Oliverio González Rosario, responsable nacional del movimiento en México nos contó en entrevista sobre los retos y frutos que tienen en el país. Movimiento Comunión y Liberación: 30 años de ser luz en México
El pasado 27 de febrero, cerca de 200 miembros de Comunión y Liberación se reunieron en la Basílica de Guadalupe para participar en la celebración eucarística, presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, para conmemorar al centenario del nacimiento de su fundador, Luigi Giussani (1922-2005), el 40 aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación; y 30 años del movimiento en México.
El cardenal mexicano los animó a seguir en el camino de la fe, pero también promover la oración en familia, propiciar la reflexión para descubrir la voz de Dios, buscar dar paz a nuestro espíritu mediante la reconciliación, promover la caridad y encontrar momentos para la oración personal y comunitaria.
Jimena Hernández corresponsal en México
En entrevista para Religión Digital, Oliverio González Rosario, Responsable Nacional del Movimiento Comunión y Liberación nos contó sobre las celebraciones que han tenido la fraternidad, durante estos días que conmemoraron el centenario del nacimiento de Don Luigi Giussani (1922-2005) su fundador y el 30 aniversario de la llegada del movimiento a México.
“Hemos recibido esta celebración, reconociendo una vez más la gracia de haber encontrado el carisma de Don Luigi Giussani en México, que aconteció hace ya 30 años. La Secretaría Internacional a través de nuestro responsable de la fraternidad, nos ha pedido partir primero de una misa en las distintas diócesis donde hay presencia del movimiento en México y lo hemos hecho con esa conciencia siempre de pertenencia a la Iglesia”.
“Ya en varios lugares se ha realizado esta misa como agradecimiento por estos acontecimientos y en todas las comunidades hemos visto en la autoridad de nuestros obispos, un reconocimiento y un afecto por el método educativo en la fe del Movimiento de Comunión y Liberación, que para nosotros además de un gran gusto, es una gran responsabilidad que nosotros podamos aportar desde la gracia de nuestro carisma al momento histórico que vivimos”.
-¿Cuáles han sido los aportes del movimiento durante estos años?
En estos 30 años, lo que yo he visto es florecer muchas comunidades, he visto florecer obras también, y creo que el gran aporte que ha hecho nuestro carisma en nuestra tierra mexicana ha sido generar hombres y mujeres libres, a jóvenes intrépidos que en distintos ámbitos son siempre una presencia y una luz.
Una de las potencialidades que yo veo en México es que aunque no somos muchos, si estamos presentes en ambientes muy importantes de la vida política, de la vida social, en temas de educación, yo creo que lo que ha florecido es eso, comunidades que en la comunión de la fe y también con nuestra Santa Iglesia, estan siendo presencia, y están siendo, insisto una luz sobre todo, en momentos difíciles y complicados como los que hoy vivimos.
Por ejemplo, una de las cosas que yo he visto como una gracia, sobre todo en tiempo de pandemia, fue una iniciativa que partió de una amiga jubilada maestra, que decidió dar su tiempo a hijos de familias no solo del movimiento, con un club de lectura y realmente fue un respiro, esta dinámica todavía continúa al día de hoy, y yo he visto como en el tiempo de pandemia significó la oportunidad de ser una gran ocasión de conocer más acerca de la realidad.
Porque el método de Don Giussani, siempre parte de la realidad, de la belleza de las cosas que tenemos delante y que en este acompañamiento permite a los chicos, a los jóvenes reconocer quien nos da eso, y creo que esa es una gran aportación.
También en mi ciudad, en Coatzacoalcos tuvimos la oportunidad de participar con Cáritas, llevando alimento a colonias populares y de iniciativa nació un banco de alimentos que ya tiene un año trabajando.
