Se instalan en el monasterio 'Mater Ecclesiae', donde vivió el Papa emérito, seis benedictinas argentinas Del acento alemán al argentino: vuelven los rezos a la que fue la última residencia de Benedicto XVI
Las religiosas de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria (Buenos Aires), acompañadas por su abadesa, fueron recibidas el pasado miércoles por el cardenal Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación del Vaticano, tras recibir una carta manuscrita de Francisco el pasado 1 de octubre de 2023 en la que las invitaba a residir en el convento donde vivió el papa Ratzinger
Precisamente ese mismo día, en la mañana, Francisco recibió en audiencia -por primera vez desde su salida del Vaticano el pasado mes de julio- a quien fuera el secretario personal del Pontífice alemán, Georg Gänswein, actual arzobispo de Urbisaglia y residente en Friburgo, aunque sin cargo pastoral específico, acompañado de las Memores Domini, las consagradas que atendían a Benedicto XVI en el monasterio que a partir de ahora tendrá acento argentino
| RD/EFE
Las seis monjas de la Orden Benedictina que han llegado a la Ciudad del Vaticano tras ser invitadas por el papa Francisco a habitar el monasterio 'Mater Ecclesiae', han pasado ya su primer fin de semana en el lugar donde Benedicto XVI vivió durante casi una década y hasta su muerte, hace ya un año.
Las religiosas de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria (Buenos Aires), acompañadas por su abadesa, fueron recibidas el pasado miércoles por el cardenal Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación del Vaticano, tras recibir una carta manuscrita de Francisco el pasado 1 de octubre de 2023 en la que las invitaba a residir en el convento donde vivió el papa Ratzinger.
Precisamente ese mismo día, en la mañana, Francisco recibió en audiencia -por primera vez desde su salida del Vaticano el pasado mes de julio- a quien fuera el secretario personal del Pontífice alemán, Georg Gänswein, actual arzobispo de Urbisaglia y residente en Friburgo, aunque sin cargo pastoral específico, acompañado de las Memores Domini, las consagradas que atendían a Benedicto XVI en el monasterio que a partir de ahora tendrá acento argentino.
En los Jardines Vaticanos, las monjas benedictinas rezaron y cantaron en la Gruta de Lourdes, donde se encuentra una réplica de la Virgen que se venera en Massabielle (Francia). Tras la muerte de Benedicto XVI, Francisco dispuso que el monasterio, que fue construido en los Jardines Vaticanos en 1992 por Juan Pablo II, "retome su finalidad original".
El edificio será utilizado por las religiosas para que "sostengan al Santo Padre en su cotidiana solicitud por toda la Iglesia, por medio del ministerio de la oración, de la adoración, de la alabanza y de la reparación, siendo así presencia orante en el silencio y en la soledad", informó la Santa Sede.
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