"San José de Calasanz nos cuenta su vida - ¡Dejémos obrar a Dios!", de Laude Un texto escrito con el corazón
Juan Carlos de la Riva relata con sencillez, periodismo, historia y cultura. Con mucha cultura
Las ilustraciones, sugerentes, bellas, inocentemente emborronadas y alegres, son de Inés Burgos. El proyecto y director del contenido, producción y maquetación es el Grupo Editorial Luis Vives –“Fundación Edelvives”. El texto es de Juan Carlos de la Riva. SchP, sigla que en cristiano quiere decir, “padre escolapio”. El título completo del libro, con sus 120 páginas, en la colección “Laude”, es el de “San José de Calasanz nos cuenta su vida- ¡Dejemos obrar a Dios!”.
En su contraportada se nos informa llanamente de que “corría el mes de abril de 1597 y José de Calasanz sentía una gran alegría cuando miraba a esos niños que cada día saltaban de alegría al verle llegar, con su sotana y su sombrero, por las calles del barrio Trastévere en Roma. Año en el que cambió su vida y sus decisiones cambiaron la vida de muchos niños hasta el día de hoy”.
El libro es de actualidad. Son muchos los elementos que así lo refieren y proclaman. Se trata de todo un santo–santo. Aragonés por más señas. Educador y formador de educadores. Alto y bien equipado. Fundador de una de las Congregaciones Religiosas a las que más le debe la auténtica y cabal formación integral dentro y fuera de España, con aportación y vivencia de principios directamente dimanantes de los santos evangelios. Formación – educación religiosa e integral para niños y niñas pobres, en principio procedentes de los más humildes y humillados barrios de Roma, capital –supra-capital- de la Cristiandad y de cuanto en todo el orbe católico significaba y significa opulencia, poder y soberanía, además “en el sacrosanto nombre de Dios”.
Todo cuanto tiene relación con la escuela, con la formación religiosa, con la asignatura de la religión, con los testimonios y ejemplos de vidas de educadores… en el marco de los recintos sagrados de los respectivos colegios aún “religiosos”, es de actualidad y noticia en la actualidad, tal y como lo reflejan los medios de comunicación de cualquier condición y signo que sean.
Pero la “vida y milagros” del santo aragonés de noble alcurnia y apellido, no se reduce a sus salvadoras y redentoras andanzas entre los “humildes” barrios romanos y de otras ciudades en las que fundara colegios. Le dio tiempo también para adentrarse entre los dicasterios curiales, a la búsqueda de beneficios clericales para sí y sus amigos, experiencia triste de la que se nos deja también referencia en las páginas del libro dedicado al fundador – “aragonés tenía que ser”-, de la “Congregación de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios, de las Escuelas Pías“, primero de los grupos religiosos dedicado precisamente a los pobres. La obra fue aprobada por el papa Paulo V, con la ayuda y protección del Cardenal Colonna.
Por cierto que del mismo aseguro y destaco que está muy bien escrito. Con sencillez, periodismo, historia y cultura. Con mucha cultura. Está escrito además y sobre todo, con el corazón. No solo ni fundamentalmente con los ojos propios y ajenos. Sino también con los oídos. A la escucha de lo que se ve y se oye. Es decir, con el corazón. En cristiano. Si no se escribe o se habla después de haber escuchado con el corazón, las conversaciones jamás podrán ser “religiosas”, y menos, educadoras y evangelizadoras.
Etiquetas