" Esta diócesis no pretende causar más dolor a nadie, sólo presentar sus argumentos" El obispo de Lleida responde al de Barbastro y reivindica su "libertad" para defender la permanencia de los bienes de la Franja
Reprocha a Barbastro que "el lenguaje y los sentimientos de unos y de otros deben partir siempre de los textos evangélicos"
Asegura que han atendido "explícitamente" las "indicaciones expresas" de Roma para la devolución de las piezas, pero que "no fue posible satisfacer los requerimientos". Ahora, apunta, están en otra fase, la civil, distinta de la eclesiástica
"En los desencuentros hay sufrimiento por ambas partes. Esta diócesis no pretende causar más dolor a nadie, sólo presentar sus argumentos y defender, según su criterio, las propias razones". El Obispado de Lleida, a través de un comunicado, ha respondido a las declaraciones del obispo de Barbastro, Ángel Pérez Pueyo, criticando el recurso presentado por la diócesis catalán contra la orden de devolución inmediata de los bienes de la Franja.
El conflicto, enquistado desde hace más de un cuarto de siglo, no parece vislumbrar el final, toda vez que Lleida ha decidido seguir pleiteando por la vía civil. En un comunicado, la diócesis pastoreada por Salvador Giménez lamenta las "valoraciones sobre personas e intenciones (escándalo, despropósito, humillación, ultraje…) o en impresiones que puedan causar malestar en algunas personas, (sorpresa, pesadumbre, desconcertado, dolido, muy quemada…)".
"Nadie es verdugo de nadie"
"Nadie es verdugo de nadie, menos en nuestro caso de diócesis vecinas que comparten personas y finalidades comunes. Además, el lenguaje y los sentimientos de unos y de otros deben partir siempre de los textos evangélicos", reprocha el comunicado, que incide en que el litigio tiene dos partes: "La primera, se desarrolló en el ámbito eclesiástico y se cerró con indicaciones expresas a la diócesis de Lleida por parte de las autoridades y tribunales de la Iglesia para que las piezas en cuestión fueran retornadas a sus parroquias de origen, hecho aceptado explícitamente por los tres últimos obispos y, por supuesto, por el actual", admite.
"Por motivos ya sabidos y explicados en distintas instancias eclesiales, no fue posible satisfacer los requerimientos", añade la nota. La segunda parte "se está desarrollando en los tribunales civiles ante los que la diócesis de Barbastro-Monzón ha denunciado al obispado de Lleida", señala.
"Respeto a la ley"
"La diócesis de Lleida, con su obispo al frente, comparte el gozo de sentir y vivir como indica la diócesis de Barbastro-Monzón en su comunicado, en una Iglesia siempre libre y abierta", recalca la nota, que pide "idéntica libertad a esta diócesis para exponer razonadamente sus argumentos ante el juez que los requiera". Al tiempo, la diócesis aboga por el "respeto a la ley y a los procedimientos legales que ella misma articula".
Por eso "no resulta extraño que quien es acusado ante un tribunal, como lo ha sido el obispado de Lleida, quiera y pueda acogerse a lo que la ley tiene previsto", finaliza la nota, que admite que "la justicia ha hablado en primera instancia pero, como todo el mundo sabe, puede hablar de nuevo en otras instancias".
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