Espíritu luchador, reivindicativo y crítico tomando partido por los excluidos En memoria agradecida a Juanjo Juárez, cura obrero de Jaén
Juan José Juárez Casado, fue militante y consiliario de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Jaén en el año 1977, puso en marcha la parroquia de San Sebastián de Arrayanes
Trabajó como peón de albañil en Andújar hasta que fue nombrado coadjutor en Linares. Siempre estuvo cerca de la clase trabajadora
Persona humilde, amable y acogedora también tuvo un espíritu luchador, reivindicativo y crítico tomando partido por los excluidos, viviendo y trabajando al lado de los empobrecidos
Su existencia, gastada en favor de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo, es un regalo para la diócesis de Jaén que lamenta su pérdida y se alegra de la vida vivida
Persona humilde, amable y acogedora también tuvo un espíritu luchador, reivindicativo y crítico tomando partido por los excluidos, viviendo y trabajando al lado de los empobrecidos
Su existencia, gastada en favor de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo, es un regalo para la diócesis de Jaén que lamenta su pérdida y se alegra de la vida vivida
| Isabel Mateos Valero
(Noticias Obreras).- Juan José Juárez Casado, fue militante y consiliario de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Jaén en el año 1977. Sustituyó al que era consiliario de la HOAC, Tomás Rivas, cuando este fue desterrado de Linares a Mogón por ser considerado afín a ideologías poco “católicas”.
Trabajó como peón de albañil en Andújar hasta que fue nombrado coadjutor en Linares. Siempre estuvo cerca de la clase trabajadora. Quiso trabajar en Santana, en las minas de la Cruz para predicar, en la Fundición y en la “fábrica de las latas” en Linares y fue rechazado por ejercer su sacerdocio en Arrayanes. Sin embargo, no le fue impedido levantar con sus propias manos y con la ayuda de los albañiles, fontaneros, electricistas, encofradores, herreros y jardineros de la barriada la iglesia de Arrayanes.
"Quiso trabajar en Santana, en las minas de la Cruz para predicar, en la Fundición y en la 'fábrica de las latas' en Linares y fue rechazado por ejercer su sacerdocio en Arrayanes"
Persona humilde, amable y acogedora también tuvo un espíritu luchador, reivindicativo y crítico tomando partido por los excluidos, viviendo y trabajando al lado de los empobrecidos.
Juanjo falleció el 6 de noviembre a los 79 años de edad, fue el sacerdote que puso en marcha la parroquia de San Sebastián de Arrayanes y que no dudó en salir de la sacristía para estar con los más necesitados de Linares.
Su existencia, gastada en favor de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo, es un regalo para la diócesis de Jaén que lamenta su pérdida y se alegra de la vida vivida, expresión de las luchas de los trabajadores en Linares y de la transformación de una Iglesia pobre para los pobres del mundo del trabajo.
Hasta mañana en el altar, Juanjo.
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