Ecumenismo ¿Qué se entiende por diálogo interreligioso?
El diálogo interreligioso no es “una” expresión junto al ecumenismo, sino que lo constituye en esencia y propuesta.
| JL Vázquez Borau
El documento fundacional del diálogo intereligioso lo podemos situar en el documento Nostra Aetate, que en latín significa “en nuestro tiempo”. Son las primeras palabras de un documento innovador del Segundo Concilio Vaticano de la Iglesia Católica Romana aprobado en 1965, donde la Iglesia abrió formalmente un diálogo más amplio con los seguidores de otras religiones. El Papa Pablo VI creó, en 1964, el Secretariado para los No Cristianos, el cual, en 1984, publicó el documento Diálogo y Misión, en el que se declaraba que el diálogo es parte inherente e indispensable de la misión misma, y no algo que se le agregue. En 1991, para celebrar el 25° aniversario de la Declaración de Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, en cooperación con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, nuevo nombre para el Secretariado para los No Cristianos, publicó Diálogo y Proclamación, en el cual se profundizaron elementos contenidos en el primer documento, indicando que ningún anuncio de la fe debe hacerse sin diálogo. El documento propone cuatro dimensiones que pueden ser etapas del diálogo interreligioso:a) el diálogo de vida (acercamiento de amistad); b) el diálogo de servicio (trabajar juntos en el compromiso social); c) el diálogo propiamente teológico y, finalmente, d) el diálogo en la oración común entre distintas tradiciones religiosas, fomentando la paz y la armonía en la sociedad.
Una iniciativa notable del Papa Juan Pablo II fue el Encuentro Interreligioso de Asís, realizado en 1986, que reunió a todos los principales líderes de las iglesias cristianas y a sesenta representantes de otras religiones para rezar por la paz. En 2016, con motivo del 30 aniversario del primer encuentro, se dieron cita en la misma ciudad 500 representantes de diferentes religiones, además de unos 12.000 peregrinos. La Comisión Teológica Internacional, organismo vinculado al Vaticano, también ha emitido documentos y declaraciones sobre la relación entre la fe cristiana (entendida desde la Iglesia católica) y otras religiones. Además, el Vaticano ha creado comisiones internacionales para el diálogo bilateral.
El Papa Francisco en su discurso con motivo del 50º aniversario de la Declaración Nostra Aetate, afirmó: “El diálogo basado en el respeto confiado puede dar semillas de bien que a su vez pueden germinar en amistad y colaboración en muchos campos, especialmente en el servicio a los pobres, a los últimos, a los ancianos, en la acogida de los migrantes y en la atención a los excluidos. Podemos caminar juntos cuidando unos de otros y de la creación. Todos los creyentes de todas las religiones”. Además ha intensificado el diálogo con el judaísmo y el islam, con importantes visitas y encuentros, entre ellos el encuentro con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb, de El Cairo, quien lo inspiró en la encíclica Fratelli Tutti.
Amplios sectores teológicos y pastorales reconocen al ecumenismo esta triple dimensión: A) La unidad de los cristianos, a partir del reconocimiento del escándalo histórico de divisiones y de la preocupación por construir perspectivas misioneras ecuménicas; (B) La promoción de la vida, basada en los ideales utópicos de una sociedad justa y solidaria y en el entendimiento de que pueden regir la organización de la sociedad integrando a todos los de ‘buena voluntad’; y, finalmente, C) El diálogo interreligioso, en la búsqueda incesante de la superación de los conflictos, de la paz y de la justa comunión de los pueblos. Por tanto,el diálogo interreligioso no es “una” expresión junto al ecumenismo, sino que lo constituye en esencia y propuesta. Asimismo, existe interés en profundizar los procesos de humanización, democracia, ciudada nía y defensa de los derechos humanos y territoriales.