Teóloga laica, supervisa el próximo curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal" Janet Forbes: "La comunicación es el pegamento que mantiene unida a cualquier institución"
Janet es miembro del equipo que supervisa el próximo curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal", que está siendo organizado por varias entidades eclesiales de todo el mundo, entre ellas se encuentra el Centro de Formación Cebitepal del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM)
La red que participa en el Programa Global Online sobre Sinodalidad cuenta con miles estudiantes de varios continentes y profesores reconocidos que son especialistas en cada uno de los temas
Todo esto ha hecho que este programa de formación online, masivo y gratuito, sea el de mayor alcance que existe actualmente en toda la Iglesia para apoyar la sinodalidad
"La comunicación y el desarrollo de auténticos mecanismos cristianos de escucha eclesial son uno de los aspectos más importantes de la sinodalidad"
"Me encantaría que encontráramos formas de sentir curiosidad en lugar de ponernos a la defensiva ante las perspectivas de los demás"
"La participación en esta comunidad me ha permitido vislumbrar cómo podría ser una Iglesia sinodal plenamente formada, el "manto de muchos colores" del que habló el P. Arrupe a la Compañía de Jesús en 1978"
Todo esto ha hecho que este programa de formación online, masivo y gratuito, sea el de mayor alcance que existe actualmente en toda la Iglesia para apoyar la sinodalidad
"La comunicación y el desarrollo de auténticos mecanismos cristianos de escucha eclesial son uno de los aspectos más importantes de la sinodalidad"
"Me encantaría que encontráramos formas de sentir curiosidad en lugar de ponernos a la defensiva ante las perspectivas de los demás"
"La participación en esta comunidad me ha permitido vislumbrar cómo podría ser una Iglesia sinodal plenamente formada, el "manto de muchos colores" del que habló el P. Arrupe a la Compañía de Jesús en 1978"
"Me encantaría que encontráramos formas de sentir curiosidad en lugar de ponernos a la defensiva ante las perspectivas de los demás"
"La participación en esta comunidad me ha permitido vislumbrar cómo podría ser una Iglesia sinodal plenamente formada, el "manto de muchos colores" del que habló el P. Arrupe a la Compañía de Jesús en 1978"
| Marco Salas
Janet Forbes es una teóloga laica y joven trabajadora pastoral originaria de Irlanda. Estudió educación religiosa y sinodalidad y formó parte del Grupo de Trabajo Sinodal para el Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Irlanda. Actualmente, es miembro interino del Comité Directivo Nacional del mismo, en Irlanda.
Además, Janet es miembro del equipo que supervisa el próximo curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal", que está siendo organizado por varias entidades eclesiales de todo el mundo, entre ellas se encuentra el Centro de Formación Cebitepal del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM). Como administradora del programa del equipo y asistente académica e investigadora de los doctores Rafael Luciani y Félix Palazzi Von Burren, Janet trabaja con los numerosos teólogos y colaboradores del programa.
La red que participa en el Programa Global Online sobre Sinodalidad cuenta con miles estudiantes de varios continentes y profesores reconocidos que son especialistas en cada uno de los temas. Todo esta ha hecho que este programa de formación online, masivo y gratuito, sea el de mayor alcance que existe actualmente en toda la Iglesia para apoyar la sinodalidad.
-¿Cuál es la importancia de la comunicación respecto a la Sinodalidad y al desarrollo de una Iglesia Misionera?
-En relación con la sinodalidad, creo que la comunicación y el desarrollo de auténticos mecanismos cristianos de escucha eclesial son uno de los aspectos más importantes de la sinodalidad que hay que seguir desarrollando. A lo largo de su Pontificado, el Papa Francisco ha vuelto repetidamente sobre el tema de la comunicación y en su reciente mensaje para la 58ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales dirige su atención a la "Inteligencia Artificial y la Sabiduría del Corazón", desafiándonos a avanzar hacia modelos de Comunicación que sean "Plenamente Humanos."
No cabe duda de que vivimos en un mundo cambiado, en el que el rápido desarrollo de las tecnologías de la información y los procesos de comunicación están alterando el tejido mismo y los fundamentos de la vida y la sociedad. Mi propia preocupación coincide con la del Papa Francisco en que estos cambios afectan a todos, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Los desafíos de los conflictos, la polarización y el crecimiento de los métodos de comunicación social y digital han contribuido significativamente a la ruptura de las relaciones fraternas, y observo que ha surgido una importante brecha generacional y demográfica a nivel mundial con respecto al acceso a las tecnologías de la comunicación. Tengo que decir que esto me preocupa y me pregunto si realmente se ha dado el espacio adecuado para la reflexión a la cuestión de cómo nosotros, como cristianos, nos comunicamos y afrontamos un cambio tan radical.
