Dos cosas positivas de la LOMCE.
Primeramente las revalidas: Si el tema de estas pruebas se plantea bien, se puede poner fin de una vez por todas a esos 4 colegios que me consta venden las notas y títulos de bachillerato a un precio de entre 400 y 500 € la mensualidad. Un día de estos, traeré con disimulo las notas de selectividad de dos de esos centros, no para criticar a esos centros, sino a la inspección educativa que tienen todas las pruebas y no hacen absolutamente nada. Si la LOMCE acaba con ese impresentable negocio, algo bueno habrá traído. Aunque también me parece peligrosísimo que si las revalidas son planteadas mal, pueden ser un gasto más del sistema educativo que caiga en saco roto. Por ejemplo, nuestros políticos cuando ven que una prueba pone en entredicho su gestión, tienden a bajar su nivel o a reinventarla para lograr unos resultados mejores con los que poder salir a hacerse la foto con comodidad. Con la selectividad pasaron de evaluar como obligatorias 7 materias en COU, a 6 materias LOGSE, y después a 4 materias LOE. No sabemos aun las materias que evaluará la LOMCE, tampoco sabemos que estilo de prueba utilizarán, si exámenes tipo test para historia por ejemplo, o un examen a desarrollar de un tema o un comentario de texto.
Segundo: Las matemáticas vuelven a ser obligatorias en toda la rama de ciencias. Esto último es muy positivo, sobre todo porque había demasiados estudiantes que accedían a carreras con varias materias de matemáticas sin haberlas cursado en 2º de bachillerato. Los institutos y colegios diseñaron planes de estudio con las optativas de la LOGSE y la LOE proponiendo itinerarios de bachilleratos de ciencias sin matemáticas.