritu que empuja en dicha dirección.
Para ello, tras contar con la facilitación de los antecesores, comenzamos a contactar con distintas personas -conocidas o no- y a tejer una red de trabajo para sacar adelante el foro KRISARE. La mayoría de las personas veía de interés la propuesta, nos animaban a recorrer la aventura que ello suponía y, de vez en cuando, alguna se sumaba a la misma o nos ponía en contacto con algunas otras personas que creía que podrían disponer de algo de tiempo para aunar esfuerzos. Una agrupación convertida en equipo para esta tarea que es una más entre tantas. Enseguida vimos la mejor opción de conformarnos como asociación civil, al igual que el anterior Foro, ahora como Asociación Sociocultural KRISARE(red cristiana, red de personas cristianas… entendiendo por red las distintas acepciones que puede tener, pues todas nos parecían apropiadas). Y hasta aquí hemos llegado!!
Han sido dos años maravillosos de madurar la iniciativa a fuego lento, de poner en común lo que cada una llevábamos dentro. Edades diversas, géneros, barrios, ocupaciones o ámbitos de práctica de la fe o voluntariado distintos, pero la finalidad común de llevar adelante el tiempo y el espacio de encuentro y reflexión para una Iglesia y una sociedad mejoradas en este Siglo XXI, en el que ya estamos más que inmersos, pero que nos ha impuesto más su camino de lo que hasta ahora hemos sido capaces nosotras de adaptarnos a él.
Queremos no ir por detrás, queremos ya dar respuesta a las urgencias que se nos plantean, y por ello proponemos unos temas que recogen algunos de los tantos retos que tenemos como iglesia hoy, aquí y ahora desde la igualdad en derechos y la dignidad humana: el feminismo y la diversidad sexual (“Construir de manera feminista y diversa… también la Iglesia”: Claves feministas par la Iglesia del Siglo XXI –Marisa Vidal Collazo– e Igualdad, dignidad y respeto para la diversidad –Iñaki Viñuela–), la acogida y amplitud de miradas con respecto a los movimientos migratorios y las identidades culturales (“La oportunidad de tomar parte para ensanchar la Iglesia y la sociedad”: En un nuevo tiempo teológico –José María Vigil– y Convivir con otras culturas: desde la hospitalidad hasta la igualdad en derechos, Zehar-Errefuxiatuekin).
Todo ello atendiendo a dichas realidades con planteamientos de hondura: en qué momento nos encontramos, que actitudes y maneras de hacer hay que tener encima de mesa para construir el camino de estas propuestas (“Ser signo de los tiempos: resistencia y esperanza”, con Silvia Martínez Cano); de dónde venimos, para contrastar con el punto de a día de hoy, y ver en qué se nos interpela… (“La confrontación del cristianismo actual con sus orígenes”, de la mano de Rafael Aguirre y Carmen Bernabé); qué valores rescatamos y vemos necesarios hoy, desde una mirada filosófica al tiempo que seguidora de Jesús de Nazaret (“Mirada y (re)acción compasiva, así es la invitación de Jesús”, con José Ramón Pascual). Como veis, contamos con la voz de entre las mejores personas y colectivos para acompañarnos y dar luz desde estas claves propuestas. Deseamos de corazón que resulte atractivo y enriquecedor.
Así, por todo ello el Foro KRISARE 2023 lleva por título (re)-Tomamos La Palabra, como guiño a esa vuelta al Foro, y en alusión a La Palabra. Las personas cristianas entendemos por La Palabra fundamentalmente el evangelio, la palabra que tuvo él, Jesús, y que traemos para esta edición con las distintas aportaciones desde el mundo teológico, pero no sólo.
Os invitamos a participar, acudir y acompañarnos mutuamente en este evento, para el que encontrareis más información en nuestra página web.
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