"Me pregunto si realmente se ha dado el espacio adecuado para la reflexión a la cuestión de cómo nosotros, como cristianos, nos comunicamos y afrontamos un cambio tan radical"
Me gusta mucho que la Síntesis de octubre de 2023, Una Iglesia sinodal en misión haga hincapié en la importancia de la comunicación en nuestro camino hacia una Iglesia más participativa y orientada a la misión y que, a través de su enfoque en las relaciones y la inclusión de todos los bautizados, busque profundizar en la comprensión teológica, pastoral y canónica. Creo que este es un primer paso importante y que debemos entender que la comunicación en clave sinodal encuentra su fundamento en un modelo trinitario de relaciones y en la dinámica comunicativa que se encuentra en el corazón de la Trinidad. Mi esperanza es que el desarrollo de este modelo de comunicación nos ayude a desarrollar una Iglesia sinodal en la que la escucha profunda del Espíritu Santo y de los demás nos ayude cada vez más a alinear la misión de nuestra Iglesia con el mensaje del Evangelio.
Me gusta mucho el capítulo "Tejer lazos y construir comunidades" de la síntesis. Se centra mucho en el desarrollo de procesos integrales y participativos que impliquen prestar mucha atención a las circunstancias particulares de las personas y apoyarlas en todo lo que podamos. He estado reflexionando recientemente sobre el importante conflicto y polarización que han aflorado durante el actual proceso. No debemos perder de vista la gracia que puede encontrarse en el conflicto, pero creo que como cristianos debemos encontrar formas de discrepar que respeten los puntos de vista divergentes. Me encantaría que encontráramos formas de sentir curiosidad en lugar de ponernos a la defensiva ante las perspectivas de los demás. Creo que este cambio de mentalidad en relación con las relaciones con los que difieren de nosotros es importante y que métodos como la Comunicación No Violenta de Marshall Rosenberg o la Teoría U de Otto Scharmar pueden arrojar una luz muy necesaria sobre la cuestión de la diversidad y la diferencia.
"Me encantaría que encontráramos formas de sentir curiosidad en lugar de ponernos a la defensiva ante las perspectivas de los demás"
Me impresiona que la Síntesis de Roma abogue por un enfoque sinodal de la formación, que reconozca la responsabilidad de cada bautizado en el desarrollo de su fe. En la era digital, el papel de la comunicación en el testimonio contemporáneo de la Iglesia no puede ser exagerado, la formación y el acompañamiento de los misioneros digitales es una necesidad urgente con el fin de integrar auténticamente las herramientas modernas de comunicación y estrategias que promuevan la dignidad humana, la justicia y el cuidado del bien común.
"La comunicación es el pegamento que mantiene unida a cualquier institución, y creo que nuestro curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal" puede contribuir significativamente a superar la polarización"
Por último, creo que la comunicación es el pegamento que mantiene unida a cualquier institución, y creo que nuestro curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal" puede contribuir significativamente a superar la polarización y ayudar a la Iglesia en sus esfuerzos por fomentar un diálogo que desarrolle el entendimiento entre las muchas y diversas voces.
-Usted ha vivido procesos sinodales en su diócesis local -la archidiócesis de Armagh-, con la Iglesia nacional en Irlanda y a nivel universal a través de su trabajo con el curso global en línea "Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal", ¿podría compartir sus experiencias?
-Ha sido fascinante y emocionante vivir este momento especial de la historia de la Iglesia a través de los distintos niveles eclesiales de la Iglesia y también a través de las voces que surgen de las distintas áreas geográficas. Soy quizá más consciente de los diferentes rostros eclesiales y culturales de la Iglesia católica y me considero afortunado de haber trabajado en esta función porque me ha permitido conocer en profundidad las dificultades que surgen de la diversidad y la diferencia. Y lo que es más importante, tengo una apreciación más profunda de los retos a los que nos enfrentamos a la hora de integrar la sinodalidad en el mundo anglófono.
