Gracias a las Becas de Cooperación eclesial Sacerdotes de India, África y América Latina se forman en la UPSA
Este curso 2020-2021, las Becas de Cooperación Eclesial que cada año concede la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) son para once alumnos de nueves países
La UPSA ha destinado este curso 2020-2021 un total de 110.000 euros a estas becas, 10.000 euros por cada ayuda para gastos de matrícula, manutención, seguro médico y una ayuda mensual para asuntos académicos
Las becas están orientadas a sacerdotes, pero ocasionalmente se conceden a laicos que trabajan para su diócesis
Durante los dieciocho años de existencia de estas becas, se han beneficiado alrededor de 300 sacerdotes de países de África, Asia y América Latina
Las becas están orientadas a sacerdotes, pero ocasionalmente se conceden a laicos que trabajan para su diócesis
Durante los dieciocho años de existencia de estas becas, se han beneficiado alrededor de 300 sacerdotes de países de África, Asia y América Latina
(UPSA).- Once alumnos de nueve nacionalidades se benefician este curso 2020-2021 de las Becas de Cooperación Eclesial que cada año concede la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) a sacerdotes provenientes de diócesis de países de África, Asia y América Latina. Las becas, que se conceden desde el curso 2003-2004, tienen como objetivo formar a los sacerdotes enviados por sus obispos para mejorar así el servicio que puedan prestar al regresar a sus diócesis de origen. Los sacerdotes becados este curso proceden de India, México, Camerún, Mozambique, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Argentina y Costa de Marfil.
La UPSA ha destinado este curso 2020-2021 un total de 110.000 euros a estas becas, 10.000 euros por cada ayuda, que sufragan los gastos de matrícula, manutención durante el período académico, seguro médico y una ayuda mensual para asuntos académicos.
Las becas están orientadas a sacerdotes, aunque ocasionalmente pueden concederse a laicos que trabajan para su diócesis. En cuanto a la formación, por lo general se dirige a estudiantes de titulaciones eclesiásticas: Teología, Derecho Canónico y Filosofía, aunque también se han concedido ayudas para otras enseñanzas universitarias como Psicología y Comunicación en convocatorias anteriores.
300 sacerdotes becados
La Universidad Pontificia de Salamanca ofrece las Becas de Cooperación Eclesial desde el curso académico 2003-2004. Durante estos dieciocho años se han beneficiado alrededor de 300 sacerdotes de países de África, Asia y América Latina. La situación generada por la pandemia de la COVID-19 y las consiguientes dificultades de movilidad han provocado este año un ligero descenso en el número de becados.
Junto a los fondos propios de la UPSA, estas ayudas cuentan con aportaciones económicas del Banco Santander y de diferentes Fundaciones como Emaús, Teresa Santander, Vargas-Zúñiga y Carmen Careaga.
El Cristianismo auténtico: ciudadanos ejemplares
Entre los sacerdotes becados este curso, Eddy Yves Yao, de Costa de Marfil, explica la repercusión de su formación de Derecho Canónico en su diócesis, ayudando en diferentes ámbitos. “Será mi obispo quien determine en qué campos tendré que actuar, según las necesidades del momento, ya sea en el ámbito judicial, administrativo, académico o pastoral, pero prestaré servicio en aquellos ámbitos en los que el Derecho Canónico pueda contribuir”, señala Eddy Yves Yao.
En un país como Costa de Marfil, en el que predominan el Cristianismo (44 % de la población) y el Islam (37 %), Eddy Yves Yao destaca que una de las principales necesidades de la Iglesia es consolidar sus adquisiciones en materia de fe para poder crecer y afianzarse en la caridad y la esperanza. En este sentido, Yves Yao matiza que además las necesidades materiales primero son las de carácter espiritual: “Antes de construir la iglesia se tiene que edificar la Iglesia; antes que el edificio hay que construir comunidad de fe, esperanza y caridad”, añade.
El sacerdote costamarfileño defiende el anhelo de profundizar en la formación para enriquecer nuevos enfoques y contribuir al desarrollo de la comunidad y del país. “Cuando tenemos un cristiano auténtico, tenemos, sin duda alguna, un ciudadano ejemplar que obra con valentía, civismo y consciencia profesional en el desarrollo de su comunidad y su país sin dejarse engañar por las estructuras de pecado, que ya hundieron a muchas voluntades, en sí laudables, a las que faltaban las bases espirituales”. Precisamente, Yves Yao atribuye a esta exigencia la importancia de la formación que reciben los religiosos. “Nuestra formación nos permitirá proponer enfoques nuevos enriquecidos por datos académicos y la experiencia adquirida desde el contacto con personas de horizontes diversos”, explica.
Agradecido a su obispo por haberle enviado a formarse en la Universidad Pontificia de Salamanca, el sacerdote de Costa de Marfil se siente muy satisfecho con la experiencia. “Estoy aprendiendo mucho, tanto a nivel académico con los profesores y compañeros de clase, como a nivel espiritual y humano con los compañeros del colegio mayor y todas las personas que he encontrado”.