"El dolor de dejar su país y su hogar ya es demasiado" La Iglesia mexicana exhorta al Gobierno a no tratar a los migrantes como criminales
La Iglesia católica mexicana llamó este domingo al Gobierno federal de México, así como a las autoridades municipales y estatales, a dejar de ver a los migrantes como criminales y pidió darles un trato digno y humano
Señaló que la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez el pasado lunes 27 de marzo, en la que murieron 39 migrantes, "no debe quedar impune"
"La vida de los migrantes fue apagada por el fuego 'ante la mirada de funcionarios y elementos de seguridad que no hicieron nada por auxiliarlos'"
Agregó que la solución a la crisis humanitaria que se vive en México en materia de migración "debe tomar en cuenta el factor humanitario, a partir del hecho real de que los migrantes son personas vulnerables"
"La vida de los migrantes fue apagada por el fuego 'ante la mirada de funcionarios y elementos de seguridad que no hicieron nada por auxiliarlos'"
Agregó que la solución a la crisis humanitaria que se vive en México en materia de migración "debe tomar en cuenta el factor humanitario, a partir del hecho real de que los migrantes son personas vulnerables"
(Desde la fe).- La Iglesia católica mexicana llamó este domingo al Gobierno federal de México, así como a las autoridades municipales y estatales, a dejar de ver a los migrantes como criminales y pidió darles un trato digno y humano.
Además, señaló que la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez el pasado lunes 27 de marzo, en la que murieron 39 migrantes, "no debe quedar impune".
"Hacemos un llamado a los tres órdenes de gobierno -municipal, estatal y federal- a sumar esfuerzos para que, por medio del diálogo y la cooperación, junto con la sociedad civil, se establezcan las acciones enfocadas en el bienestar de los migrantes. Es necesario dejar de verlos como criminales y garantizarles un trato digno y humano", apuntó la Arquidiócesis de México en su editorial de este domingo en su semanario Desde la Fe.
La noche del 27 de marzo, un incendio en un centro migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el norte de México, acabó con la vida de 39 personas, de las que 6 eran hondureños, 7 salvadoreños, 18 guatemaltecos, 1 colombiano y 7 venezolanos.
Además de los fallecidos, el accidente dejó 28 heridos, de los que 24 permanecen hospitalizados y hasta ahora solo 4 fueron dados de alta. En la estación migratoria había unos 70 migrantes.
El viernes, el Gobierno ordeno el cierre del centro y la Fiscalía de México detuvo a cinco personas que se encuentran en prisión provisional, tres funcionarios del INM y dos agentes de la empresa de seguridad privada que actuaba en la estación migratoria.
También tiene identificado al migrante que presuntamente inició el fuego que causó la muerte de 39 personas.
En el texto, el órgano católico señaló que, aunque ya se generaron órdenes de aprehensión para castigar a los involucrados, "la deuda social con los migrantes no termina ahí".
"La vida de los migrantes fue apagada por el fuego 'ante la mirada de funcionarios y elementos de seguridad que no hicieron nada por auxiliarlos'"
"El dolor de dejar su país y su hogar en busca de mejores oportunidades ya es demasiado como para ser tratados como criminales durante su trayecto", apuntó.
Además, dijo que la vida de los migrantes fue apagada por el fuego "ante la mirada de funcionarios y elementos de seguridad que no hicieron nada por auxiliarlos".
La Arquidiócesis de México coincidió con el señalamiento previo que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo hace unos días de una tragedia que, según señaló, "pone en evidencia que las políticas migratorias implementadas se enfocan en la contención y no en la protección de los derechos humanos de las personas migrantes".
Agregó que la solución a la crisis humanitaria que se vive en México en materia de migración "debe tomar en cuenta el factor humanitario, a partir del hecho real de que los migrantes son personas vulnerables", con historias dramáticas que, en la mayoría de los casos, la única opción que tienen para alimentar a sus familias es emigrar a otro país.
También recordó a los migrantes que cuentan con el acompañamiento pastoral de la Iglesia católica, que dispone de varios albergues, y avisó de que este lunes sostendrá una reunión con las agencias de la ONU dedicadas a la atención de personas en un contexto de movilidad humana.
"El dolor de dejar su país y su hogar en busca de mejores oportunidades ya es demasiado como para ser tratados como criminales durante su trayecto"
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