Durante mi participación como delegado en línea para la fase continental europea pude comprobar las grandes diferencias culturales e ideológicas que existen en el continente europeo y que representan una barrera para arraigar la sinodalidad como forma de ser Iglesia en el continente europeo. De manera significativa, observé una distinción en las formas en que las Iglesias locales de culturas más tradicionales interactuaban con los procesos sinodales universales en comparación con las Iglesias locales de la sociedad de orientación occidental.
A pesar de las diferencias sobre los diversos temas candentes que han surgido, tenemos que afirmar que en el corazón de nuestro camino sinodal se encuentra la comprensión de que cada bautizado, independientemente de su posición en la Iglesia, es igual en dignidad en virtud del Bautismo. Creo que es importante señalar que, si afirmamos la igual dignidad bautismal, también debemos aceptar que existe un mandato ético y una llamada a que todos sean corresponsables de la misión de la Iglesia. En la Síntesis de octubre de 2023, la dignidad bautismal y la corresponsabilidad ocupan un lugar central y son, por tanto, claves fundamentales para imaginar cómo podría ser una Iglesia sinodal. Espero que a medida que avancemos podamos deponer las armas del conflicto y la polarización y comprometernos unos con otros como hermanos y hermanas en Cristo.
"Creo que es importante señalar que, si afirmamos la igual dignidad bautismal, también debemos aceptar que existe un mandato ético y una llamada a que todos sean corresponsables de la misión de la Iglesia"
Como aspecto positivo, me ha impresionado mucho el modo en que se ha desarrollado la sinodalidad en América Latina y en la región de Asia y el Pacífico, así como el modo en que las redes de esas regiones han trabajado en los dos últimos años. También me ha parecido interesante cómo las circunstancias de la vida, la familia de origen, el idioma y la cultura de las personas con las que me he encontrado han cambiado radicalmente la forma en que los individuos ven sus funciones y responsabilidades.
El concepto de corresponsabilidad, como he dicho, es central en el documento de síntesis Una Iglesia Sinodal en Misión y destaco la importancia de desarrollar una apreciación de cómo diversos individuos y grupos dentro de la Iglesia pueden ver y usar la corresponsabilidad de maneras sutilmente diferentes en el futuro. Dado que existen diferencias culturales en torno a la cuestión de las funciones y responsabilidades, y dada la centralidad de la corresponsabilidad, esto plantea verdaderos interrogantes sobre cómo podrían vivirse las funciones y el ministerio en el mundo real y cómo puede la Iglesia abrazar auténticamente las fuerzas, los talentos y las perspectivas únicas de todos los bautizados. A este respecto son útiles las aportaciones de Rafael Luciani, Alphonse Borras, Hoffsman Ospino y Serena Noceti, entre otros, en el próximo curso en línea.
"Dado que existen diferencias culturales en torno a la cuestión de las funciones y responsabilidades, y dada la centralidad de la corresponsabilidad, esto plantea verdaderos interrogantes sobre cómo podrían vivirse las funciones y el ministerio en el mundo real y cómo puede la Iglesia abrazar auténticamente las fuerzas, los talentos y las perspectivas únicas de todos los bautizados. A este respecto son útiles las aportaciones de Rafael Luciani, Alphonse Borras, Hoffsman Ospino y Serena Noceti, entre otros, en el próximo curso en línea"
Ya he hablado antes de la lengua y la comunicación en nuestra entrevista, y este es un punto de referencia crucial para mi propia situación en Irlanda. He observado varias distinciones en nuestro propio enfoque del proceso sinodal y, aunque somos principalmente una iglesia de habla inglesa, también hablamos irlandés como lengua materna y tenemos una identidad muy distinta de muchas otras iglesias de habla inglesa. En comparación con otras iglesias nacionales en las que el inglés es la principal lengua hablada, somos más comunales por naturaleza y quizá más abiertos a las metodologías y procesos sinodales.
En comparación con otras iglesias nacionales en las que el inglés es la principal lengua hablada, los irlandeses somos más comunales por naturaleza y quizá más abiertos a las metodologías y procesos sinodales"
No hay que pasar por alto el hecho de que, a pesar de nuestro diminuto tamaño, la Iglesia aquí en Irlanda tiene manifestaciones culturales muy diversas en toda la isla y hay que señalar que se extiende a caballo entre dos jurisdicciones políticas y fiscales. El colonialismo, los escándalos de abusos sexuales cometidos por clérigos, la emigración y la realidad de una Iglesia y una nación que luchan por encontrar una forma significativa de superar los abusos y un pasado violento han tenido un impacto en nosotros.
