(Archimadrid).- Madrid Live Meeting comenzó con un encuentro de jóvenes a las 16:00 en el en el Seminario Conciliar de Madrid y en el que, tal y como explica Laura Moreno, delegada de Jóvenes de la diócesis de Madrid, el cardenal Cobo les invitaba «a volver a recorrer el camino de la JMJ y reconocer la llamada para este tiempo en Madrid». Una llamada, según reflejaban los mensajes del Papa trabajados por grupos, que es personal pero también comunitaria, para la Iglesia de Madrid. De hecho, la jornada tenía por lema Amados y llamados, en referencia a las palabras que el Papa Francisco les dijo a los jóvenes en el encuentro de acogida en Lisboa, el primer que tuvo con ellos en la JMJ.
Tras este primer trabajo por grupos, los jóvenes se desplazaron a la catedral de Santa María la Real de la Almudena, donde se dispusieron a celebrar la Eucaristía, presidida por el arzobispo de Madrid y concelebrada por numerosos vicarios episcopales y sacerdotes. No sólo había jóvenes de la diócesis, también llegó un grupo de la de Segovia que participaron en la JMJ. Los chavales nos cuentan que se han enterado del evento por las redes sociales y que, «total, tampoco estamos tan lejos». Influye mucho que tras la Misa habrá, entre otros, concierto de Hakuna y del padre Guilherme Peixoto, el cura DJ que los despertó el domingo por la mañana en el Campo de Gracia de Lisboa, tras la vigilia con el Papa.
Marco, uno de los segovianos, dice que en la JMJ «nos pusieron una semilla» y que ahora se trata de que «vaya creciendo». Reconoce que en estos dos meses que han pasado, el poso que esta le dejó «me ha ayudado a rezar más y a estar más unido a Dios». De aquellos días vividos en Lisboa, les impresionó a todos la cantidad de gente que había de todos los países y que, como dice Javi, «todos estábamos movidos por lo mismo, llamados a compartir lo que es Dios». Y de lo que dijo el Papa, a David se le clavó aquello de que «lo importante no es las veces que te caigas, sino todas las que te has caído y te has levantado».
Ya en la Misa, el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, pidió a los jóvenes, que abarrotan la catedral como en sus mejores momentos, que escucharan «la llamada que el Señor te está haciendo, seas como seas, te veas como te veas». «Quiere contar contigo —continuó —, como ha contado hasta ahora, porque eres muy especial para él».
Olor a Evangelio
El cardenal Cobo les hizo una segunda petición: «Que descubramos la misión que tenemos en esta viña». Una misión que no es en individual, matizó, sino «en conjunto». Dios ni quiere «que trabajemos por libre», ni que «nos apropiemos de la viña, porque es suya». Y añadió: «Se trata de que juntos anunciemos y tengamos olor a Evangelio; mucha gente no va a tener más idea de Dios que lo que le contéis vosotros».
Por último, el arzobispo —que recibió una gran ovación al final de la Eucaristía—, solicitó a los jóvenes no olvidarse del Sínodo que se celebra estos días en Roma. «No os perdáis las noticias, rezad por el Sínodo», invitó.
«La Iglesia de Madrid cuenta con vosotros»
Madrid Live Meeting se trasladó tras la Eucaristía a la explanada de la catedral donde empezó la fiesta con un pequeño concierto de Aisha seguido de una interpretación de Grilex. Que ya no es Grilex sino Estenez en su nueva faceta más comercial. «Que tu corazón siempre esté con el más Grande —pidió—, tu corazón enfocado en la Verdad».
El cardenal Cobo se subió también al escenario para responder a algunas de las muchas preguntas que habían surgido durante los trabajos por grupos en el seminario. Entre otras, cómo ser misionero: «Lo primero, que nos duela la gente que tenemos alrededor y no conoce». Lo segundo, ser conscientes de que «Dios se fía de ti y de tu gente para que juntos anunciéis lo feliz que hace creer en Jesucristo». Y concluyó: «La Iglesia de Madrid cuenta con vosotros para cantar, para bailar y para anunciar a Jesucristo».
Sobre su llamada al sacerdocio, cuestión que también le plantearon, el cardenal reconoció que todo cambió cuando, en lugar de preguntarse a sí mismo qué quería él, le preguntó a Dios qué quería de él. Y animó a los jóvenes a no tener miedo a responder, porque «Dios cuando pide algo te capacita y te da las herramientas para que seas feliz en eso que te pide».
El acompañamiento fue una de las claves que también trasladó el cardenal Cobo desde Lisboa. Los jóvenes madrileños estuvieron arropados por sus catequistas, sacerdotes… Uno de estos últimos es Rafael Herruzo, que fue a Lisboa con 56 chavales de la parroquia Nuestra Señora de Europa. «Ahora es el momento de ir colocando lo que han vivido; han descubierto que la Iglesia es mucho más grande de lo que ellos pensaban y tienen más ganas de vivir la fe con otros cristianos». A su vez, «en muchos se ha despertado el deseo de vivir el cristianismo con mayor radicalidad» y ahora tendrán que «aterrizar en su día a día todo lo que les ha dicho el Señor».
Quien ha hecho más suya la llamada a la entrega ha sido Quique, que acaba de iniciar el curso propedéutico del seminario. En Lisboa, afirma, «me reenamoré de la Iglesia; verdaderamente hay vida y hay amor». Su vocación al sacerdocio la tenía clara, «pero ver a tanta gente enamorada es lo que me hizo darme cuenta de que hay que darlo todo para compartirlo».
Tras Hakuna, que interpretó algunos de sus temas más conocidos, y un momento de oración al Espíritu Santo, el festival concluyó con la actuación estelar del padre Guilherme Peixoto. Este sacerdote portugués nos había avanzado minutos antes su composición: «Es un viaje que pasa por algunos temas de música sacra para llegar a la electrónica, con la primera homilía del Papa san Juan Pablo II, muchas frases del Papa Francisco en Lisboa 2023 y dos temas editados para la JMJ de las encíclicas Laudato si y Fratelli tutti; y entre medias, algunos temas que suenan en las discotecas actualmente».
El conocido como cura DJ, que en los días en las diócesis tuvo a jóvenes madrileños acogidos en sus parroquias, los animaba desde estas líneas: «Que sean originales, creativos y poetas, y que no tengan miedo de colocar sus talentos al servicio de sus parroquias y de Cristo».