"Tenemos la confianza de que el obispo escuchará y creará el espacio de diálogo necesario" Un millar de firmas contra el cese de la catequista de Menorca casada con otra mujer
La carta, a propuesta del grupo de Revisión de Vida de Ferreries, solicita al obispo Francisco Conesa, que se replantee la decisión, que "va en contra del Evangelio y de todo lo que Jesús predicó"
"¿En qué ha cambiado su fe y su compromiso antes y después de la boda?"
"Querríamos una Iglesia inclusiva, acogedora, sin prejuicios, abierta y respetuosa con las diferencias, que siguiese las líneas que marca el Papa Francisco en esta cuestión"
"Querríamos una Iglesia inclusiva, acogedora, sin prejuicios, abierta y respetuosa con las diferencias, que siguiese las líneas que marca el Papa Francisco en esta cuestión"
| RD/Ep
Una carta firmada por 970 personas a iniciativa del grupo de Revisión de Vida de Ferreries ha solicitado al obispo de Menorca, Francisco Conesa, que se replantee el veto a la catequista que se casó por lo civil con una mujer antes de finalizar el año.
"Tenemos la confianza de que el obispo escuchará y creará el espacio de diálogo necesario", han apuntado este lunes a través de un comunicado.
Los firmantes de la misiva han mostrado su "profunda tristeza e indignación" por el gesto de la Iglesia de Menorca que, según han apuntado, "va en contra del Evangelio y de todo lo que Jesús predicó".
A través de la carta, el grupo de Revisión de Vida de Ferreries ha criticado que el Obispado de Menorca haya decidido prescindir de una catequista "que lo único que ha hecho es manifestar públicamente una relación de amor". "¿En qué ha cambiado su fe y su compromiso antes y después de la boda?", han preguntado.
Contra las etiquetas
Asimismo, han denunciado que algunos de los miembros del tribunal eclesiástico han juzgado a la catequista del Centre Catequístic Sant Miquel de Ciutadella "basándose sólo en el hecho de que se haya casado por amor de la única manera que le estaba permitido".
"En unas comunidades como las menorquinas, donde todos nos conocemos, poner la etiqueta a una persona puede suponer un estigma para toda la vida", han recordado, a la vez que han remarcado que esta destitución "no suena a Evangelio, sino a todo lo contrario: exclusión, intolerancia y discriminación".
Los firmantes han asegurado que tienen "la esperanza de que esta carta pueda servir para cambiar la manera de considerar a las personas LGTBI por parte de la Iglesia". "Querríamos una Iglesia inclusiva, acogedora, sin prejuicios, abierta y respetuosa con las diferencias, que siguiese las líneas que marca el Papa Francisco en esta cuestión", han añadido.
Por otro lado, en la misiva han lamentado que "dentro de la Iglesia, que etimológicamente significa 'asamblea', se tomen decisiones importantes desde el tribunal eclesiástico sin hablar con los implicados".
Finalmente, han indicado que la catequista vetada "continúa siendo la misma persona, sólo se ha atrevido a dar un paso que requiere mucha valentía que no invalida su coherencia".