La orden celebra su congregación general entre nuevas acusaciones de víctimas Legionarios de Cristo: el árbol de Maciel sigue podrido y no rebrota
La 'condena' a Fernando Martínez, que pese a dejar de ser sacerdote podrá seguir viviendo como uno más en la comunidad, hastía a los supervivientes
¿Cómo sobrevive una organización que permitió que su fundador abusara de chicos que se convirtieron en abusadores, cuyas víctimas también acabaron siendo victimarios?
Más de una docena de los 66 participantes en la congregación general pertenecen a la vieja guardia de Maciel
Más de una docena de los 66 participantes en la congregación general pertenecen a la vieja guardia de Maciel
Una 'herencia maldita'. Así definen los expertos el presente y el futuro de la Legión de Cristo, que esta semana celebra su Congregación General, la primera desde su refundación en 2014, y justo después de haber hecho público el escandaloso informe oficial, que demuestra cómo desde 1941, 175 menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales, cometidos por un total de 33 sacerdotes de la congregación.
Un árbol podrido desde la raíz de su fundador, Marcial Maciel Degollado, que violó -que se sepa- a más de 60 menores, niños y niñas, durante décadas. 11 de ellos pasaron de ser violados por Maciel a convertirse en abusadores. Unos abusadores que, a su vez, abusaron de otros menores, en una espiral de pederastia y ocultamiento que se prolongó durante ocho décadas.
¿Cómo sobrevive una organización que permitió que su fundador abusara de chicos que se convirtieron en victimarios de otros menores que también abusaron de otros? ¿Cómo resucitar a una cadena de poder oscuro, bendecido por las altas esferas eclesiásticas de distintos países y del mismísimo Vaticano? ¿Puede superar una congregación como ésta al desgarro de ver cómo su creador, a punto de ser canonizado, fue condenado a los infiernos por el mismísimo Benedicto XVI?
Encubrimientos y negligencias... ¿en el pasado?
Los propios legionarios informaban cómo "algunos de los asuntos principales sobre la mesa son la misión apostólica de la Congregación y su relación con las demás vocaciones del Regnum Christi, la formación de los seminaristas, el camino para avanzar en la atención a las víctimas de abusos sexuales, los posibles encubrimientos, negligencias u omisiones en relación con los mismos en el pasado, la vivencia de la pobreza en la Congregación, la vida comunitaria, la pastoral vocacional y la disciplina religiosa en general".
¿Puede avanzar la Legión en "los posibles encubrimientos, negligencias u omisiones con los mismos en el pasado" cuando algunas de las víctimas siguen denunciando abusos, en algunos casos recientes, saldados con la misma respuesta de silencio o tratamiento 'desigual'. El caso de Fernando Martínez, condenado por abusos -primero fue una de las víctimas de Maciel- y despojado del orden sacerdotal, pero que continúa viviendo como un miembro más de la Legión en sus casas, es paradigmático.
Supervivientes del depredador
Como también escándalos de abusos en colegios de élite de la orden en su país natal, México. Exsacerdotes de la Legión dicen que el caso es un golpe devastador del que advirtieron durante mucho tiempo, ya que perder credibilidad ante los mexicanos adinerados privaría a la orden de su base clave.
A este respecto, Aaron Smith, portavoz de la orden, alegó que la cúpula de la Legión sí ha cambiado en la última década, señalando que 11 sacerdotes participan en el Capítulo General de este año por primera vez y que la mayoría de los 66 participantes han entrado en la asamblea después de que comenzara la reforma del Vaticano. Sin embargo, quedan más de una docena que pertenecen a la vieja guardia de Maciel. ¿Se puede construir así un futuro? Las víctimas están convencidas de que no. ¿Podrá sobrevivir la Legión a su propia sombra?
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