El obispo, Mon. Antonio Giménez, destacó la figura de los los mártires que dieron "su vida y su ejemplo" Celebración de Santa Emerenciana, nuestra 'mártir de amor', en la Catedral de Teruel

"Hay personas que nos influyen en la vida […] nos han ido haciendo lo que somos, a veces creemos que nos hacemos a nosotros mismos, y que tomamos las decisiones, pero no es verdad, las personas que nos influyen son las que nos van configurando, en la vida de la Iglesia hay personas muy importantes […], me refiero a los Santos, aquellas personas que van marcando unos hitos que van configurando a la Iglesia a lo largo de los siglos, y en especial los mártires que dieron su vida para ello» así destacó don Antonio, nuestro Obispo, la figura de los mártires en la homilía de la festividad de Santa Emerenciana, nuestra patrona.

El pasado domingo en una Catedral llena hasta el aforo permitido, pero sin la afluencia de fieles de otros años debido a la pandemia en la que nos encontramos, don Antonio destacó que en la ciudad del Amor, Teruel, qué mejor que una «mártir de Amor» como fue Santa Emerenciana. Ella es fermento de nuestra comunidad y que no debemos de avergonzarnos de ser cristianos.

Fue una fiesta distinta, sin seisado y sin procesión, con música, eso sí, gracias a cuatro miembros del «Coro del Encuentro» que cumpliendo con creces las distancias de seguridad amenizaron la celebración.

Finalizó don Antonio su homilía recomendándonos que «gocémonos de la fiesta de Santa Emerenciana, gocémonos de nuestra Patrona, pero sobretodo gocémonos de ser testigos de nuestra Fe"