La crisis de abusos en la Iglesia estadounidense sigue sacudiendo los cimientos de la institución. El 37% de los católicos del país ya se plantea abandonar la fe por culpa de la pederastia del clero. Un incremento alarmante del nivel del 22% que se hacía la misma pregunta en el año 2002, en pleno escándalo de Spotlight en Boston.
La prueba del bache en el que actualmente se encuentra la Iglesia norteamericana la da el 'thinktank' Gallup, que entrevistó a casi seiscientos fieles adultos en plena cumbre anti-pederastia en el Vaticano. Su sondeo halló que el 22% de los católicos que asisten semanalmente a misa ya está pensando en decirle adiós al catolicismo, comparado con el 37% de los que acuden a oficios litúrgicos mensualmente y el 46% de los creyentes que no asisten nunca a su parroquia.
Para tener una idea de cómo ha crecido el descontento, según los datos de Gallup solo uno de cada ocho fieles de misa semanal se hacía la misma pregunta en el 2002, año en el que el tema de la pederastia del clero y el encubrimiento de los obispos acapara por primera vez los titulares de los grandes periódicos. En este momento, pensaban en la apostasía también el 24% de los católicos de misa mensual y el 29% de los no practicantes.
Se fían de sus párrocos y del Papa, pero no de sus obispos
Entre las sombras que arroja el nuevo sondeo de Gallup, no obstante, hay algunas luces. La mayoría de los católicos estadounidenses afirma tener "mucha" (40%) o "bastante" (18%) confianza en el Papa Francisco, figura que así está en el mismo nivel para los fieles que sus párrocos, y con más apoyo entre las mujeres (65%) que los hombres (51%).
Eso sí, la encuesta sugiere que los católicos norteamericanos tienen un problema con su jerarquía, ya que uno de cada cuatro afirma tener "poca" o "ninguna" confianza en sus obispos.
