Refiriéndose al drama de los procesos migratorios, el arzobispo lamentaba que nuestras sociedades han perdido el «rubor ante la deshumanización». Según cuenta el evangelio proclamado, los jornaleros de primera hora se quejan de tener el mismo salario que los últimos en llegar. «No parece justo», explicaba, «si el centro es el dinero o la lógica del mercado»; pero si el centro es el el humano, los que tienen hambre y sed, entonces es diferente», porque Dios es Padre, «no contable». «Menos mal que los caminos de Dios no son nuestros caminos».
La buena noticia del Evangelio, continuaba Cobo, es buena, primeramente para las víctimas de la falta de esperanza. Acogiendo a las personas migrantes en nuestras comunidades y promoviendo un mundo más justo, donde migrar o quedarse sean derechos y no consecuencias de la injusticia, apuntaba, «nos ganamos a Dios y su proyecto». Y terminaba el prelado uniéndose al Papa en su oración por las personas migrantes y agradeciendo a quienes trabajan por esta causa.
"Que estaseasucasa"
Villaverde es uno de los barrios de Madrid con mayor población migrante. Un 14 %, situándose la media de Madrid entorno al 9 %. «Estimamos entre 40 y 60 nacionalidades en el barrio», señala Jaime Vales, el párroco. La mayoría de la población infantil y joven de esta parroquia es migrante, explica el sacerdote, «y esto es una riqueza». Es más, detalla, «nosotros no queremos acogerles, sino que esta sea su casa. Para nosotros no se trata de que se sientan como en casa, sino de que sientan en casa».
"Jaime Vales: 'La mayoría de la población infantil y joven de esta parroquia es migrante, explica el sacerdote, y esto es una riqueza. Nosotros no queremos acogerles, sino que esta sea su casa'"
Que la Misa organizada por la CEE se haya celebrado en Nuestra Señora de los Desamparados era una decisión tomada hace ya tiempo. Para Vales, esta «sorpresa» le hace estar muy agradecido por la doble visita del arzobispo de Madrid, que ya pasó por aquí el pasado mes de julio con motivo de su inicio de ministerio como arzobispo de Madrid. Cobo, cuenta Vales, «tiene mucho gozo de celebrar con una comunidad que es migrante y tiene sus dificultades» y, a la vez, la parroquia siente «muchas alegrías por compartir y sentirnos queridos por él».
En Madrid, los actos por la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado terminarán por la tarde, en un acto del arzobispo con la Comunidad de San't Egidio de Madrid.