Lean algunas opciones de los amigos de la tradición que han traído descrédito y arrastrado incluso al ridículo a toda la Iglesia Los opositores a Francisco “no saben interpretar el tiempo presente, ni lo que es justo” (Lc 12,56s)

Francisco ha puesto el Evangelio por encima de la Ley, el Culto y el Clero

El domingo pasado, por razón familiar, asistí a la eucaristía en un pueblo de Toledo. Excesivo ritualismo (monaguillos ensotanados, toque de campanillas y teatralización de la consagración, el Santísimo traído por un ministro con alba y paño en hombros...) Me gustó la homilía: breve, incisiva, clara... Al final, los avisos “parroquiales” me alarmaron: procuren comulgar en la boca, he encargado un reclinatorio bipersonal para recibir la comunión de rodillas (adoramos así al Señor), los niños bautizados en 2023 pasarán por el manto de la Virgen en la Presentación del Señor, colaboren en el pago del reclinatorio, compren el libro de los Evangelios de este año, calefacción...

Esta mentalidad me recuerda la “rebelión” de algunos sacerdotes toledanos, que piden al Papa Francisco anular la Declaración “Fiducia supplicans” sobre el sentido pastoral de las bendiciones (18 diciembre 2023). Actitud clerical nacida de creerse los entendidos y guardianes de la religión. Intentan controlar hasta la voluntad de Dios y decidir por él nuestra conducta con detalle. No bendiciendo, creo que “dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres... Anulan el mandamiento de Dios por mantener su tradición” (Mc 7,8s). Mandato de Dios es: “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis... No os tengáis por sabios. A nadie devolváis mal por mal...” (Rm 12,14ss).

Muchos clérigos no toleran la libertad evangélica. Su seguridad radica en gestos exteriores, en ritos meticulosos, en prácticas ordenadas por quien se cree entendido en conectar con el Misterio... Han elegido “encerrarse en las estructuras que les dan una falsa contención, en las normas que les vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37)” (EG 49).

Podrían acudir a este texto evangélico para encontrar luz y liberarse de su ceguera:

Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: `Va a caer un aguacero´, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: `Va a hacer bochorno´, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis  vosotros mismos lo que es justo?” (Lc 12,54-57).

Interpretar el tiempo presente” y “juzgar lo que es justo ha sido birlado al pueblo cristiano. El clero se ha reservado, con sus mandatos y ritos, muchos temas abiertos a la libertad de los hijos de Dios. Se le ha prohibido pensar, expresar lo pensado, actuar conforme a conciencia sin dañar a nadie. Durante siglos se viene cayendo en lo dicho en la 1ª Carta a Timoteo: “inducidos por la hipocresía de unos mentirosos, que tienen cauterizada su propia conciencia, que prohíben casarse y mandan abstenerse de alimentos que Dios creó...” (1Tim 4,2s). 

La historia se repite: los opositores a la apertura del Papa Francisco son herederos de los “sumos sacerdotes, escribas y fariseos, aferrados a su tradición” que se opusieron a Jesús. No “saben interpretar el tiempo presente, ni lo que es justo”.

Lean algunas opciones de los amigos de la tradición que han traído descrédito y arrastrado incluso al ridículo a toda la Iglesia:

- Inquisición: en 1252, Inocencio IV autoriza la tortura (Bula “Ad extirpanda”).

- “Existen dos gobiernos, el espiritual y el temporal, y ambos pertenecen a la Iglesia” (1302, Bonifacio VIII, Bula “Unam sanctam”).

- “Nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse participe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles [Mt. 25, 41]” (en 1441, Papa Eugenio IV. D. 714. DS 1351).

- Sobre la esclavitud. Nicolás V (1452) concede al rey portugués, Alfonso, “plena y libre facultad de invadir, conquistar, subyugar y reducir a perpetua servidumbre” (Breve “Divino amore”. “Cristo nos libera sólo de la esclavitud del pecado”.

- Quema de herejes: en 1520 León X “condena, reprueba y rechaza” como herético que: “quemar herejes es contra la voluntad del Espíritu Santo” (DS 1483).  

- “En adelante y por la perpetuidad de los tiempos futuros prohibimos que se cante o se recite otras fórmulas que aquellas conformes al Misal editado por Nos... Más si alguien se atreviere a atacar esto, sabrá que ha incurrido en la indignación de Dios omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. (1570, San Pío V, Bula Quo primum tempore)

- La Biblia como libro de ciencia: “la doctrina según la cual el sol es centro inmóvil del universo, es absurda, falsa en filosofía y formalmente herética, por ser contraria a la Escritura” (en 1616, la Congregación del Santo Oficio ). 

- “La proposición que afirma que sería contra la práctica apostólica y los consejos de Dios, si no se le procuraran al pueblo modos más fáciles de unir su voz con la voz de toda la Iglesia -entendida de la introducción de la lengua vulgar en las preces litúrgicas-, es falsa, temeraria, perturbadora del orden prescrito para la celebración de los misterios y fácilmente causante de mayores males” (en 1794, Pío VI, D: 1566, 1533 DS 2666).

- Contra las vacunas: “quienquiera que recurre a la vacuna deja de ser hijo de Dios... La viruela es un juicio de Dios..., la vacuna es un desafío al cielo” (Papa León XII en 1829; su antecesor, Pío VII, la había prohibido en 1815 en los Estados Pontificios. Menos mal que unos años después, Gregorio XVI (1831-1846) la permitió.

- La libertad de prensa es fatal, monstruosa y horrible (Gregorio XVI, 1832 en la   encíclica “Mirari vos”, 16)

- Condenado como error: “En nuestra edad no conviene ya que la religión católica sea tenida como la única religión del Estado, con exclusión de cualesquiera otros cultos” (Pío IX, D. 1777. DS 2977).

- “Observad aquí, venerables hermanos, cómo yergue su cabeza aquella doctrina tan perniciosa que furtivamente introduce en la Iglesia a los laicos como elementos de progreso” (1907. San Pío X, Pascendi, 26).

- Es un error fomentar la educación sexual y la coeducación: Pío XI en 1929: “Está muy difundido actualmente el error de quienes, con una peligrosa pretensión e indecorosa terminología, fomentan la llamada educación sexual”... “Erróneo y pernicioso para la educación cristiana es el método de la coeducación” (encíclica “Divini illius magistri”, 49.52).

- El control de los nacimientos: “cualquier uso del matrimonio, en el que... quede el acto destituido de su propia y natural virtud procreativa, va contra la ley de Dios y contra la ley natural, y los que tal cometen, se hacen culpables de un grave delito”.(en 1930, Pío XI, Casti connubii, 20-21).

- Los herejes “juzgan que el sacrificio eucarístico es una estricta «concelebración», y opinan que es más conveniente que los sacerdotes «concelebren» rodeados de los fieles que no que ofrezcan privadamente el sacrificio sin asistencia del pueblo” (en 1947, Pío XII, Mediador Dei, 103).

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