Según han indicado en un comunicado, estos ocho religiosos alaveses eran hermanos de la Instrucción Cristiana de San Gabriel, conocidos popularmente como gabrielistas.
Se trata de una comunidad formada principalmente por laicos que nació en Francia en el año 1715 de la mano de San Luis María Grignion de Montfort, dedicada a transmitir el Evangelio a través de la educación y la enseñanza de niños, adolescentes y jóvenes.
El Obispado ha asegurado que en la "persecución religiosa" de los años 30 del pasado siglo, especialmente al inicio de la Guerra Civil española, "fueron miles los sacerdotes, religiosas, monjes y ciudadanos católicos que fueron ejecutados" por su fe católica.
En ese sentido, han indicado que entre julio y noviembre de 1936, un total de 49 hermanos gabrielistas junto con su capellán fueron "secuestrados, torturados y asesinados" en el cinturón de Barcelona, concretamente en Moncada y Reixach y en San Adríán de Besós.
De ellos, un total de ocho eran alaveses, caso de Manuel Arnaiz, de 32 años, Isidoro Gastamiza, de 34, Villamor López de Abechuco, de 39 años, Ruchino Ochoa, de 39, Sergio Gastamiza, de 40 años, Román Arrieta, de 36 años, Clemente Ruiz de Alegría, de 21 años y Vicente Zagazúa de 21 años, todos ellos de Vitoria, Gometxa, Erentxun y Monasterioguren.
El Obispado ha asegurado que estos religiosos "dieron su vida" al "no renunciar" a su fe cristiana "ante la amenaza de muerte", sin juicio ni "posibilidad de defensa alguna".
Beatificación
Según ha informado, su proceso de beatificación comenzó en 2003 en la Archidiócesis de Barcelona y, tras mas de 20 años, la Santa Sede, a través del Dicasterio para las Causas de los Santos, "ha dado su visto bueno para avanzar en ello".
De este modo, los peritos históricos han emitido un dictamen unánimemente favorable para comenzar el proceso de beatificación de estos ocho religiosos alaveses asesinados al inicio de la Guerra Civil española y los siguientes pasos dependerán de Roma para su declaración oficial.
Los gabrielistas cuenta en la actualidad con 1.145 miembros repartidos en 34 países de los cinco continentes y a nivel del Estado son una treintena de hermanos en activo que dirigen ocho colegios y una residencia de personas mayores.
Tras su fundación en Francia a principios del siglo XVIII, los primeros gabrielistas llegaron a España en 1903, y se instalaron primero en el País Vasco, especialmente en Álava, y después en Cataluña, donde fijaron su casa general en el Estado.