Traballo digno: XXXVII Foro Encrucillada 2023 García Cadiñanos: "Cualquier injusticia que se cometa contra un trabajador es una herida para la dignidad humana"
El pasado sábado 21 de octubre se ha celebrado en Santiago de Compostela el XXXVII Foro Encrucillada con el título Traballo digno
Abrió el día de palabra y reflexión Mons Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo Ferrol, haciendo presente la doctrina del papa Francisco sobre el trabajo
Francisco Porcar Rebollar, destacado miembro de la HOAC, repasó la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo, destacando la prioridad del trabajo sobre el capital
Eloína Ingerto López, presidenta de la Fundación Juan Soñador en Lugo, puso rostro a la exclusión y ahondó en la realidad y las acciones que se llevan a cabo desde la Rede Galega contra a Pobreza
Francisco Porcar Rebollar, destacado miembro de la HOAC, repasó la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo, destacando la prioridad del trabajo sobre el capital
Eloína Ingerto López, presidenta de la Fundación Juan Soñador en Lugo, puso rostro a la exclusión y ahondó en la realidad y las acciones que se llevan a cabo desde la Rede Galega contra a Pobreza
(Encrucillada).- El pasado sábado 21 de octubre se ha celebrado en Santiago de Compostela el XXXVII Foro Encrucillada con el título Traballo digno.
Abrió el día de palabra y reflexión Mons Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo Ferrol, haciendo presente la doctrina del papa Francisco sobre el trabajo. Desde la mirada al dolor y el sufrimiento de cada persona, la empatía nos lleva a la indignación y la lucha por un mundo diferente. “…el trabajo no es más que la continuación del trabajo de Dios: el trabajo humano es la vocación del hombre recibida de Dios al final de la creación. (...) El trabajo dignifica hasta tal punto que cualquier injusticia que se cometa contra un trabajador es una herida para la dignidad humana, incluso atenta contra la dignidad del agresor” nos recordó. Abundó Mons. Cadiñanos en la visión antropocéntrica del trabajo en relación con el descanso y el cuidado abogando por un trabajo libre y creativo que nos haga ir más allá buscando una nueva forma de organización económica que potencie un empresariado y una clase política en claves de bondad.
Por su parte Francisco Porcar Rebollar, destacado miembro de la HOAC, repasó la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo, apuntando que el trabajo es una dimensión de la vida y el ser de las personas, no un elemento más de la economía, que el derecho al trabajo es un derecho humano fundamental que para su realización exige condiciones dignas, destacando la prioridad del trabajo sobre el capital. Una política laboral correcta es aquella que pone en el centro de la economía el trabajo y los derechos de las personas trabajadoras y sus familias. Es necesario también poner el foco en el cuidado: cuidar a los demás, cuidar el planeta, cuidar a las personas trabajadoras, atendiendo a los derechos y necesidades de los trabajadores y trabajadoras empobrecidas.
Por la tarde Eloína Ingerto López, presidenta de la Fundación Juan Soñador en Lugo, puso rostro a la exclusión y ahondó en la realidad y las acciones que se llevan a cabo desde la Rede Galega contra a Pobreza (EAPN Galicia). Eloína puso en acento en que el trabajo ha de favorecer que todas las personas puedan disfrutar de una vida digna, mirando la consecución de los derechos que la hacen posible. Habló de la necesidad de garantizar unos ingresos mínimos que posibiliten esa dignidad, o lo que es lo mismo, eviten la exclusión social a la que están avocadas las personas en riesgo de exclusión: cargas familiares no compartidas, migración, discapacidad, personas sin hogar o en procesos de reinserción, víctimas de violencia, prostitución o trata, minorías étnicas... Nos habló de la feminización de la pobreza en nuestras sociedades, nos propuso medidas en las que están trabajando para favorecer la inclusión destacando el papel de las entidades sociales en este trabajo, invisible pero necesario, que facilita la cohesión social.
Acabamos el Foro pasando por el corazón todas las intervenciones, con la oración de Madeleine Delbrel:
sentimos cómo nuestro débil amor
se abre en nosotras como una rosa espléndida,
se profundiza como un refugio inmenso y acogedor
para todas estas personas cuya vida palpita en torno nuestro.
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