Mis felicitaciones a Teresa Forcades.
La gripe A que estamos viendo es como una gripe normal y corriente, y por lo que se ve, mientras que la gripe común mata como mínimo a 40000 personas en Europa, por ahora apenas son un centenar.
El segundo culpable es en mi opinión la prensa. Los periodistas no han cumplido con su trabajo de informar, al contrario, han propagado el temor por su supina ignorancia. Y hablo de los periodistas que cubren noticias de ciencia y sanidad. Si fueran licenciados en medicina, se habrían encargado de no causar alarmismo con sus noticias. Por su forma de informar, nuestro primer caso mortal de gripe A fue celebrado por la prensa metiendo miedo.
Y luego está quien puso en el punto de mira a la Iglesia. Hubo obispos que retiraron el agua bendita en la misa y se planteaban medidas mayores medidas como no besar a las imágenes. Finalmente el obispo Mazuelos, que es médico y sabía lo que hacía, se manifestó contrario a alterar la normalidad.
Pues independientemente de los errores cometidos por una farmacéutica, opino como Teresa que mejor no vacunarse contra esa gripe A. No por prevenir, sino para que Trinidad Jiménez se coma con patatas fritas todas las vacunas compradas contra la gripe. Claro que como es boba, seguirá riendo en las fotos mientras da consejos de aquello acerca de lo cual no tiene ni idea.