España era hace unos años una tierra de oportunidades. Me gustaba sentir que mi país era querido y valorado por muchas personas que venían a vivir aquí. Me gustaba mucho ver como la gente luchaba por venir aquí y hacer su vida en mi país. Pero hoy, cuando contemplo ese "glorioso" pasado, arruinado por los especuladores inmobiliarios, arruinado por unos políticos ineptos, desgarrado por egoismos regionalistas e irracionalistas, etc, me hace sentir tristeza. Nuestra sanidad era un motivo por el que presumir, pues era más generosa de lo que ahora es. Nuestras universidades eran accesibles, y ahora es más difícil acceder a ellas.
Pero vino una crisis, y se llevó parte o mucho de lo bueno que teníamos. Y la crisis dejó a muchas personas desprotegidas, rompió muchos futuros, rompió a personas, e hizo estragos sobre la gente a mi alrededor. Pero los responsables de todo el desastre, los malos políticos y especuladores, no hay ni puñetera forma de librarse de ellos. Y encima ahora viene la escoria de los populistas, gente corrompida por el poder y con mucha ansia desmedida de alcanzarlo para poner el poder al servicio de su mundo platónico de las ideas y no del mundo real de las personas.