Y así han sido varias aportaciones que se han hecho, también una amiga diputada del municipio de Solidaridad, en Quintana Roo ha sido una presencia solida, sobre todo en temas sobre aborto, contó una experiencia muy bella, que en cierto momento cuando estaba la discusión sobre su aprobación, que no siempre es fácil y que muchas veces terminan violencia, ella invitó a las mujeres proaborto a tomar un café, después del voto que ella dio en contra y el discurso que dio, obviamente la increparon saliendo del Parlamento y en este café, ella pudo tener un diálogo, una mirada humana a estas personas y ellas también descubrieron en ella, que tienen el mismo deseo de felicidad y de plenitud, aunque a veces no se coincide en la forma de alcanzarlo, pero que este deseo de felicidad y de plenitud es lo que nos une y lo que les puede permitir encontrar una salida.
Entonces estos hechos y temas en los que a veces no vemos salida, y a veces parece que el mal tiene la última palabra o la polarización, nosotros siempre hemos tratado de ser luz.
-¿Cuáles son los retos y planes a futuro para el Movimiento Comunión y Liberación?
Yo creo que enfrentamos un momento de secularización fuerte, creo que también enfrentamos un momento en el que la fe ha quedado como en el olvido. Y el desafío que tenemos, es poder mostrar al mundo que la fe es una herramienta útil, frente a las preguntas existenciales y también frente a los desafíos que tenemos.
Estamos viendo cosas impensables como la guerra, el desafio es, en un mundo cada vez más ensimismado, en donde el hombre cree que puede hacerse así mismo; necesitamos mostrar que el hombre depende de Dios, pero que también en esta dependencia tiene un gran protagonismo y que la fe puede ser vivida en un lugar que construya a la persona.
Y nuestro movimiento tiene un gran instrumento para ayudar a las personas a descubrir ésto, porque en nuestra escuela de comunidad, el método que nos ayuda siempre, se trata sobre juzgar la realidad pero de un modo distinto, desde la fe, la belleza y la libertad.
¿Qué le pidió el Cardenal Aguiar Retes a Comunión y Liberación?
El pasado 27 de febrero, cerca de 200 miembros de Comunión y Liberación se reunieron en la Basílica de Guadalupe para participar en la celebración eucarística, presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, para conmemorar
El cardenal mexicano los animó a seguir en el camino de la fe, pero también promover la oración en familia, propiciar la reflexión para descubrir la voz de Dios, buscar dar paz a nuestro espíritu mediante la reconciliación, promover la caridad y encontrar momentos para la oración personal y comunitaria.
En privado, el Cardenal Carlos Aguiar recibió al responsable del movimiento en la Ciudad de México, Maximino Pineda, a quien saludó con alegría.
En presencia del padre López Amozurrutia y otros cuatro miembros del movimiento, el cardenal se interesó por la causa de beatificación de don Giussani y envió una bendición a todo el movimiento en México y le encomendó continuar con su misión.
¿Qué es Comunión y Liberación?
Comunión y Liberación es un movimiento de la Iglesia católica que nació en Milán, Italia, a iniciativa de monseñor Luigi Giussani, quien estaba interesado en comunicar adecuadamente la propuesta cristiana a los jóvenes del Liceo Berchet.
Mediante un método para juzgar la realidad, que se sintetiza en estas palabras que Giussani dirigió a los jóvenes en clase: «Desde mi primera hora de clase les dije: “No estoy aquí para que consideréis como vuestras las ideas que os voy a dar, sino para enseñaros un verdadero método para juzgar las cosas que os voy a decir. Y las cosas que os voy a decir son una experiencia que es el resultado de un largo pasado: dos mil años”.
El movimiento indica que en el corazón de cada persona existe un deseo de felicidad infinito que solamente Cristo es capaz de llenar.
El movimiento tiene presencia en más de 90 países, se caracteriza por su interés en la cultura y en las dinámicas históricas en las que se ven envueltos los hombres y mujeres, que es justamente en donde se juegan la fe.
Comunión y Liberación ha sido fuente inagotable de iniciativas culturales y sociales en todo el mundo.
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME