La Policía nicaragüense descarta una acción violenta en el incendio de la catedral de Managua Brenes: "Fue un atentado, un sacrilegio contra la imagen"
Para reconstruir la figura calcinada de Jesús han recibido ofertas de especialistas de México, España y Nicaragua
| RD/Agencias
A casi 20 días del incendio que destruyó la capilla de la Catedral de Managua, y con ella la imagen de la Sangre de Cristo de casi cuatro siglos de antigí¼edad, el cardenal Leopoldo Brenes insistió en que no fue un accidente como dice la policía sino un ataque terrorista.
Estamos considerando eso con mi equipo de sacerdotes, confiamos que el Espíritu Santo nos guiará hacia la verdad, dijo en una entrevista con The Associated Press monseñor Brenes, arzobispo de la capital y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
El 31 de julio un incendio calcinó la venerada escultura de madera de Jesucristo traída de Guatemala en 1638. Testigos dijeron a periodistas que vieron entrar por un costado de la capilla a un joven encapuchado que lanzó un explosivo y huyó. Pero la policía descartó una mano criminal y atribuyó el incendio a vapores de alcohol concentrados en el recinto.
Brenes destacó que el suceso tuvo un impacto muy grande dentro y fuera de Nicaragua y que al papa Francisco lo impresionó muchísimo.
Agregó que no descarta que el caso esté ligado con otros ataques y profanaciones ocurridos en las últimas semanas contra al menos ocho templos católicos del interior del país, pero se abstuvo de responsabilizar a alguien en particular.
No tenemos costumbre de señalar a persona alguna mientras la institución no descubra (a los autores), pero hay fanáticos que piensan que con esto van a destruir a la Iglesia, comentó.
La mañana en que la capilla se incendió el cardenal se encontraba en su casa. Lo llamaron de inmediato para decirle que había un incendio pero que no se moviera, pues era muy peligroso.
Dolor, tristeza y lágrimas
"Mi primer sentimiento fue de dolor, de tristeza y nos hizo derramar lágrimas porque es una imagen muy querida", señaló. Añadió que el gobierno lo contactó apenas ocurrió el hecho, pero desde entonces no han tenido comunicación.
El cardenal recordó que la Sangre de Cristo acompañaba cada año los via crucis de Viernes Santo en la capital. Éramos más de 60.000 católicos que hacíamos silencio para mirarla. Por eso ahora sentimos como si se hubiera muerto una persona viva, expresó.
Brenes confirmó que el arzobispado inició una campaña pública de recolección de fondos para reconstruir la capilla, pero ignora cuánto durarán las obras ni qué costo tendrán.
Para reconstruir la figura calcinada de Jesús han recibido ofertas de especialistas de México, España y Nicaragua. Es algo que debemos valorar muy bien, es una imagen preciosa de 383 años, destacó al señalar que tampoco hay un acuerdo entre los obispos sobre si restaurarla o no, ya que algunos preferirían mantenerla así, como un símbolo de lo ocurrido.
Las blancas paredes de la iglesia Divina Misericordia, en la zona sureste de Managua, conservan las huellas de los balazos disparados por policías y paramilitares en julio de 2018 contra casi un centenar de estudiantes que se refugiaron en su interior durante la revuelta social contra el presidente Daniel Ortega. Los curas a cargo de la parroquia quisieron dejar las paredes perforadas, para que el episodio no sea olvidado.