Mis felicitaciones a Teresa Forcades.

Nos lo ha traducido y contado nuestra compañera Carmen Bellver. Sin Carmen no entenderíamos lo dicho por la religiosa. Y lo dicho merece en mi opinión merece traducirse a todos los idiomas. Podemos leer las declaraciones de la religiosa benedictina Teresa Forcades, que es toda una autoridad en la materia. Si alguien desea leerlo vaya al blog de Carmen Bellver, merece muchísimo la pena enterarse de como nos quieren tomar el pelo con la gripe.

Lo de la gripe A ha sido una tomadura de pelo. Ya dije que la directora general de la OMS, Dra Margaret Chan, había hecho una gilipollez levantando la voz de alarma. Y mayor gilipollez es que viendo la metedura de pata cometida, empeñarse en seguir con el error durante meses.

La gripe A que estamos viendo es como una gripe normal y corriente, y por lo que se ve, mientras que la gripe común mata como mínimo a 40000 personas en Europa, por ahora apenas son un centenar.

No obstante, para mi en España hay dos culpables. La primera es la ministra de sanidad, Trinidad Jiménez, que es tan boba y sabe tan poco del área de su ministerio, que es capaz de comprar millones de vacunas de las que se desconoce no solo por completo su eficacia, sino incluso si pueden ser hasta perjudiciales. Y como es ministra boba e inútil, ella seguirá riendo la gracia de la gripe A mientras vacía el erario público comprando vacunas dudosas y pagando anuncios en los que se aconseja como prevenir la gripe.

El segundo culpable es en mi opinión la prensa. Los periodistas no han cumplido con su trabajo de informar, al contrario, han propagado el temor por su supina ignorancia. Y hablo de los periodistas que cubren noticias de ciencia y sanidad. Si fueran licenciados en medicina, se habrían encargado de no causar alarmismo con sus noticias. Por su forma de informar, nuestro primer caso mortal de gripe A fue celebrado por la prensa metiendo miedo.

Y luego está quien puso en el punto de mira a la Iglesia. Hubo obispos que retiraron el agua bendita en la misa y se planteaban medidas mayores medidas como no besar a las imágenes. Finalmente el obispo Mazuelos, que es médico y sabía lo que hacía, se manifestó contrario a alterar la normalidad.

Pues independientemente de los errores cometidos por una farmacéutica, opino como Teresa que mejor no vacunarse contra esa gripe A. No por prevenir, sino para que Trinidad Jiménez se coma con patatas fritas todas las vacunas compradas contra la gripe. Claro que como es boba, seguirá riendo en las fotos mientras da consejos de aquello acerca de lo cual no tiene ni idea.

Volver arriba