Una nueva etapa provincial con 220 misioneros de la Compañía En todos los continentes del mundo hay un misionero jesuita español

(Jesuitas).- Hace un par de meses -que también han coincidido con el período de verano- vivimos en nuestra Provincia de España el relevo y la entrada en servicio de un nuevo Provincial. Parece que cuando se acaba una etapa y comienza otra nueva es una ocasión propicia para hacer balance en determinados temas para poner de relieve lo logrado e identificar los nuevos desafíos que el futuro inmediato va a deparar.

Es, pues, oportuno señalar, en un plano importante, que, en la actual situación de la Provincia de España, hemos de contar con todos nuestros compañeros para llevar adelante la Misión encomendada, cada uno desde su situación y su aportación, entre los que se encuentran los que bien dentro del territorio geográfico de la Provincia pero también con los de fuera, es decir, con todos los jesuitas, oriundos de las antiguas Provincias, que participan de esa Misión como misioneros, fuera de las fronteras físicas de la actual Provincia, nacida en 2014.

En efecto, nuestros compañeros misioneros están ahí, son 220 hoy en día y, sin duda, conforman la de España como una Provincia netamente misionera y de gran tradición histórica en ese ámbito desde incluso los inicios de nuestra Compañía de Jesús. Es importante señalar esta realidad para conocimiento de toda la Provincia y de aquellos y aquellas con los que cada día colaboramos en el despliegue de la citada Misión.

En todos los continentes del mundo hay un misionero jesuita español que está llevando el mensaje del evangelio a otros, o bien ya lo ha hecho a lo largo de una dilatada vida misionera y ahora se encuentra en una etapa de vida oculta en una de las enfermerías de las Provincias de acogida. El Mapa de Presencias así lo atestigua.

"Es imprescindible poner de relieve que en situaciones muy desfavorables fueron levantando y organizando obras apostólicas que perduran en el tiempo"

Y no sólo es necesario valorar todo el trabajo realizado, sino que es imprescindible poner de relieve que en situaciones muy desfavorables fueron levantando y organizando obras apostólicas que perduran en el tiempo en su servicio a los más desfavorecidos y que han sido incorporadas por las distintas Provincias dentro de sus Planes Apostólicos y les han dado continuidad en el tiempo.

Sirvan estas líneas, en el comienzo de una nueva etapa para nuestra Provincia, para reconocer, una vez más, la labor de nuestros misioneros en el exterior, poner su trabajo y dedicación en primer plano y rezar por todos ellos ya que, sin duda, nosotros estamos permanentemente presentes en sus oraciones ante Dios.