Creo que una Iglesia sinodal requiere una comprensión matizada de la cultura, la diferencia y las necesidades pastorales específicas de las diócesis y parroquias, que garantice una expresión dinámica y receptiva de la fe. El ministerio del Papa Francisco se basa en la Teología del Pueblo, que yo clasificaría como una teología y visión sociocultural de la Iglesia. Esta visión eclesiológica, nacida en el continente latinoamericano, es única y su método inductivo es en muchos aspectos ajeno a las naciones occidentales y, más concretamente, de habla inglesa. Mi gran esperanza sería que el trabajo del CELAM y del Centro de Formación Cebitepal ofreciera con el tiempo oportunidades prácticas para la polinización cruzada de ideas en toda la Iglesia y ofreciera directamente su sabiduría a Iglesias como la nuestra.
"Mi gran esperanza sería que el trabajo del CELAM y del Centro de Formación Cebitepal ofreciera con el tiempo oportunidades prácticas para la polinización cruzada de ideas en toda la Iglesia y ofreciera directamente su sabiduría a Iglesias como la nuestra"
-Menciona el reto del método teológico inductivo. ¿Puede decirnos algo más al respecto?
-Como irlandés que estudié Teología en una facultad de orientación global en la School of Theology and Ministry del Boston College (EE.UU.), la diversidad de culturas y perspectivas de mis compañeros y profesores me cambió profundamente. Vivir, dialogar y aprender juntos, laicos, religiosos y ordenados de todo el mundo, me impactó profundamente y ha cambiado mi forma de abordar y comprometerme con la Iglesia y la teología. Me di cuenta de que había más de una forma de ser auténticamente católico y de que, aunque siempre nos esforzamos por mantener la unidad, nunca debemos imponer a los demás paradigmas culturales antinaturales y ajenos.
En 1978 Pedro Arupe SJ escribió una carta a toda la Compañía de Jesús. En ella dice, "La experiencia cristiana en una cultura determinada ejerce una influencia que transforma y renueva y, quizá tras una crisis de confrontación, conduce a una nueva plenitud en esa cultura. Además, la experiencia cristiana ayuda a una cultura a asimilar valores que ninguna cultura puede realizar exhaustivamente. La experiencia cristiana nos invita a entrar en una nueva y profunda comunión con otras culturas, en la medida en que todas las naciones están llamadas a formar... el "manto de muchos colores" de la realidad cultural del único Pueblo de Dios peregrino".
"Permitir que la riqueza del testimonio cultural, la sabiduría y los carismas emerjan de cada Iglesia local, nacional y continental es generativo y no destructivo, y creo que si somos fieles a nuestra llamada bautismal, debemos dejar suficiente margen de maniobra para que el Espíritu Santo se mueva y trabaje como quiera en la Iglesia"
Me encanta esto y he llegado a creer que lo que dice el P. Arrupe es cierto, la teología no debe ser un ejercicio académico llevado a cabo en un vacío o en una cámara de eco, debe surgir de los problemas del mundo real a los que se enfrenta la gente y debe responder a los contextos culturales individuales de cada Iglesia local. Permitir que la riqueza del testimonio cultural, la sabiduría y los carismas emerjan de cada Iglesia local, nacional y continental es generativo y no destructivo, y creo que si somos fieles a nuestra llamada bautismal, debemos dejar suficiente margen de maniobra para que el Espíritu Santo se mueva y trabaje como quiera en la Iglesia.
"La participación en esta comunidad me ha permitido vislumbrar cómo podría ser una Iglesia sinodal plenamente formada, el "manto de muchos colores" del que habló el P. Arrupe a la Compañía de Jesús en 1978"
Por último, me ha animado mucho la generosidad de la comunidad que ha creado, facilitado y participado en los tres programas en línea que hemos ofrecido sobre Sinodalidad para la Iglesia Global. Creo que la participación en esta comunidad me ha permitido vislumbrar cómo podría ser una Iglesia sinodal plenamente formada, el "manto de muchos colores" del que habló el P. Arrupe a la Compañía de Jesús en 1978. Esto me da el alimento y la nutrición que tanto necesito para el camino que tengo por delante. Deseo dar las gracias a todos los que se han cruzado en mi camino en los últimos tres años y, en particular, a los que están comprometidos en la construcción de una Iglesia sinodal.
Deseo que nuestro caminar como Pueblo de Dios continúe y nos ayude a seguir profundizando este modo de ser y hacer Iglesia que es la sinodalidad.
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