El historiador Michael Kuderna publica un ensayo sobre representaciones del dictador en 15 iglesias alemanas El escándalo que provoca descubrir la imagen de Hitler en una Iglesia
En las diez imágenes que Michael Kuderna descubrió de la época posterior a 1945, Hitler es representado de forma negativa, por ejemplo, como un torturador o un recluso del infierno. Entre las otras cinco, algunas eran de adehesión al régimen nazi
En la iglesia católica de San Pedro y Pablo en Weil der Stadt, el artista Josef Karl Huber pintó en 1939 una pequeña vidriera en la que el diablo lleva los rasgos faciales de Hitler y cuya postura y vestimenta contienen referencias a los símbolos nacionalsocialistas
"En la Edad Media era normal representar figurativa o pictóricamente a los contemporáneos, como los fundadores o los artistas que participaban en la construcción, y también a los villanos. En este sentido, las representaciones de Hitler no son tan inusuales”, reconoce el historiador
"En la Edad Media era normal representar figurativa o pictóricamente a los contemporáneos, como los fundadores o los artistas que participaban en la construcción, y también a los villanos. En este sentido, las representaciones de Hitler no son tan inusuales”, reconoce el historiador
Todo empezó con una visita al pequeño pueblo francés de Vasperviller para investigar las características y la historia de la iglesia Ste-Thérèse. El templo, de un gran interés arquitectónico, bebía, entre otros, de la influencia de Le Corbusier. Pero lo que no esperaba encontrarse y dejó perplejo al historiador Michael Kuderna en el interior era una vidriera en la que Hitler era representado como un ídolo pagano. Pronto descubrió que allí estaba el germen de lo que sería una investigación posterior que le llevó a buscar otras representaciones eclesiásticas de Hitler en los países de habla alemana. El resultado de su extensa investigación se convirtió en el libro Grenzüberschreitung: Ein deutsch-französischer Architekt, sein Meisterwerk und Hitler-Bilder in Kirchen (Cruce de fronteras: un arquitecto germano-francés, su obra maestra y las imágenes de Hitler en las iglesias).
“En las diez imágenes que descubrí de la época posterior a 1945, Hitler es, como es lógico, representado de forma negativa, por ejemplo, como un torturador o un recluso del infierno”, explica Kuderna en una entrevista a Katholisch.de. “Mucho más interesantes son las cinco fotos que se tomaron durante la época nazi. Aquí hay o había cuadros fieles al régimen —por ejemplo, Hitler y Hindenburg juntos bajo la esvástica—, representaciones enigmáticas en las que Hitler está de pie junto a Jesús y uno no sabe exactamente lo que el artista quiere expresar con ello, e incluso dos cuadros en los que Hitler está representado de forma decididamente negativa”, agrega.
Hitler crucificado
En relación con las “representaciones negativas” del dictador alemán, Kuderna pone el ejemplo del retablo de la iglesia católica Ludwig de Bad Dürkheim, en el que el ladrón crucificado junto a Jesús tiene un gran parecido con Hitler. “No obstante”, apunta el historiador, “queda una última incertidumbre, ya que, por supuesto, no hay pruebas escritas de la época nazi de que el artista Paul Thalheimer pintara realmente a Hitler en la cruz aquí. Una confesión en ese sentido habría puesto en peligro su vida. Sin embargo, en el transcurso de mi investigación descubrí que Thalheimer era muy crítico con el régimen nazi y que sus cuadros también se mostraron en la tristemente célebre exposición ‘Arte degenerado’. En este sentido, hay muchos indicios de que la imagen muestra efectivamente al dictador. Sobre todo porque el párroco de Bad Dürkheim de la época, que seguramente participó en la selección del motivo, también estaba en guerra con el régimen”.
En lo que respecta a las representaciones halladas en la iglesia católica de San Pedro y Pablo en Weil der Stadt, Kuderna cuenta que el artista Josef Karl Huber pintó en 1939 una pequeña vidriera en la que el diablo lleva los rasgos faciales de Hitler y cuya postura y vestimenta contienen referencias a los símbolos nacionalsocialistas. “Esta representación, tal y como la conocemos hoy, también llamó la atención de algunos de los contemporáneos de Huber”, sostiene el historiador. “No se sabe si esta fue la razón por la que fue enviado como soldado al Frente Oriental en 1941 o si, por el contrario, su despliegue en el frente tenía como objetivo protegerlo del castigo en casa. Es interesante señalar que Huber fue posteriormente hecho prisionero en Gran Bretaña, donde un oficial inglés le habló del motivo. Por lo tanto, su descripción de Hitler como el diablo debe haber sido ampliamente difundida, al menos en privado”.
El problema de ver al dictador en las iglesias
Preguntado por cómo afrontan hoy las iglesias afectadas el legado de las imágenes de Hitler (especialmente las que ofrecen una imagen más problemática del dictador), Kuderna considera que la mayoría de las congregaciones eclesiásticas se esfuerzan por tratar seriamente los motivos. Sin embargo, hay tres problemas que pueden encontrar. "La protección de los monumentos históricos, que no suele permitir demasiados cambios estructurales o de diseño. La otra es la de los espectadores: siempre hay gente que directamente hace un escándalo al descubrir a Hitler en una iglesia, aunque se le represente negativamente”, comenta. Como ejemplo de este último, Kuderna cuenta el caso del hombre que llamó escandalizado al periódico Bild después de visitar la iglesia en el Bajo Rin.
El tercer problema que conllevan estas representaciones es que son motivo de alegría para los neonazis, que se alegran cuando descubren a Hitler en una iglesia. “Eso es, por supuesto, muy desagradable”, confiesa Kuderna.
A pesar del efecto perturbador que reconoce que puede tener la presencia del Führer en las iglesias, Kuderna considera que las 15 representaciones que ha examinado deben seguir siendo visibles, especialmente, por supuesto, las imágenes que se crearon después de 1945 y que representan a Hitler de forma negativa. “Las iglesias en cuestión deberían tratar de manera ofensiva estos motivos y explicar bien de qué se trata y cómo se debe clasificar la representación del dictador en términos concretos. En la Edad Media era normal representar figurativa o pictóricamente a los contemporáneos, como los fundadores o los artistas que participaban en la construcción, y también a los villanos. En este sentido, las representaciones de Hitler no son tan inusuales”, concluye.
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