Un millar de personas llena la catedral para asistir a su toma de posesión como nuevo obispo Sergi Gordo llega a Tortosa: "Salgamos con autenticidad, sin hacer comedia, sin ser burócratas"
“Salgamos creyendo profundamente que lo que anunciamos es algo extraordinario. Proponemos sin imponer, sin proselitismos. Libres de cosas secundarias que impidan la misión", dijo en su homilía
“No es difícil que algunos no reciban bien el mensaje de la buena noticia del Evangelio que les queremos enviar, quizás porque inconsciente o conscientemente tienen el prejuicio según el cual los mensajeros -por ejemplo, los catequistas, los predicadores- comunicamos dando la impresión de que somos como unos payasos que vamos maquillados, cumpliendo una función, como unos funcionarios"
“Salgamos creyendo profundamente que lo que anunciamos es algo extraordinario. Proponemos sin imponer, sin proselitismos. Libres de cosas secundarias que impidan la misión. Salgamos con autenticidad, sin hacer comedia, sin ser burócratas, sin vivirlo como un rol para horas convenidas”. Esta es la petición que esta mañana, en su toma de posesión como nuevo obispo de Tortosa, y ante cerca de un millar de personas que abarrotaban la catedral de la sede catalana, les hizo, emocionado, Sergi Gordo, acompañado por otra veintena de pastores, entre ellos el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, de quien ha sido su obispo auxiliar.
Una petición claramente en la línea del papa Francisco -a quien citó previamente- para salir “caminado juntos”, irradiando por todas partes la alegría del Evangelio, le dijo a sus nuevos diocesanos -sin olvidarse de un saludo especial a los que en los últimos días han sufrido los efectos de las lluvias torrenciales, como en Alcanar- y con “el deseo de aprender mucho de vosotros, conoceros, escucharos, hacer míos vuestros gozos y esperanzas, tristezas y angustias, adentrarme en vuestra historia”.
Ser una Iglesia en salida a la que -no les ocultó- muchos no entiendan. “No es difícil que algunos no reciban bien el mensaje de la buena noticia del Evangelio que les queremos enviar, quizás porque inconsciente o conscientemente tienen el prejuicio según el cual los mensajeros -por ejemplo, los catequistas, los predicadores- comunicamos dando la impresión de que somos como unos payasos que vamos maquillados, cumpliendo una función, como unos funcionarios que desempeñan un rol sólo a unas horas convenidas, como haciendo comedia, como si no acabáramos de creer auténticamente lo que remitimos, diciendo palabras viejas y gastadas que no tienen ningún peligro y que se pueden dejar de lado”, les dijo.
"El episcopado es un servicio, no un honor"
“Que nunca nos pase esto a nosotros, ni a mí como obispo vuestro”, añadió acto seguido el nuevo obispo de Tortosa, quien también, en sus palabras de agradecimiento, tuvo unas muy sentidas para quien ha sido su pastor hasta ahora: “Gracias querido Sr. Cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona, por su presencia entre nosotros. Usted, en su homilía de hoy hace seis años, al ordenarme obispo me dijo: 'el episcopado es el nombre de un servicio, no de un honor, porque corresponde al obispo más el servir que el dominar . (...) Que toda vuestra vida sea un verdadero amoris officium. Que amemos a todos aquellos que Dios nos confía”. Así quiero vivirlo, con la ayuda de Dios”.
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