El pronunciamiento de los obispos se da tras la crisis en la mesa de negociación entre el Gobierno y la guerrilla de Eln, proceso que se encuentra estancado y ahora se suma la vigencia al cese al fuego —hasta ahora el más largo que ha tenido el país con un grupo armado— que completaría un año y cuya vigencia se terminará el próximo sábado 3 de agosto.

Compromiso con la paz

Los obispos recuerdan que la paz se construye demostrando compromiso con la protección y el respeto por la población; por ello, manifiestan su disponibilidad para sumarse a los empeños de generar las condiciones para que se dé el cese al fuego total, en todo el territorio nacional.

Así también, exigen demostraciones de paz de parte de quienes están en las mesas de diálogo y de quienes aspiran llegar a ellas. “Instamos a que se continúen, de manera valiente, los esfuerzos de construcción de paz y de acuerdos”.

Respeto por la vida

A continuación, el episcopado expresa el dolor por los constantes mensajes que llegan de las comunidades y territorios del país, donde evidencian las permanentes confrontaciones y amenazas de la violencia que tienen que padecer sus habitantes. Panorama que ha llevado al desplazamiento forzado, al confinamiento, la desaparición forzada, el reclutamiento y uso de menores de edad para la guerra.

En este sentido, los obispos colombianos ratifican su compromiso por seguir sirviendo y acompañando a las comunidades, caminando junto a ellas, compartiendo sus esperanzas y sufrimientos. Toda vez que insisten con fuerza que “la vida humana debe ser protegida en todas sus dimensiones” y por tanto piden se garantice la convivencia y la paz entre sus pobladores